No me dejes caer

Capítulo 4 - No todo es como parece

- Si tienes un compromiso no quiero interrumpir.- me susurra Johnny mientras esperamos al profesor Grey.
- Johnny en serio me gustaría que vinieras con nosotros.- lo miro a los ojos y le dedico una media sonrisa.
Como el profesor Grey demora mucho nos sentamos a esperar en las escaleritas de la puerta de entrada. De pronto sentí que alguien me miraba, voltee a ver a Johnny y se sonrojó porque lo descubrí, lo cual provocó que yo también me sonrojara.
- Listo, vámonos.- Wow, el profesor Grey trae una carita de cachorro regañado lo cual me intrigó.
De camino a mi coche iba librando una batalla interna sobre preguntarle a Alan porque venía así. Obviamente fue una pelea con Casandra ¿pero por qué? Habrá sido por mí, por mi suspensió. ¡Bah! Al llegar decido mejor no preguntar.
- ¡Vaya! Bonito carro.- dice Johnny quien tiene los ojos como plato.
- Gracias.- "Lo sé, lo sé" digo en mi mente- Bueno, nosotros lo seguimos profesor Grey, Johnny, sube.
La casa de Alan está del otro lado de la ciudad y como Johnny no decía nada me decidí a  poner algo de música para amenizar el ambiente.
- Espera un momento.- dice Johnny sobresaltándome- ¿Es Marilyn Manson?
A través de las bocinas de mi auto se puede apreciar la melodiosa voz del joven y extrovertido Marilyn Manson interpretando "Coma White" del álbum "Mechanical Animals". Me sorprende que Johnny supiera quién era el que cantaba.
- Sí.- digo con una voz cantarina, lo cual suena muy estúpido- Es mi cantante favorito.
- El mío también.
-Bueno, señor Depp. Creo que esta nueva amistad está resultando mejor de lo que esperaba.
-Creo que nunca he tenido amigos.-por un momento deja esa actitud positiva y su mirada se torna un tanto oscura.
-¿Qué? -suena difícil de creer, pero le sigo la corriente- Tú pareces el típico chico popular que al final de la película consigue a la chica bonita.
-Sí, en relidad es un fastidio ser el más guapo de todos. -rie y así, en un segundo, regresa a ser el mismo de siempre. -Pero ya en serio, obviamente conozco gente y me ha ido bien en las escuelas, pero la verdad es que odio a esas personas a las que no les importo y no les interesa saber de mí, solo ven el exterior.
No sé qué decir, pero por suerte, (y por segunda vez en el día) Alan me salva cuando se estaciona frente a una grande y bonita casa. Está pintada de color crema y tiene un amplio portón rojo.
-En fin, hemos llegado.- le digo a Johnny mientras me bajo del coche.
Los dos bajamos y Alan nos invita a pasar.
-Wow, linda casa.-digo mirando alrededor.
-Gracias. Es el producto de trabajar duro. 
Entramos a la sala de estar, hay dos sillones para tres personas cada uno y dos sillones individuales. Rápidamente me instalo en uno de los sillones individuales mientras Alan sirve vino en tres copas. Johnny se sienta en el extremo del sillón grande frente a mí y cuando Alan regresa reparte las copas y a continuación se sienta en el otro extremo del sillón.
-Técnicamente no deberíamos beber alcohol.-digo en un tono juguetón.
-Entonces tendrá que ser nuestro secreto.-Alan sonríe. Parece estar cómodo en nuestra compañía. -¿Y qué hacemos ahora, muchachos?