Me elijo a mí

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He decido no sentirme mal cada vez que alguien no me elija.
He decidido sacarle una sonrisa a mi soledad porque realmente estoy de la mejor compañía.
O simplemente no sonreír si no quiero hacerlo porque no estoy forzada.
He entendido que soy libre y eso es gratificante.
Me he sorprendido riendo cuando solamente el viento rosa mi rostro y no hay nadie más a mi alrededor, sólo la vida de la naturaleza, ésta dejándome saber que el único oxígeno que necesito es el que me hace respirar.
Aire limpio, paz, verde, rosa, violeta, blanco, amarillo, todos los colores, lucen tan hermosos.
Me gusta el zumbido del viento, me gusta cerrar los ojos y sentir como es igual de libre que yo.
Me gusta ese instante, y en el momento de irme, mi alma se siente agradecida con la vida, ésta vida, que al pensarlo demaciado, tiene tantas variantes.
No quiero llorar en este momento, quiero volar, de hecho, puedo hacerlo, puedo hacer lo que quiera.
Quiero, puedo, lo haré, voy a vestirme de gala, sólo para mí.
Porque cariño necesitas explotar al máximo esa creatividad que hay en tí.
Jamás esperar a que alguien tenga tu mismo ojo, tu misma capacidad de apreciación, tu mismo matiz.
Tu color es uno no descubierto y eso está perfecto.
Mirando al espejo, a ver, ¡date una vuelta! Que el mundo se encarga de detenerse sólo para que tu acto sea en cámara lenta.
Que maravilloso es esto, que no sólo te veo a tí, y que así, poniéndome parte del cabello tras la oreja, también veo los paisajes en tu cabeza.
Mis latidos, que del pecho retumban todo el cuerpo.
¡Que linda, voy a ti! ¡Luces hermosa! -afirmo- señalando con firmeza a la persona al otro lado del cristal.
Achinando los ojos, acto seguido, con esta sonrisa.
Ahora a moverte, tomo mi cartera, abro la puerta, abres la puerta, e irradias luz, eres una obra de arte andante.
Atraes miradas así no sepas porqué, ¿será que mis pasos están en llamas?Me están mirando a los ojos, ¿estarán mirando mi alma? ¿O el tiempo que me tomé para mí? Ese Cat-eye liner perfecto, la mezcla de colores en las sombras correctamente difuminadas, la iluminación perfectamente colocada, y el rímel que hace presencia en cada parpadeo.
Ellos cambian su mirada hacia mis labios, ¿les gustara la manera en que manejo las palabras? ¿O los movimientos que hago por impulso sin mencionar una sola? O tal vez será mi labial.
Tantos labiales, es imposible sólo utilizar rojo y rosa, aunque no se quedan atrás, son despampanantes de igual modo.
Pero un gris, un gris dejará huella. Esas huellas, que sí o sí dejaré, para cuando no esté, digan ¡Yo estuve aquí!

Me elijo a míDonde viven las historias. Descúbrelo ahora