Un Ángel En Proceso ~ BTS x Jimin

1.Solo su voz puede sanar mis heridas (Kookmin)

Nota: El fanfic no tiene una línea de tiempo establecida, así que los acontecimientos varían uno del otro. Puede contener similitudes con la realidad pero los hechos están escritos desde la perspectiva de la escritora. ¡Disfrútenlo!

Jimin estiraba sus extremidades antes del ensayo pre-concierto, el clima era agradable y las suaves risas de los demás miembros acariciaban su corazón. A su lado JungKook junto a Taehyung trataban de mantenerse calmados pero la hiperactividad de la juventud pudo más que ellos y de un momento a otro se encontraban corriendo en el escenario que todavía se encontraba en estado de construcción.

-Chicos no corran, podrían lastimarse – pidió con autoridad Namjoon pero apenas sus palabras salieron de su boca un quejido alertó a todos los presentes.

JungKook en su afán de saltar sobre unas cajas enanas que contenían los equipos se tropezó con ellas ocasionando que unas de sus afiladas puntas abrieran una herida en la piel de su talón. El dolor era soportable pero el saber que por una simple travesura arriesgaba la presentación en Londres de aquella noche, hizo que empezara a llorar tal cual un niño.

Sus hyungs junto a los miembros del staff lo auxiliaron y tras llevarlo a la enfermería recibieron la noticia de que se les daría unos puntos en la herida por lo que los movimientos como los que el baile producía estaban descartados por lo menos una semana.

Ante el diagnóstico del médico la tristeza se apoderó del trabajador maknae de BTS.

                                                                                         ------

El concierto había sido mágico e increíble al igual que todos los demás, el solo estar rodeado de miles de Armys hacían que los corazones de los miembros del grupo saltaran de alegría aparte que en Londres sus familias se encontraban reunidas por lo que se volvía aún más especial aquella presentación. No habían faltado los momentos tristes ya que debido a la lesión Jungkook debió presentarse sentado en una silla ,por lo que era inevitable llorar para él en algunos momentos, donde sentía que se actuación decepcionaba a sus fans y en especial a sus padres que lo apoyaban desde la zona VIP.

Ahora un poco más relajado en su hotel, luego de haberse despedido de sus padres quienes no pararon de llenar de elogios a su hijo, miraba atento una película en la televisión. Junto a él, con la cabeza apoyada en su abdomen se encontraba Jimin quien leía atento un libro que lo había atrapado en los últimos días.

-¿JungKook?

-¿Qué pasa, hyung?- contestó el menor saliendo de sus tormentosos pensamientos.

Jimin dejó de lado su libro y conectando sus ojos desde el lugar que se encontraba le respondió.

-No estés triste...

-No estoy triste

Jimin lanzó un suspiro cuando el menor alejó la mirada, sus ojos llenándose nuevamente de lágrimas que no se permitía soltar por orgullo. Antes de seguir con la conversación el mayor se atrevió a dejar un pequeño beso a la altura del corazón del menor que ahora latía de manera menos dolorosa, un pequeño toque de Jimin era un analgésico para Jungkook.

-Lo que quiero decir, Kookie, es que dejes de atormentarte con la situación... eres muy fácil de leer y echándote la culpa por todo lo que pasó no acelerará el proceso de recuperación, hasta podría empeorar tu herida – Jimin en un suave movimiento apoyo su oreja donde momentos antes había dejado la huella invisible de sus labios mientras el menor con un suave sonrojo lo observaba – Escucho tu corazón y eso solo significa una cosa, mientras siga latiendo de esta manera tan hermosa todo lo que suceda tendrá solución... aunque hoy no pudiste expresarte con tu cuerpo, tu voz fue suficiente para hacer vibrar a todas las Armys que nos vinieron a ver, incluso tus padres, nunca los había visto tan orgullosos como cuando te felicitaron por tu presentación ... Kookie eres un ser maravilloso aunque a veces pareces un niño, sé que eres un hombre lleno de metas y tal vez hoy no fue tu mejor día pero mañana seguro será mucho mejor.

Las lágrimas habían sido evaporadas por la calidez de Jimin ahora solo una tierna sonrisa adornaba el rostro de JungKook, quien alzó una mano hasta los cabellos del mayor y los acaricio levemente.

-Gracias, hyung

-¿Por qué?- murmuró el mayor en un bostezo, provocado los toques del maknae y los latidos de corazón.

- Por estar aquí, por todo- La sonrisa que le regaló Jimin era tan hermosa que se permitió perderse en ella hasta que la voz de aquella persona lo volvió a la realidad.

- Aprendiste la lección, verdad... ¿Dejaras de hacer travesuras?

-De eso no estoy seguro, hyung... no sería Jeon JungKook si me quedará tan quieto como Suga Hyung cuando se le da un descanso en los ensayos.

La risa tan característica de Jimin inundó la habitación y con ella la esperanza que mañana sería mejor que el hoy se volvió más tangible para el inquieto maknae.

Porque mientras pudiera escuchar las palabras reconfortantes de Jimin, aquellas que siempre conseguían aliviar su dolor; todo lo malo se alejaría de él.

"Increíble sus labios, sus pensamientos y sus palabras están benditos... ¿a qué ángel robaste tan hermoso don, Jimin-hyung?"