¡DEJAME EN PAZ! ¡ LARGO, ALEJATE DE MI, DESAPARECE!.
-Aunque yo me alejara de ti, tú no soportarías estas un segundo sin mí- dijo con la respiración acelerada.
Y sabía que era verdad, él ya es muy indispensable para mí, como yo para él.
-¿No vas a...
Saque el brazo de las cobijas para apagar la alarma por segunda vez, sé que es tarde pero no quería levantarme ni ir al instituto.
- Cariño, arriba. Llegaras tarde. El desayuno ya está listo.- decía mi madre al otro lado de la puerta.
- Ya voy, un momento.- dije destapándome para ponerme mis zapatos.
Mi reflejo es horrible, pensé que era otra persona, pero no soy yo, esas ojeras las tendré que taparlas con un kilo que maquillaje y mi cabello plancharlo por una hora. Tengo un sueño del demonio y aun así levantarme para ir allá fuera y me miren con una car de lo más demacrada.
¿El por qué? No pude dormir en la madrugada, no porque no quisiera, porque no quería tener otra pesadilla o lo que fuera que estuviera teniendo. No he tenido traumas o algo por el estilo que provocara las pesadillas.
- Klarys, se te hace tarde.- dijo mi madre ahora entrando en mi habitación- Cariño, ¿Estas bien? No tienes buena cara.
Ven a eso me refería.
- Tengo sueño, no pude dormir en toda la noche.
- ¿Por qué cariño, te sientes mal, quieres ir al doctor?
No podía mentirle.
- Solo me dolía la panza, tal vez algo me cayó mal anoche o durante la tarde, pero con un baño y comiendo algo ligero se me pasara.- dijo dedicándole una sonrisa para que no se preocupara as.
- Bien, te traeré una pastilla para el dolor, date un baño. Yo voy avisar que no iras la primera clase, para que no te sientas mal en el instituto.
- Bien, gracias. Me daré un baño mientras tanto.
Sin decir más mi mama salió dejándome solo. Yo alistaba mi ropa automáticamente, tenía que verme bien o era eso o verme como zombi. La ducha me relajaría y así fue todos mis músculos se relajaron por la ducha caliente, me estuve un poco más tiempo de lo normal. Pero podía porque así tendría tiempo de arreglarme lo mejor posible, ya que llegare a la segunda hora.
- Cariño aquí está la pastilla y un poco de agua, luego bajas a comer.
- Está bien, gracias mama.
- De nada.- escuche como cerraba la puerta y yo salía del cuarto de baño con una toalla enredada en mi cuerpo.
Puse el seguro a la puerta para cambiarme libremente por mi cuarto. Estaría bien una ropa simple pero cómoda. Me hice unos chinos en las pal final del cabello para darle un aspecto mejor de mi cabello natural, no crean que soy una chica de cabello de comercial si no que se alborota cuando me termino de bañar.
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Bajo las escaleras, llegando a mi nariz el delicioso olor de mí por lo que supongo desayuno.
- Valla eso hace la diferencia.- dijo al momento que entre en la cocina.
