Prólogo

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-Tengo pistolón-dijo Exo con voz juguetona, dirigiendo su personaje al centro del mapa, ese día estaban grabando Murder los cinco de siempre.
-Para pistolón el que tengo aquí colgado-respondió Luh sin poder evitarlo, causando las risas de sus compañeros, paseándose por las habitaciones del mapa, tras haberle quitado los pantalones a su personaje, que en esa ocasión era verde.
-Exo...dame lupas-pidió Sara sin haber terminado de reírse, dirigiéndose al centro junto a Gona, que había aparecido en la planta superior junto a ella.
-Ven abajo y te las doy-respondió el detective, estando a punto de soltar las lupas cuando Sara le interrumpió.
-¡El azul es Gona, yo soy el morado!-se quejó, pues Gona había llegado antes y había estado a punto de quedarse sus lupas.
Exo apuntó a Gona, haciéndole apartarse para que no le matara, viendo como Sara cogía las lupas y se colocaba detrás de la morsa, que en esta ocasión era el rojo. Luh estaba en la cocina, riéndose de la discusión que comenzaron los otros tres cuando Gona, como un perro apaleado, se empezó a quejar de que siempre tenía preferencia hacia Sara.
-Claro, el Exorinha es real-dijo Macu, que había permanecido en silencio, pues había tenido la mala suerte de aparecer justo al lado del asesino, pero que por una vez no se había quejado, ni había dicho nada cuando le había matado.
Los otros se rieron un poco y siguieron con la discusión, mientras Luh miraba el tabulador y procedía a buscar lupas, aprovechando los pasadizos del mapa para que sus compañeros no le vieran. Escuchando a los pocos segundos el ruido que hacía el asesino a matar a dos compañeros, por lo que aceleró, buscando la sexta lupa.
-Luh...Compañero...No te escondas-dijo Gona con voz cantarina, haciéndole caer en la cuenta de que él era el asesino-Ven a tu destino.
-Corre Luhser-dijo Exo, riéndose por algo que él no terminaba de entender, aunque los demás parecía que sí, pues también se reían-Mi pistola está en el centro y Gona no está allí.
Luh asintió aunque no le pudieran ver y corrió hacia allí, encontrándose de frente al asesino, que no tardó en matarlo y, que para su sorpresa, era morado. Sara se río y Luh suspiró derrotado, soltando a los pocos segundos una pequeña risa mientras en la pantalla ponía "The murderer wins, the murderer was Sarinha_3" mientras aparecían todos en el lobby con sus skins habituales.
-La asesina era Sara-se quejó y llevó a su personaje a una esquina, poniéndolo de cara a la pared como si tuviera un berrinche, haciendo que los otros tres se rieran más.
-Bueno...Gona no estaba allí-se rió Exo, al fin y al cabo, él no había mentido en ningún momento.
-Gracias Gonis...-dijo Sara alargando la i, haciendo como si le estuviera pagando su parte, broma que ya había usado el osito anteriormente.
-De vosotros me esperaba la traición, pero de ti...-dijo fingiendo un tono traicionado, dándole unos golpecitos al personaje de Gona para luego volver a la esquina.
-Oh...¿Gonaluh ya no es real?-preguntó en broma Macu y Luh movió a su personaje negativamente, causando más risas en las que él también participó.
Cuando dejaron de reír despidieron el vídeo y salieron del juego, pero no colgaron la llamada grupal, pasando un rato discutiendo quién se quedaría con esa partida, disputándosela Sara y Luh más que los demás, pues Sara defendía que ella había sido la asesina y por eso debía ser suya, pero Luh decía que se la merecía por la traición. Finalmente Gona votó por Luh y, tras las quejas de que eso era favoritismo, el resto también decidió que se la quedara él, compartiendo después unas risas antes de que cada uno se desconectara de Skype, pues eran casi las doce de la noche.
-Gona-dijo Luh antes de que su amigo tuviera tiempo de colgar.
-¿Qué pasa compañero?-preguntó un poco extrañado.
-Nada-respondió Luh, empezando a preocuparlo, lo conocía lo suficiente como para saber qué le había retenido por algo, pero estaba demasiado cansado para ponerse a presionarle.
-Vale, pues mañana hablamos, pero ya sabes que cualquier cosa estoy aquí-dijo como despedida y finalizó la llamada, preparándose para dormir sin quitarse la duda de la cabeza.
Luh suspiró, no sabía por qué le había llamado, simplemente quería oírle un rato más, pues no tenía sueño. Lo peor es que ya llevaba unos días así, tenía la necesidad de hablar y estar más tiempo con Gona, sin poder quitárselo de la cabeza prácticamente en ningún momento. Eso en sí no era malo, pues Gona era su mejor amigo y no era tan raro que pensara en él, pero en los demás no pensaba tanto tiempo, de vez cuando le venía a la cabeza los otros tres pues también eran muy buenos amigos suyos, pero no era lo mismo. Se pasó las manos por la cara y fue al baño a lavarse y los dientes y ponerse el pijama, soltando un bostezo cuando ya se estaba acostando, pero aún así los minutos empezaron a pasar y él no podía conciliar el sueño. Se giró sobre el lado derecho y cogió su móvil que estaba en la mesita, había pasado más de media hora desde que habían cerrado Skype, pero aún así se metió en Whatsapp y le mandó un mensaje a Gona aunque saliera desconectado, si no lo veía en ese momento podía verlo por la mañana.
-Hola :))-escribió, dudando un par de segundos si mandarlo o no, aunque terminó haciéndolo.
Los segundos pasaron y se convirtieron en un minuto, un minuto en el que no había recibido respuesta, por lo que suspiró y decidió que se pondría una peli o algo para poder dormir, hasta que vio cómo su amigo pasaba a estar "en línea".
-Hola :) ¿No puedes dormir?
-Nop.
-¿Problemas?
-Nop-respondió, aunque dudó de si esa respuesta valdría para su situación, ¿no dejar de pensar en tu mejor amigo contaba como problemas?.
Antes de que Gona pudiera responder de nuevo Luh le dio al botón de llamada, sorprendiendo a ambos, pero la llamada fue aceptado y los dos, que estaban ya tumbados en sus respectivas camas, se llevaron el móvil a la oreja, guardando silencio durante unos segundos.
-¿Qué haces llamando tan tarde?-preguntó Gonzalo, si antes empezaba a estar preocupado, era lo estaba bastante, Luh se estaba comportando raro, pero no sólo ahora, llevaba así unas cuantas noches.
-Estábamos hablando, ¿qué más da que hablemos por llamada?-respondió encogiéndose de hombros aunque su amigo no le viera.
-¿Estás seguro de que no te pasa nada?-cuestionó de nuevo, recibiendo como respuesta un suspiro.
-Tengo insomnio-añadió tras pensarlo unos segundos, no era mentira y así su compañero podía relajarse.
-¿Y qué quieres que haga? ¿Te canto una nana?-preguntó bromeando, decidiendo que aceptaría el insomnio como respuesta al menos por esa noche, pero que al día siguiente preguntaría en serio, quizá incluso le pidiera ayuda a Sara, ella siempre parecía entender lo que les pasaba.
-Sí tío, cántame una nana-respondió Luh, mitad en serio mitad siguiendo la broma, le tranquilizaba escuchar la voz de Gona, así que eso quizás podría ayudarle.
-¿Qué? No-se río al otro lado del auricular.
-Cuánto antes me duerma, antes podrás dormir tú.
-Está bien-accedió, lo que le acababa de decir era cierto, aunque tampoco creía que fuera a dormirse porque él le cantara nada.
Unos minutos después Luh dormía con el teléfono abandonado sobre la almohada y Gona, tras comprobar diciendo su nombre, que estaba dormido, colgó, riéndose un poco mientras conseguía dormirse él también, definitivamente, Lutfi estaba muy raro.

Gonaluh is realDonde viven las historias. Descúbrelo ahora