Capitulo 3.

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-Y eso fue lo que pasó en el velorio.- Digo con un suspiro.

Después de enviarle un mensaje a Sara ella me respondió en menos de cinco minutos, me dijo que me esperaba en el apartamento.

Al llegar a su apartamento, me sube corriendo a su cuarto y antes de imaginármelo ya le estaba contando todo lo que había pasado en el velorio de mi mamá.

-¿Así que fue una mierda?- Pregunta Sara mientras se pone la pijama.

-Sí, no sabes todo lo que desee no estar ahí, solo estaba gente hipócrita dando el pésame- suspiro.- Dios, no sabes la impotencia que tenía de decirle a la mayoría que se fuera, que dejaran de ser tan hipócritas.- exclamó

me levanto de la cama para ponerme la pijama, ya que no era mía me quedaba un poco grande.

-No me imagino Mel, es asqueroso cuando la gente dice "Oye, siento tu dolor" y es como...- forma puños en sus manos - ¡tú no sientes mi dolor, nadie siente mi puto dolor!- grita.

Sara ha pasado por algo similar a lo mío, su padre murió cuando tenía 5 años y a su padastro lo mataron cuando tenía 15.

Después de todo lo que pasó decidió vivir sola, quería estar en paz sin escuchar a su madre llorar, ya era demasiado.

-Oye, cálmate- la abrazo después de haberme puesto la pijama y estar sentadas en la cama, le secó las lágrimas y la abrazo.

-Lo siento.- termina de secar sus lágrimas y rápidamente vuele a estar calmada.-entonces ¿qué harás, volverás a la universidad?- dice con preocupación. - Recuerda que tienes una beca y es muy difícil ganarse una.

-Ya lo sé, pero no sé qué haré con mi padre, aún siento que debo estar cerca de él- me muerdo el labio antes de que me salgan lágrimas, no puedo dejar a mi padre luchar contra la pérdida de mi mamá.

-Sé que sientes eso, pero tú padre lo tendrá que solucionar, el no te puede hundir en ese hueco de soledad.- me suelta el cabello y empieza a peinármelo.- Sabes, podrías vivir aquí un tiempo, mientras él se calma, creo que debería ir donde sus papás, así tendrá compañía y tú podrías seguir tus sueños.- y me sigue peinando el cabello.

¿Alguna vez dije que me da sueño cuando me soban el cabello?

Sé que ella tiene razón, podría hacer eso, pero mis abuelos no lo quieren ver o eso creo, tendría que hablar con el.

-Bueno, mañana miro que hago, gracias por escucharme, te amo- me acuesto y le doy un beso.

-Te amo más- y me abraza.

Pero, en realidad no puedo dormir, no puedo dejar de pensar en cómo mi vida cambió en menos de dos semanas, ya no salgo, ya no hablo con nadie, ya no me puedo desahogar con mi madre...
Mi madre, me hace tanta falta, su comida, el olor de su perfume por toda la casa, la música loca que ponía. No puedo creer que ella ya no esté aquí.
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-¡Mel!- alguien grita detrás de mí pero no puedo identificarlo.

-¡maldita sea Melody, si no te despiertas ya, juro que te saco a patadas de la cama- ahora sí, esa voz es de Sara y esta cabreada y ni idea del por qué.

-Ay Sara, ¿qué pasa?- despierto y aún no he podido acostumbrarme al sol que entra al cuarto de Sara, es como si estuviera al lado de éste.

-Es tu papá, me acaba de llamar dijo que iba a ir donde tus abuelos-
Me levanto de golpe y agarro el teléfono.

-¿Si?- mi voz está un asco, como si me hubiera enfermado diez mil días seguidos.

-Hola Mel, siento apenas avisarte, estoy donde tus abuelos, te deje las escrituras de la casa en la mesita de la cocina  y también te deje dinero en las tarjetas de crédito, con eso basta vivir durante un tiempo-dice.

Inocencia perdida.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora