Cameron.
En cuanto desperté lo único que hice fue quedarme en sentado en la cama como si no supiera que, no tenía idea de que hacer, no sabía si estar aquí esperando o simplemente salir e ir hacia ese maldito hospital, maldita sea.
Tome mi celular de la pequeña mesa que se encontraba aún lado de la cama el cual ahora solo tenía 23% de batería, y eso lo usaría para tratar de comunicarme con Alisha.
Me puse mis zapatos para salir e ir a casa a ducharme y cambiarme.
-¡Buenos diaaaaaas!- Se escucho la voz chillona de Korney retumbar por la sala de estar.
-Hola, mi niña.- Me puse a su altura y la cargue.
-¿Y mi tía?- Frunció el ceño.
No me hagas esto ahora.
-¿Qué tienes?- Tomo mi cara en sus pequeñas manitas.
-Solo estoy cansado, mi amor.-
-¿Hiciste ejercicio?-
Solté una carcajada.
-Buenos días, Cam.- Salió de la cocina Vanessa.
-Buenos días.- Le conteste.
-Kor ve a cambiarte, ya deje tu ropa en la cama.- Asintió y la deje en el piso para ver cómo corría.
-¿Sabes algo?-
-Creo que ya está fuera, no quiere hablar con nadie.- Suspiro.- Paul dijo que la fue a llevar hace unas horas.- Asentí.
-Iré a ver cómo está.-
-Ten un poco de paciencia, ¿sí?-
Asentí para salir de la casa, tomar mi auto y dirigirme hacia los departamentos.
Dios, que todo salga bien.
Tardé unos cuantos minutos en llegar a el edificio y a juzgar por la cara de Fred no todo está bien, tome el elevador y en ese tiempo no hice más que pensar, ¿qué le diría?, como se supone que un día estás bien y al día siguiente te enteras que tu novia tiene una enfermedad que puede acabar con su vida sin pensarlo.
El elevador se abrió dejándome frente a la puerta de Danielle, así que toque.
Espere unos cuantos segundos y nada, así que, volví a tocar.
-¿Alisha?- Recargue mi cabeza en la puerta, esperando.- Alisha, por favor, abre.- Suspire.- Se que estás ahí.-
-Vete, no te quiero ver.-
-Pero yo sí a ti, así que, ábreme.-
-¡No lo haré!-
-Tenemos que hablar.- Se escucho mucho ruido por dentro.- ¿Qué estás haciendo?-
Siquiera contesto.
-Alisha, ábreme ahora.-
No quería abrir la puerta sin su consentimiento pero aún así, lo hice.
Pero no era la escena que quería ver o la cual me imaginaba.
-¡¿Qué jodidos estás haciendo?!- Dije al verla hacer su maleta.
-Me voy de aquí.- Sí quiera me miro a los ojos.
-Explícame el por qué.-
-No puede seguir con esto.- Empecé a sacar las cosas de la maleta.- ¡Deja ahí!-
-¡No!, deja tu ahí, ahora dime la razón por la cual te vas.- La tome de los brazos e hice que me viera a los ojos.
-Porque si.- Me miro y luego desvío la mirada.- Ya no te quiero.- Susurro lo último.
-¿Qué dijiste?-
-No te quiero.-
-¿Prefieres dejar esto por una mentira?- Volteó a verme.- Ya se la razón.-
-¡Entonces si ya sabes, ¿porque no me dejas?!- Su voz se quebró.
-¡¿Cómo se te ocurre que te voy a dejar?!-
-¡No quiero que estés conmigo por lastima!- Se sentó en el sillón y cubrió su cara con las manos.
-Escucha Alisha, jamás estaría contigo o con otra persona por lastima.- La abrace.-Que estés enferma no va cambiar lo que siento por ti.- Bese su cabello.
-Tu mereces ser feliz con alguien normal.-
-No quiero a nadie más.-
-No te puedo hacer esto, ¿entiendes?- Me miro por primer vez desde que llegue.
-¿Hacerme que?-
-No puedo tenerte amarrado mi, no puedo continuar sabiendo que estás conmigo porque te dio en dejarme.-
-Alisha.- Tome su cara en mis manos.-No estoy ni estaré contigo por lastima, date cuenta que te quiero y ninguna cosa hará que cambie porque estoy enamorado de ti.-