¿Quién dijo que el primer amor siempre es bonito?
Por supuesto que no lo es.
Y menos si esa persona no corresponde tus sentimientos.
Cuando tenía trece años había conocido a un niño muy bonito. Él estaba en mi escuela y era mayor que yo. Sólo por dos años. Yo tenía trece y él quince. Cada vez que lo veía pasar me ponía nerviosa, sentía cosas extrañas en mi estómago y me fascinaba observarlo. Siempre me escabullía para ir a verlo en clases de educación física. Era tan lindo... Amaba su sonrisa. Tenía la sonrisa más bonita que había visto en toda mi vida. La comparaba con la de un ángel. No sabía por qué sólo tenía ojos para él cuando era una niña, supongo porque él siempre destacaba entre los demás. Y para mí siempre fue muy especial.
Su nombre es Justin Bieber.
Mide el doble de mi altura, le encanta el fútbol y las matemáticas, habla tres idiomas diferentes, le gusta leer, ama el helado de pistacho y es el chico que me quita el aliento. Sí, estoy enamorada de Justin Bieber. El chico más antipático de toda la escuela. O bueno, sólo es así conmigo. Ahora tiene dieciocho y yo apenas dieciséis. Seguro se preguntarán cómo una niña de dieciséis años está tan segura de estar enamorada de un chico que apenas ha cruzado unas palabras con ella. Voy a contarles mi trágica historia que tal vez llegue a ser un poquito cliché.
Todo empezó un jueves muy temprano por la mañana, hace algunos años atrás. Hacía mucho frío, afuera estaba lloviendo y yo no llevaba nada para abrigarme. En ese entonces yo tenía trece años y no estaba segura de mis sentimientos.
—Dios, ¿por qué justamente hoy tenía que llover? —murmuro para mí misma.
Camino por los pasillos de la escuela con mi mochila de cerdito colgando de mis hombros. Acabo de llegar más temprano de lo normal y por lo obvio no hay muchas personas en la escuela a esta hora. Mi mamá me obligó a levantarme a las seis y media para estar aquí mucho antes de las ocho y punto, todo porque tenía que ir a trabajar muy temprano.
Lo peor de todo es que olvidé mi abrigo en el auto. Al estar tan apurada por llegar temprano a su trabajo, yo no tuve tiempo de organizar todo como siempre hago por las mañanas. Soy muy ordenada y detesto olvidar las cosas. Lanzo un suspiro al aire mientras aprieto los dientes para aguantar el horrible frío mañanero. En un rato tendré que tomar clases con la señorita Culpepper y ella es muy cruel conmigo.
Creo que hoy no será un buen día para mí.
Pero cambio de opinión cuando veo a Justin sentado al final del pasillo, con un libro entre sus manos y sus audífonos puestos. Sonrío por primera vez en el día.
—Es tan lindo... —digo en voz baja, sentándome en el frío suelo de mármol.
Me quito la mochila, la uso como abrigo y cruzo mis piernas en forma de indio. Observo a Justin quien está concentrado leyendo su libro. Es tan guapo. Cuanto me gustaría ser su amiga, pero no creo que alguien como él quiera relacionarse con alguien como yo. Suspiro triste y agacho la cabeza, escuchando el hermoso ruido que hace la lluvia al caer. Olvidándome del mundo.
—Oye... —escucho una voz ronca cerca de mí.
Mi corazón se acelera cuando subo la cabeza y le veo ahí agachado frente a mí.
Oh, Dios mío.
—Hola —dice con una hermosa sonrisa en el rostro. Creo que me derretí.
—H-Hola —logro decir con los nervios a flor de piel.
Es la primera vez que cruzamos palabras.
Me regala una sonrisa. Joder... ¿Me quiere matar o qué?
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Chronicles of Justin Bieber
FanfictionAquí encontrarán pequeñas historias que podrían hacerte sentir como si estuvieses dentro de cada una de ellas. Perfecta portada por: @TeamKKT