La locura se aproxima

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Adrien y yo nos encontramos sentados a la orilla de un río, el agua se ve muy cristalina y se pueden notar los pececillos que nadan en ella, ni uno de los dos dice palabra hasta que por fin se rompe el silencio.

- Princesa - me llama Adrien.

- ¿S-Si? - pregunto sonriendo y regreso a verlo.

- Lo que he estado tratando de decirte todo este tiempo es que eres el amor de mi vida y quiero pasar lo que me resta a tu lado - regresa a verme con una sonrisa.

- ¿L-Lo dices en serio? - pregunto sorprendida.

- Claro que si - me toma de la cintura con sus manos, me mira a los ojos, se acerca lentamente y me besa con ternura.

- ¡Marinette! ¡despierta ya, cariño! ¡vas a llegar tarde al colegio! - me avisa mi mamá desde la pastelería, haciendo que me despierte y caer en cuenta de que lo que estaba sucediendo era un sueño.

- 5 minutos más mamá - digo colocándome boca abajo y me pongo la almohada sobre la nuca para taparme los oídos.

- Marinette tu alarma no deja de sonar desde hace rato - dice Tikki jalando mi cobija.

- Estaba soñando, Tikki - digo más dormida que despierta.

- ¿Podrías contarme el sueño mientras te alistas para la escuela? - dice con tranquilidad - tus clases empezaron hace media hora.

- ¿¡Qué!? - tomo mi teléfono para ver la hora - otra vez llegaré tarde.

Salto de mi cama y corro a alistarme, Tikki insiste en que le cuente lo que estaba soñando. Mientras me aseo y me visto le cuento todo, al parecer no tardo mucho arreglándome porque cuando acabo de contarle ya estoy lista para irme al colegio.

- Tal vez tu sueño pueda cumplirse - dice Tikki mientras entra en mi bolso.

- ¿Tu crees? No... ¿O sí? No... - digo mientras hago ademanes y termino cubriéndome las mejillas con los puños, consigo que Tikki suelte una risita.

- Ya vámonos, Marinette - dice Tikki mientras se encierra en mi bolso.

Salgo de mi cuarto, me despido con besos de mis padres, salgo de mi casa y camino al colegio, más bien comienzo a correr porque ya es tarde.

Corro por la escuela y ya estoy por entrar al salón de la Señorita Busier, pero justo en la puerta choco con alguien y pierdo el equilibrio, provocando que caiga de espaldas, cierro los ojos y suelto un grito chillón, pero la persona con la que choqué me toma rápidamente de la cintura con una mano y de la espalda con la otra y yo rodeo su cuello con mis manos en acto de reflejo. Cuando me siento segura de no caer, abro los ojos uno y después el otro.

- Nathanaël - digo viéndolo a los ojos.

- H-Hola Ma-Marinette - se ruboriza.

- ¿Qué estás haciendo? - digo respirando por la boca.

- Yo... ha... hmm... - no es capaz de formular ni una palabra.

- Gracias por atraparme - digo avergonzada y me doy cuenta de que aún estoy en sus brazos e inmediatamente me pongo de pie.

- N-no fue nada - dice enderezándose - ¿estás bien? 

- Sí, no fue... - suspiro para controlar mi aliento - no fue nada - me paso un mechón de pelo por detrás de la oreja.

- Bien... nos vemos mañana, pasaré por ti para ir al baile ¿ok? - me sonríe.

- Ok, nos vemos - me despido de él mientras entro al aula y noto que todos nos estaban viendo.

Trato de ignorar las miradas y todo tipo de comentarios que están revoloteando por el aula mientras camino con rapidez hacia mi asiento con la mirada abajo. Me siento al lado de Alya.

- Bueno clase por favor, guarden silencio y les seguiré explicando el tema - dice la Señorita Busier para silenciar el salón.

- ¿Qué sucedió? - me susurra Alya.

- Se me hizo tarde - le susurro.

- Eso ya lo sé - susurra - me refiero a Nathanaël.

- Nada, ¿por qué salió de la clase?

- No salió, lo sacaron, al parecer estaba dibujándote, Chloé se encargó de divulgarlo.

- Ah - digo y ambas callamos.

Regreso a ver a Adrien, no quise hacerlo cuando entré porque tenía mucha vergüenza pero ahora quiero cerciorarme de que no está molesto, decepcionado o qué sé yo. Él no está mirándome, sólo está prestando atención a la clase con una mirada muy seria. Prefiero esperar a que la clase termine para acercarme a hablarle.

- Adrien - le hablo mientras lo tomo del brazo cuando estamos saliendo del aula.

- Marinette - me responde en seco - ¿qué sucede?

- Nada - digo mientras lo suelto y comenzamos a caminar por el pasillo del colegio - ¿cómo estás?

- Bien, ¿y tú? - tiene su mirada en el frente.

- Bien - acerco mi mano lentamente a la suya mientras seguimos caminando y con torpeza logro que entrelacemos nuestros meñiques, él baja la mirada y responde a mi acto con una pequeña sonrisa. Ambos cruzamos nuestras miradas.

- Hola Adrien - interrumpe inoportuna Chloé llegando de la nada.

- Chloé - le responde Adrien a Chloé, quien inmediatamente voltea a ver nuestros meñiques juntos.

- ¡Qué repulsivo! - exclama Chloé señalando la unión de meñiques - ¿cómo es posible que dejes que esta te tome de la mano? - no deberías dejar que cualquier cosa venga y se te acerque - se cruza de brazos.

- Marinette tiene su nombre, Chloé, no quiero que la vuelvas a insultar ni a llamarla de otra manera - Adrien me toma por completo de la mano - te guste o no, Marinette significa mucho para mí, es mi compañera, mi mejor amiga y es la persona con la que quiero estar - da un suspiro y habla con más tranquilidad - pero puedes despreocuparte, ya no dejaré que cualquiera venga y se me acerque. No iré al baile contigo, Chloé.

- ¿¡Qué!? - refunfuña - ¿Cómo puedes decirme eso a mí? - pone sus manos en su cadera - esto no se va a quedar así - dice lanzando una mirada encaprichada y se va.

Veo la expresión de Adrien, está mirándola molesto, como si quisiera asegurarse de que se está yendo y no volverá. Nuestras manos aún están entrelazadas.

- Adrien - le llamo y al regresarme a ver su gesto cambia a uno de total atención - agradezco que hayas puesto a Chloé en su lugar y todo eso, pero ahora no tendrás pareja para el baile.

Descuida - empieza y comenzamos a caminar a un ritmo lento - Juleka me había invitado hace unos días, creo que ella entenderá que decidí no ir con Chloé.

- Ah, bien, Juleka es mejor que Chloé - seguimos caminando hasta llegar a un cruce de caminos y nos detenemos para despedirnos - nos vemos mañana - digo.

- Nos vemos mañana - contesta.

Dejamos que nuestras manos se suelten lentamente mientras caminamos en sentido contrario y poco a poco perdemos nuestro tacto.

Mañana será un lardo día.

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Hola 7u7

¿Alguien más vio la final de Master Chef Junior México? Casi lloro al ver a todos juntos :'c

Por cierto la escena del laboratorio con Nathanaël me sucedió e_e y así como está, así sucedió xD mañana vendrá una ola de locura ;D

Los quiero mucho, mucho, mucho

La aventura de Ladybug y Chat NoirDonde viven las historias. Descúbrelo ahora