Querido y encantador dueño de mis fantasías:
Otra vez te vuelvo a escribir para recordarte las inmensas ganas que tengo de estar contigo. Te lo he escrito un montón de veces pero creo que nunca es suficiente. Me encantaría poder demostrártelo personalmente, así tal vez me creerías cuando digo que me vuelves completamente loca. Te he querido a distancia; siempre deseándote, siempre adorándote, siempre anhelándote... Si pudiera hacer que estuvieras en mi lugar para que sintieras lo que yo siento y así entendieras mi obsesión por ti. Y sinceramente, estoy cansada de ser tan tímida contigo. Quiero expresar lo que verdaderamente siento. Quiero desnudar mi alma. Quiero expresar todo esto que me haces sentir sin tan siquiera tocarme.
Me excitas como nunca un hombre me ha excitado en mi vida.
Cuando te veo, cuando te escucho, cuando te tengo cerca... Siento escalofríos por todo mi cuerpo. E imagino tantas cosas impuras que amaría tanto que me hicieras. Con decirte que cuando te pienso aprieto inconsistentemente mis piernas, mis pezones se endurecen y siento unas incontrolables ganas de tocarme mientras pienso en ti... follándome. Me he imaginado tumbada sobre tu cama, con las piernas completamente abiertas, mientras tú me observas y me torturas con la mirada, y yo, ansiosa por sentir tus manos sobre mi cuerpo. O tu boca. Sea lo que sea, me tendrás gimiendo y jadeando de placer. Dispuesta a hacer lo que quieras. Entregándome en cuerpo y alma, pero sobre todo en cuerpo.
¿Acaso no te gustaría lo mismo? ¿Tenerme sólo para ti, complaciéndote, besándote, tocándote, gimiendo tu nombre?
Porque cariño, yo estoy más que dispuesta a hacer lo que me pidas, cómo me lo pidas y dónde me lo pidas. Sin quejas, sin peros. Me excitaría complacerte.
Tienes algo que ningún otro hombre tiene y que a mí, personalmente, me encanta. Quizá sea tu enigmática mirada, tus carnosos labios, tu voz o tu manera de hablar, tu cuerpo, tu forma de ser... Son tantas las cosas que me hacen desearte tan fervientemente como te deseo. Oh, no tienes ni idea de lo mucho que te deseo. Te he deseado durante tanto tiempo que me ha parecido una eternidad. Pero tú nunca te volteas a mirarme. No me ves de la manera en que yo te veo. Creo que nunca podrás desearme como yo te deseo a ti.
Sin embargo, no puedo dejar de pensar en ti sobre mí, agarrándome del pelo mientras me follas muy, muy duro y me hablas cosas sucias al oído. ¿Acaso no suena fascinante? Tú y yo haciendo vibrar las paredes. Por ti correría el peligro de que todo el mundo escuchara lo que me haces sentir aunque sólo deseara que me escucharas tú. Nos he imaginado tumbados en una terraza, bajo la luz de la luna, follando como si el mundo se fuera a acabar en ese instante.
Justo ahora estoy acostada en mi cama, en ropa interior, escribiendo esta carta mientras pienso en todas las cosas que me gustaría que me hicieras. Imaginando que estás aquí a mi lado, completamente desnudo, deslizando tu mano por mis muslos interiores, besando mi espalda y con tu otra mano, rodeando uno de mis senos, apretándolo, sacándome un suspiro de placer. Ahí estoy yo, impaciente, ansiosa, casi desesperada por tu siguiente movimiento... Intentando calmar mi respiración. Y ahí estás tú, llegando al punto exacto; tu mano perdiéndose entre mi ropa, tus dedos recorriendo mis pliegues y tu dedo pulgar jugueteando con mi clítoris, sintiendo cómo tu respiración se va haciendo irregular. Dándote cuenta lo excitada que me tienes, sintiéndote bien por ello. En ese momento me abres la piernas y bajas mis bragas, te acercas y presionas tu boca sobre mi punto débil, sacándome un pequeño gemido, provocando que todo mi cuerpo tiemble. Tu boca me recorre por completo. Tus manos se encargan de agarrar mi trasero y apretarlo mientras hundes tu lengua dentro de mí, volviéndome loca de placer, haciendo que me retuerza entre las sábanas. Continúas saboreándome, como si no tuvieras suficiente de mí hasta que llego a un glorioso y descomunal orgasmo que me deja sin aire. Te acercas, tumbándote suavemente sobre mí, y me besas, haciendo que me pruebe a mí misma. Y gimes sobre mis labios como si también aquello que acababa de suceder te complaciera tanto como a mí.
Y te siento... Siento tu erección pegada a mi estómago mientras me besas y recorres con tu lengua cada rincón de mi boca. Me enloquezco cuando la tomo entre mis manos y te hago gemir. Te separas de mí, me miras fijamente a los ojos y en un sólo movimiento me penetras con todas tus fuerzas. Inclinas tu cabeza para morder y lamer mis pezones. Aprieto las sábanas y echo mi cabeza hacia atrás, gimiendo, y tú no te detienes en ningún momento, aumentas tus embestidas y eso me excita todavía más. Verte así... Perdiendo todo el control. Enloquecido por mí. Sin esperármelo, te separas de mí y me tomas en brazos, rápidamente me pegas contra la pared y entras ferozmente en mí, haciéndome gritar de placer. Araño y clavo mis uñas en tu espalda, tú gruñes en mi oído y vuelves a aumentar tus movimientos. El sudor nos recorre la piel, y a través de mis pestañas te observo y sonrío al verte así. La manera en que me tomas es tan jodidamente buena y yo... Yo me siento perdida entre el cielo y el infierno.
Mi cuerpo arde en llamas junto al tuyo y se siente condenadamente bien.
Vuelves a detenerte y me dejas en el suelo, con las piernas temblorosas y la respiración agitada. Me das la vuelta y me pides con voz ronca que levante mi trasero y obedezco... Simplemente obedezco a todo lo que me pides. Apoyo mi cabeza contra la pared y se me va el aire de los pulmones cuando me tomas por detrás, y lo siento tan profundo... Completamente dentro de mí. Y nada se siente mejor en aquel momento. Te envuelvo y eso te enloquece todavía más. En lo único que puedo pensar es en la manera que me estás follando; rápido y muy, muy duro. Me jalas del pelo y me besas duro y apasionado, y yo siento que voy a explotar. Es justo como deseaba que me follaras.
Después de varios minutos empiezo a sentir esa sensación... Esa sensación en mi estómago. No lo aguanto más. Me vengo mientras gimo tu nombre. Tú también estás a punto. Logro recuperarme con rapidez y cuando sales de mí, me pongo de rodillas y te tomo completo en mi boca mientras te miro a los ojos. Y lo tomo absolutamente todo. Eso te vuelve loco tanto como a mí.
Imaginarme todo eso... Hace que mi vagina palpite de anticipación.
¿No te gustaría que se hiciese realidad?
Porque si lo deseas... Si deseas conocerme y realizar todas esas fantasías conmigo, aquí está mi dirección. Mi nombre. Y todo lo que necesitas saber para encontrarme, señor Bieber.
Te estaré esperando desnuda con las piernas abiertas y lista para ti.
Con deseo, su admiradora secreta.

ESTÁS LEYENDO
Chronicles of Justin Bieber
FanficAquí encontrarán pequeñas historias que podrían hacerte sentir como si estuvieses dentro de cada una de ellas. Perfecta portada por: @TeamKKT