Amor de put*s - Jainico YAOI

cap 4 - Esas cosas pasan a veces

Era un día como cualquier otro en sexy silk, todo andaba bien, las chicas habían estado trabajando toda la mañana, y yo me encontraba haciendo mis papeleos de la mañana, viendo los temas del aseo y horarios, el Nico hoy no había podido venir, me llamo diciendo que se sentía mal y me pidió el día, le dije que si, no lo tendré trabajando así, esta bien que sea un conchetumare, pero no soy tan malo.

Salí de mi oficina, iba a dar un paseo, me sentía un poco cansado y necesitaba respirar un poco de aire "limpio" el lugar siempre tenia un olor a perfume permanente... nunca me gusto demasiado el perfume de mujer y tampoco me llama la atención, ni me provoca alguna sensación... que no sea asco.

Prendí un cigarro y me apoye en la muralla del lugar, me dedicaba a mirar al cielo, estaba bastante claro y con algunas nubes bastante esponjosas y blancas volando sobre el manto celeste, era un día perfecto, y el Nico se lo estaba pasando en cama, que mal por el... 

Quizá a la salida lo vaya a visitar un rato - pensé, es uno de mis trabajadores, y tengo que estar pendiente de su salud, obviamente... es por eso, al darme cuenta de mis pensamientos me sonroje y al instante tape mi rostro con mi mano desocupada... ¿Qué me estaba ocurriendo? quien sabe.

Al terminar mi cigarro volví a mi oficina, y pase el resto de la tarde atendiendo llamados y haciendo papeleos, la verdad es que hacer estas cosas no me molestaban, pero si habían veces en las que llegue a pensar que estaría bien tener una secretaria o algo, quien sabe, en una de esas me consigo alguna ayudante. Ya estaba oscureciendo y las chicas venían a despedirse de mi, ya cuando el  lugar quedo completamente vació, me dispuse a ordenar las cosas para irme, guarde mis papeles en los archivadores y mis cosas en mi mochila... si, ando con mochila, que poco profesional, pero es bastante cómodo, me saque la corbata y la guarde, me desabroche un botón y me puse mi bufanda, no hacía frió realmente, pero siempre hay que tener precaución, no quiero enfermarme ni nada de eso. Apague las luces de adentro y del letrero de afuera y salí del local, por si las dudas, eran aproximadamente las doce de la noche, aunque normalmente el local se cierra a las 4 o 5 de la mañana, hoy era día festivo, así que cerramos antes. 

Camine por la avenida para ir a tomar el metro para ir a la casa del Nico, saque de mi mochila mi celular y mis audífonos, me los puse y me dispuse a escuchar algunas canciones de rammstein y rhapsody, me gustan bastante. Ya en el metro, me senté junto a la ventana, y durante el camino me dedique a ver el túnel y las calles de ves en cuando, finalmente llegue a la estación, me puse de pie y salí, me dirigí a las escaleras y subí hasta la calle, camine hasta la casa del Nico, y finalmente llegue, como tenía bastante confianza con la familia de el recién mencionado, no hacía falta que llamara, porque tenía una llave en caso de emergencias, además por temas del fin de semana largo, la familia del Nico no iba a estar, y me pidieron que después del trabajo lo fuera a cuidar, yo acepte obviamente. 

Entre, las luces estaban apagadas, pero se veía una débil luz viniendo del segundo piso, seguramente la pieza del Nico, subí las escaleras y me puse en frente de la pieza, respire profundo y toque... pasaron unos segundos y volví a tocar, nadie respondió, volví a tocar una tercera vez, esta vez se pudo escuchar un débil 'pase', hice caso a la voz agotada y entre con cuidado de no molestar, estaba el Nico acostado en su cama, tapado hasta el rostro, con muchos pañuelos tirados y algunos frascos de remedios, además de un plato con un poco de sopa, ya fría.

No te la tomaste toda - dije molesto, el me quedo viendo, tenía los ojos entre cerrados, y su cara estaba roja.

No... no tengo hambre Jaime - al terminar tocio un poco, era una tos seca, como de perro, luego cerro sus ojos y puso su mano sobre ellos, la luz le molestaba al parecer.

¿Te sientes muy mal? -pregunte, el solo movió la cabeza - Déjame verte un poco - me acerque a el y me senté en el borde de la cama, puse mi mano sobre su frente, estaba hirviendo en fiebre, me preocupe, pues, eso era bastante peligroso, me puse de pie y fui por un pequeño paño húmedo, lo puse en su frente, me lleve la sopa y bote los papeles sucios, un enfermo tiene que estar en un ambiente limpio o contraerá sus propios bichos del aire, cuando volví a la pieza el Nico se había quedado dormido, estaba con una mano sobre su rostro y la otra bajo las frasadas, tenía la boca abierta, seguramente le costaba respirar por la nariz, debido a su congestión... era una escena bastante adorable, estaba un poco cansado, así que pensé en quedarme esa noche, y al día siguiente irme desde allí, así estaría seguro de que esa noche el Nico estaría bien.

Me dispuse a salir de la habitación, pero cuando me aleje de la cama, sentí que algo me tiraba, me di vuelta y era el Nico, me estaba sujetando con su mano, la que estaba escondida.

¿Pasa algo Nico? - Al parecer seguía durmiendo, se dio vuelta en dirección a mi, y puso la mano que estaba anteriormente en su rostro, bajo la almohada, solo sonreí, solté su mano y me di un beso en la mejilla, para luego salir finalmente de la habitación.

El Nico y yo somos cercanos, nuestra relación es bastante normal, nos reímos, bromeamos, discutimos, y nos reconciliamos, aveces sentimos que el otro es cargante y tonto, pero es así como nos queremos, nos apoyamos en todas y siempre estamos cuando el otro nos necesita... no somos amigos desde toda la vida, lo sé, pero la primera vez que lo vi reír...

Me enamore.

Pero sabía que eso no funcionaría, somos hombres, mejores amigos, además el esta pololeando, yo no, porque termine hace poco una relación bastante absurda que tenía con una pendeja, que se creía madura por estar con alguien mayor, y decía amarme, pero de una manera tan... presumida, que parecía estar conmigo solo para poder llenar su ego, o algo por el estilo.

Me dirigí al living y me recosté sobre el sillón, mientras veía mi celular me empece a quedar dormido, estaba realmente cansado, la primera imagen que vi al cerrar los ojos fue un muchacho moreno y de estatura medía que me pedía trabajar en mi prostíbulo. 

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aaaaaaaaaaah por fin, últimamente no he tenido mucha inspiración para escribir ninguno de mis fanfics, pero esto se los traigo con cariño para que lo disfruten :3 que tengan una linda semana, comenten y no olviden votar, no sean fantasmas n.nUU