Este maldito amor

3-¿cosa del destino?

Llegamos a la fiesta y justamente al llegar un tipo al de cabello rubio saludó a Dani.
-hola-dijo el chico y pues ella le regreso el saludo, a los dos minutos ella me dejo ya que se fue a bailar con el.
Estaba sentada en una barra tomando un poco de soda, de pronto un chico me dijo hola
Hola- conteste y me di cuenta de que era un amigo de la preparatoria llamado Will.
Qué tal mel? -preguntó el a lo que respondí con la misma oración solo que mencionando su nombre.
Después de unos minutos de hablar fuimos a bailar
Oye, eres muy linda-dijo y me sonroje solo un poco pero no tanto como con hayes- gracias, de hecho tu eres muy atractivo-dije y el me agradeció-.
Will era un tipo de chico que aunque no tenía tanta fama de heartbreaker, se le conocían varios amoríos, pues era alto con cabello negro y piel perfectamente bronceada, ojos castaños pero lo mejor de el era que tenía una mirada muy pero muy sensual, que obvio derrite a muchas chicas. Mientras analizaba todo esto seguíamos bailando y entonces el me dijo....
Quieres ir a un lugar más privado?- preguntó y aunque me puso un poco nerviosa por lo repentino que fue eso fui a donde me llevaba, era un pasillo con algunas luces azul rey que lo hacían algo oscuro. Cuando llegamos me acorraló en la pared y me beso, me sentí un poco incomoda pero me deje llevar y llevar hasta que me jalo de la mano y me llevo a la recamara de... No se quien y lo avente a la cama, le quite la camisa que llevaba puesta y me subí en el, al poco rato me quito el suéter rojo, a los 20 minutos ya estábamos haciendo lo que fuimos a hacer y ocurrió algo incomodo...
Hayes-susurre con una voz de placer y el me pregunto-¿hayes?- le tape la boca y seguimos. Realmente no sabia porque mencione su nombre.
Después de un rato terminamos, me vestí y salí de ahí mientras Will dormía, al cerrar la puerta choque con alguien, y si era hayes.
Te invoque?- dije eso para mi misma pero el me oyó.
Jaja porque lo dices?- preguntó gracioso y me puse nerviosa pues no le iba a decir que mientas tenía sexo dije su nombre.
Ah... Por nada- dije y pase por un lado pero el me agarro- ¿te vas?- preguntó y asentí con la cabeza- pues si quieres te llevo-dijo y salimos a su carro. Después de 30 minutos de camino llegamos a mi casa, le di las gracias, me despedí y baje del auto, abrí mi puerta y entre, subí a mi cuarto y me quede profundamente dormida.