Capítulo 4

543 32 20
                                    


Capítulo 4

David Blanchett es gay.

David Blanchett es G-A-Y.

DAVID BLANCHETT ES GAY.

Les juro que llevo celebrando desde ayer cuando David dijo que era gay. Hasta me invente una cancioncita muy pegajosa.

David Blanchett es gay, ¡uh!

A David Blanchett lo conquistare, ¡uh!

David Blanchett es gay, ¡uh!

A David Blanchett lo besare, ¡uh!

Imagínenme a mí cantando eso por toda la casa mientras bailaba un intento de la conga. Me merezco un premio de los OSCAR por bailar y cantar a la misma vez. Algo que no puede hacer Zayn Malik.

Hablando del negrote, ese tipo es realmente sexy. Aunque lo prefiero con el cabello largo, así como cuando estaba en la banda de One Direction. Pero desde que cambio de la banda porque ese no era su estilo como que se le fue la ondita y ahora parece un viejo calvo con barba de Santa Claus.

Cuando me calme un poquitito fui a la ducha para, obviamente, bañarme. Luego de meter la cabeza debajo del agua, pensé. ¿Si uso el shampoo de mi madre mi pelo olerá a flores? Porque el shampoo de hombres como que viene sin olor, o tal vez es que llevo toda mi vida comprando el mismo shampoo de mierda que ya no le encuentro el olorcito.

Después de usar el shampoo de mi madre y usar un jabón que decía que olía a vainilla, salí de la ducha y me seque. Después me vestí y me puse un pantalón de estar en la casa, como de esos que usan los jugadores de baloncesto y salí sin camiseta del baño para dirigirme a mi cuarto y poner en el cesto de ropa sucia, pues, la ropa sucia.

Baje las escaleras directo a la cocina, como ya era costumbre, y saque de la nevera los panqueques que sobraron esta mañana. Los puse en el microondas y los calenté, una vez que ya estaban con una piscina de sirope, me dispuse a comérmelos en la sala mientras veía televisión.

Luego de que terminara de comer me puse a fregar los trastes que use. Luego mi madre y mi padre aparecieron por la puerta de la cocina con un montón de bolsas con comida en sus manos. Las pusieron en la pequeña barra que había en medio de la cocina.

-¿Y todas esas bolsas?-pregunte. Abrí una y vi que había mucha carne. Así como para un mes.

Mi madre me sonrió con dulzura. Ella es una mujer cuarentona. Tuvo sus años en los que tenía sus curvas pero ahora unas libritas de más adornaban su cuerpo. Su cabello negro estaba por sus hombros y unos espejuelos adornaban sus ojos cafés.

-Es para tu fiesta.-respondió feliz.

-¿Fiesta? ¿Qué fiesta? Que yo recuerde no es mi cumpleaños.-dije completamente confundido. Mi madre rio.

-Vamos a celebrar que te han elegido para ir a las competencias de natación.-contesto con voz orgullosa. Abrí los ojos sorprendido.

-¿Y ustedes como saben? Todavía no les eh dicho.-mi voz sonó completamente indignada. Ahora fue el turno de papá reír.

-Tu amiga es muy chismosa.-menciono mi madre divertida. Entrecerré los ojos hacia ella.

Estúpida Olivia. Me las va a pagar.

-Debí saberlo.-susurre para mí mismo.

-Deberías ir a cambiarte.-menciono mi madre con la cabeza metida en el refrigerador.- Van a venir todos tus tíos. Y si vienen todos tus tíos, viene toda la familia entera.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jun 30, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Gay+Gay #EscribeloYa #LGBTQDonde viven las historias. Descúbrelo ahora