El día era como cualquier otro, desperté en mi recámara sola como siempre, después de media hora contemplando el techo voltee a ver el reloj, eran las 8am así que me decidí a salir de la cama y me dirigí hacia la cocina. Una ves allí abrí la alacena y tomé una taza y aún inmersa en mis pensamientos me preparé un té, acto seguido me dirigí al baño con la taza humeante en mano. Coloqué mi bebida en el mueble que tengo para guardar los blancos y proseguí a desnudarme para entrar a la bañera, no sin antes ponerle las sales de baño que tanto me relajaban. Me sumergí en la bañera y tome mi té, mientras me sumergía en mis pensamientos, todos ellos opacados por el silencio de la soledad de mi casa.
Dos plantas y 3 recamaras para mi sola, no tenía más compañía que la de mi perrito salchicha llamado Booth, no tengo familia o pareja alguna, mis amistades vivían en otra ciudad pues yo me había aventurado a probar nuevos aires y decidí mudarme a una ciudad más cálida. Tenía sólo un par de meses en mi nuevo hogar si así puede llamársele y no tenía absolutamente nada más que mis pocas pertenencias que llevaba de mi cuarto anterior; muebles grandes como un sofá o el comedor faltaban en la casa.
Al salir de la bañera y aún en mi desnudez camine hacia mi cuarto y abrí el clóset, después de ver un par de minutos la ropa que en el guardaba opté por tomar un vestido negro de encaje con falda redonda que tanto me encantaba. Rápidamente me vestí, camine hacia la entrada, tomé mis llaves y salí de la casa. Cuando estaba por subir a mi auto que se encontraba estacionado justo enfrente, tuve la sensación de ser observada por alguien. Voltee a las casas contiguas a la mía y no vi nada, al mover mi cabeza hacia la casa de enfrente vi como rápidamente alguien se movía de la ventana, eso no es posible pensé. Nadie habita esa casa según me habían comentado los demás vecinos así que no le di importancia y subí a mi auto, un viejo Safari que me había heredado mi padre al morir.
Mis padres habían muerto hace 4 y 3 años. Ellos se habían divorciado por lo cual mamá tuvo que trabajar y en un accidente con un camión de carga que llegaba a donde trabajaba murió; mi padre por el contrario justo después de divorciarse se casó con otra mujer con la cual vivió el resto de su vida, el era un fanático de los autos los conseguía y arreglaba, les devolvía la vida. El murió cuando un motor mal colocado la calló encima, no sueno muy afligida cierto bueno es a causa de una mala relación que tuve con ambos pero en fin.
Pensaba en lo aburrida que era la vida sin mis padres, incluso extrañaba las peleas que tenían cada que se encontraban en algún evento académico al que les invitaba, cuando caí en cuenta, ya había llegado al campus en el que estudiaba.
Era mi primer día del 4 semestre de música, una carrera que según mis padres me traería mucha fama y por el contrario nadie en la uni me había oído cantar, incluso pasaba desapercibida. Llegué al aula 312 donde era mi primera clase y al igual que los semestres y clases anteriores decidí sentarme en la parte trasera del aula. Conforme fue pasando el tiempo los demás alumnos fueron entrando al salón y poco a poco se llenaron los asientos vacío excepto uno, el que estaba a mi lado derecho.
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Holaaaaa
Bueno esta es realmente mi primer historia y la verdad espero concluirla, no la había publicado porque estaba a la mitad de otra pero decidí eliminarla.
Espero que les guste esta historia y si tienen alguna sugerencia con gusto los leeré.
Cieeeeeeerto la actualizare los martes y si tengo inspiración será mas de un capitulo
Biie
*Raven*
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odio amarte
Teen FictionAna es una chica común y corriente cuya vida vacía cambia en un giro inesperado, dudando de sus preferencias, sentimientos, y decisiones hasta al fin encontrar la paz al lado de la persona que más ama