Dia 1

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*Yo... - no sabia que hacer, teníamos que hablar de esto en un mejor momento. - mejor hablamos mañana ¿te parece? - pregunté a punto de quebrarme.
*claro, piénsalo, iré mañana a verte si te parece.
*si, nos vemos, adiós.
*Dios te bendiga Kelly, Hasta mañana - pude oírlo suspirar al otro lado del célular, colgué la llamada para finalmente acostarme y reflexionar un poco.

No, no quiero, no estoy lista aun, no fui hecha para eso, no es lo mio, da miedo y... Si caigo, tendré que dejar la música que amo, la forma en la que me gusta vestir, la forma de hablar, las cosas que leo, prácticamente toda mi forma de ser, y eso da miedo, nadie quiere dejar lo que adora, y es que esto es tan difícil ¿acaso alguien me entiende?, ¿saben lo difícil que esta siendo para mi?, no, no sabia como le aria pero tenia que librarme de esto de una u otra forma, algo estaba claro, no estaba lista.

Caí dormida a mitad del acto, con un poco de ayuda quede completamente rendida.

El sonido de la cocina me despertó, era mamá seguramente preparando el desayuno , me puse unos zapatos cómodos y baje.

-Buenos días Kelly ¿ese milagro que te despiertas temprano en vacaciones?
-no podía dormir.
-¿quieres desayunar? - tarde un poco en reaccionar pero al final acepte.
Puso frente a mi un plato con sopa y un café y pan, no se como le asen en unas casas donde siempre desayunan fruta y cereal, pan tostado y esas cosas saludables, yo con suerte en la mañana me hacía unos cuantos tacos y el desayuno saludable jamas se cumplía. Ella comenzó a orar, opte solo por esperar a que terminara de hacerlo para después continuar.

- ¿que tal el trabajo? - pregunte para romper con el silencio que se formó en nosotras.
-hay mucho trabajo, y en ocasiones es demasiado cansado. - mamá era esa persona que daba su punto de opinión en las noticias del periódico todos los días, es buena escribiendo, aunque no le gusta que tenga que dar puntos de opinión en la política o temas de controversia, aun así le daban el dinero necesario para mantenernos en buenas condiciones, no teníamos lujos pero si lo necesario, nos enseñó a ganarnos las cosas a Sarah y a mi.
-¿que tal Jeff? - casi me ahogo con el café.
-¿Jeff?, todo bien, creí que ayer habías hablado con el.
-solo lo encontré en el camino, seguro el iba a la congregación.
-si, es una buena persona , aunque es muy imperativo y alegre, e... Insistente. - mamá me miró sorprendida. - ¿que?.
-Insistente ¿Cómo?
-mamá... Quiere hacerme cristiana.- Rió.
-que tenga a Dios de su parte para lograr eso-tomo su bolso y salio de casa deseandome un buen día y diciéndome lo mucho que me quería, al final de cuentas se esta esforzando.

Subí a mi habitación, me bañe y me vestí como siempre, una blusa delegada de manga 3/4 color gris, los ya normales pantalones negros y los únicos tenis que tenia los cuales ni de marca eran.

Arregle mi poco desastre en el cuarto y lave mi ropa, mamá nos había enseñado a que una buena mujer debe tener todo arreglado en orden y limpio, no me gusta eso de el quehacer pero un lugar desarreglado es estresante.

Me dirijo a la cocina y lavo los pocos trastes sucios que hay, solo somos 2, la casa esta nuevamente silenciosa, detestó eso, pongo un poco de música, algo de punk traerá alegría a esta casa.

Después de todo con respecto a la limpieza e terminado y me caigo rendida en el sillón de la sala, estoy agotada, no imagino a mamá en clases y tener que lidiar con ser madre, trabajadora y estar a pendiente de la casa, esto era menos cansado cuando Sarah me ayudaba o prácticamente ella hacía todo porque yo me levantaba tarde.

Subo a la habitación para ver que nada falte, admiro mi pared llena de posters de distintas bandas de música que escucho, a Sarah no le gustaba para nada y un día intento quitarlos, yo los defendí mas que a mi amiga y finalmente no me tuve que despedir de ninguno de mis amados posters.

Abre tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora