Capítulo 5 - El alcohol y los sentimientos no combinan

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Hay un silencio medianamente incómodo. Pero Johnny lo corta de inmediato.
-¿Cómo es que un profesor tan joven puede ser así de exitoso?
Alan ríe antes de contestar.
-Me siento halagado, Depp. Tuve una buena preparación. Estudié literatura en NYU y como tuve un historial excelente mis profesores me recomendaron. Además mientras estudiaba estuve trabajando en varios lugares. ¿Ustedes qué quieren hacer?
Johnny toma la palabra emocionado.
-Yo quiero ser actor. Deseo poder inspirar a millones de personas en todo el mundo. -estas palabras salen de su boca acompañadas de pasión y un brillo en sus ojos. -luego voltea hacia mí y pregunta- ¿Tú qué quieres hacer?
Odio esta pregunta. Por supuesto qué sé qué quiero hacer, quiero recorrer el mundo, ser libre, olvidarme de todos. Peor cuando la gente pregunta esto siento nauseas, no sé qué hacer con mi vida. No sé qué voy a estudiar.
-No lo sé.-digo en un tono bajo.
-No te preocupes, tienes tiempo para pensarlo. Además te diré un secreto: tienes mucho potencial para muchas cosas, no es necesario que te encadenes a una sola carrera. Piénsalo bien. -Alan siempre sabe qué decir.
Después de esto los tres seguimos hablando durante horas. El vino fluye y cuando la primera botella se acaba Alan trae una botella de vodka.
-Lo siento, esto es lo único que tengo. No acostumbro a beber mucho.
Seguimos bebiendo y conversando. Me la estoy pasando muy bien. En un momento Alan anuncia que se siente cansado.
-¿Cómo puedes estar cansado?-digo mareada, gracias al alcohol. Los otros dos están igual que yo.
-Mina, ya son las 12 de la noche. -Johnny me señala el reloj de pared.
-Mierda. -honestamente no me preocupa.
-Se pueden quedar a dormir aquí si quieren. No dejaré que conduzcan así.
-¿En serio no hay ningún problema, Alan?-digo agradecida de su oferta.
-Por supuesto, les traeré mantas.
Y así lo hace, nos prepara los sillones grandes para dormir. Pero yo aún no quiero que esto acabe.
-Chicos, ya me iré a dormir. Tengo trabajo en la mañana y ustedes tienen clase, así que sugiero que hagan lo mismo, aunque sé que me van a ignorar.
Nos despedimos de Alan viendo cómo sube las escaleras con trabajo. Johnny y yo decidimos ver la televisión antes de dormir.
-Gracias por invitarme. No está nada mal para el primer día de clases.-los ojos de Johnny se ven vidriosos pero contentos.
-De nada. Yo también estoy bastante feliz.
-¿Por qué?
-Al fin tengo un amigo en esta escuela de mierda. -oh, no. El alcohol actúa como un elixir de la verdad en mí- Además de Alan, claro.
-¿De verdad te caigo bien?
-Sí, mucho.
Johnny sonríe. Me ve a los ojos y se ve genuinamente feliz. Pero luego su mirada se vuelve muy triste. Casi me dan ganas de llorar de tan solo verlo.
-¿Dije algo malo? -pregunto confundida.
-No, es solo que... no sé. Si de verdad supieras quién soy no querrías tener nada qué ver conmigo. Tú eres algo así como... perfecta.
-¿Yo perfecta?-no puedo aguantarme la risa- Oh, Depp. Estás tan lejos de la verdad.
-Como sea. ¿Tienes frío? Yo me estoy congelando.
Alan nos había comentado que la calefacción estaba descompuesta y en el piso de abajo la temperatura estaba tan baja que las narices se volvían rojas y frías.
-Sí, bastante.
Johnny me acerco a el y compartimos una manta. No sé cuánto tiempo pasó, pero entre sueños oí como Johnny apagaba la televisión y sentí que se acurrucaba conmigo. Nunca me había sentido así de cercana con alguien. Pude haberlo quitado en ese momento, pero no quería que estuviera lejos, así que me relajé y nos quedamos dormidos.

No me dejes caerDonde viven las historias. Descúbrelo ahora