Conocí a Tess cuando apenas tenía nueve años. Recuerdo perfectamente la primera vez que la vi... Montaba una estúpida bicicleta de Barbie y usaba una gorra roja de béisbol, pero su cabello caía como cascada por su espalda. Era una mezcla entre rubio y castaño. Me pareció la niña más hermosa que había visto en mi corta vida. Lo que me puso más feliz fue saber que sería mi nueva vecina; ella se mudaría justo al lado de mi casa.
Voy corriendo a contarle a mamá sobre los nuevos vecinos. Ella me promete que los invitará a cenar para darles la bienvenida al vecindario.
Vuelvo a subir a mi habitación, feliz y emocionado, muriendo de ganas de conocer a mi vecina. Entonces, la veo sentada en el borde de su ventana, con un pie colgando fuera mientras tararea una canción. Mi corazón se acelera. ¡Nuestras habitaciones están una enfrente de la otra! La sonrisa en mi rostro se vuelve aún más grande. Ni siquiera sé su nombre y ya quiero pasarme todo el día jugando con ella.
No me contengo un minuto más y llamo su atención.
—¡Hey, tú! —digo lo suficientemente alto para que me escuchara.
Ella se gira a verme y me sonríe.
Jodidamente me sonríe.
—Hola —saluda aún con esa preciosa sonrisa en el rostro. Agradezco que nuestras ventanas estuviesen cerca o tendría que gritar para que me escuchara.
—Mi nombre es Justin Bieber —me presento usando un tono amigable—. Y soy tu nuevo vecino.
—Tess Cox —me mira directamente a los ojos—. Hola, Justin.
En el momento en que pronuncia mi nombre, siento que mi mundo se detiene.
—¿Quieres ser mi amiga y jugar con mis juguetes?
—¡Sí! ¡Claro que me gustaría ser tu amiga! —exclama emocionada. Yo sonrío estúpidamente sin dejar de observarla todo embobado—. Pero tengo que pedirle permiso a mi papá.
Asiento frenéticamente con la cabeza.
—Sólo tienes que tocar mi puerta.
—Es justo lo que haré.
La observo bajarse de un salto del ventanal, corriendo a preguntarle a su papá si la deja jugar conmigo. Su nuevo amigo. Me siento en mi cama de Superman a esperar que suene el timbre, y no sé cuánto tiempo estuve esperando... ¿Cinco, seis, siete o diez minutos? Perdí la cuenta después de cinco. Por un momento tuve miedo de que no apareciera.
Todo ese miedo se esfuma cuando escucho el timbre sonar.
—¡Está aquí! ¡Está aquí! —grito emocionado mientras bajo corriendo las escaleras.
La veo de nuevo, esta vez más cerca. Y mi corazón se detiene por segunda vez en el día. O tal vez fueron más, no estoy seguro. Tess tiene un monopolio en sus manos y mira a los lados mientras que mamá conversa con su papá. El mismo que vi bajando las cajas del camión de mudanzas. Y en cuestión de segundos, sus grandes ojos azules como una laguna, se encuentran con mis ojos mieles.
Basta un abrir y cerrar de ojos para que se encuentre frente a mí.
—Traje mi monopolio —lo agita suavemente frente a mis ojos—, mi juego de mesa favorito. Quiero compartir mis juegos contigo, también.
—Sólo tengo autos —hago una mueca.
—Me gustan los autos.
—Pero eso es para niños.
—No es cierto. Y a las niñas como yo le gustan los autos.
A partir de ese momento Tess se convirtió en mi mejor amiga.
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Chronicles of Justin Bieber
FanficAquí encontrarán pequeñas historias que podrían hacerte sentir como si estuvieses dentro de cada una de ellas. Perfecta portada por: @TeamKKT