No es su rostro.
No es su cuerpo.
Es ella, su manera de pensar, de hablar, la manera en la que ríe, la manera en la que me dice que me quiere, la manera en la que me inspira a ser mejor... Es ella.

ella.
No es su rostro.
No es su cuerpo.
Es ella, su manera de pensar, de hablar, la manera en la que ríe, la manera en la que me dice que me quiere, la manera en la que me inspira a ser mejor... Es ella.