Capítulo 25

5.7K 356 84
                                    


A pesar que ya habían transcurrido 20 minutos aun podía sentir su mirada gris-azuladas en mi espalda, y también aunque estuviera a dos filas de mí, lo sentía, lo sentía más cerca que nunca, es como si pudiera sentir tu respiración en mi espalda, acechándome...

Ya no podía, tenía que decirle que no estuviera jugando y se fuera en ese preciso momento.

Mire detrás de mí, y efectivamente me miraba o más bien me vigilaba, pero solo hacia eso, ni siquiera tomaba apuntes ni ponía atención a la clase, solo estaba atento a mí.

El timbre sonó avisando el almuerzo, mientras recogía mis cosas lo más pronto posible para hablar con Connor, pero salió primero que yo ¿Cómo es eso posible? No me quedaría a pensarlo, tenía que alcanzarlo, pero eso significaría que Sara me preguntaría que a donde iba.

- Sara podrías apartar una mesa mientras yo voy por un cuaderno...- le mentí a Sara para poder buscarlo.

- No quieres que te acompañe...

- No, mejor ve apartar una mesa no me tardo, y de paso pide la comida.- quería que entrara ya a la cafetería.

- Está bien... no tardes mucho o no comerás...- dijo con su dinero en la mano.

- Si está bien, ahora vengo...

Y ahora donde se habrá metido. Lo busque en las bancas de afuera y en el jardín delantero, pero nada.

- Hola Klarys ¿Qué haces aquí?- se interpuso Dylan, valla hasta que lo veo.

- En realidad estaba buscando algo, pero no lo encontré.- dije con fastidio.- Y bueno y tú, hace mucho que no te veía, en realidad ni te miraba por aquí.

- Bueno porque no estado mucho aquí.- dijo con una sonrisa.

- Entonces ¿En dónde has estado?

- Recuerdas a la chica que conocí en la fiesta... estuve con ella estos días.- se mordió el labio.

- Y por eso has faltado.- abrí mis ojos.- ¿Y ella de donde es acaso?

- Es de último año de hecho, pero esta tan...- puse una mano en frente suyo frenándolo.

- No gracias, no quiero detalles de lo que hacen, ya me puedo imaginar...

- Ni te imaginas.- dijo en un suspiro.

- Ni quiero...- dije con asco.

- Ya quisieras que te contara.- me dijo con picardía dándome un codazo.

- No enserio no quiero saber de tus piña-aventuras...Dylan me tengo que ir, tengo que hacer algo...- me despido dándole un beso en la mejilla.

- Pero te acabo de ver, es muy poco...- dijo en un puchero.

- Sabes mi número y en donde vivo.- le dije con una sonrisa y un guiño.

Al menos ya encontré lo que buscaba, el cómo muy quitado de la pena, estaba apoyado en la pared del edificio, como si nada le importara. Pero no discutiría eso...

- ¡¿Qué demonios haces aquí?! ¿Por qué no te has ido?- le pregunte enojada, pero el solo me vio de arriba abajo.

- Porque no se me da la gana, no me das ordenes...- se enderezo mientras me echaba el humo de tabaco, me irrito un poco pero no se lo iba a demostrar.

- Me importa un carajo, te dije que no me siguieras y me dejaras en paz, yo hablaría contigo y cuando eso pasara...

- ¡No pasaría nada!- me corto de pronto.- Te dije que si querías saber la verdad tendrías que hacer lo que yo te dijera.

- ¡Y yo te dije que no lo haría no tienes el derecho...!

- ¡Y tú no tienes lugar para demandar nada si tu seguridad está en juego, me vale una mierda cuan enojada estés conmigo o con el resto del mundo, tu terquedad no te salvara ni te llevara a nada!- me grito en mi cara.

- ¡Nadie te ha dicho que tienes que ser tú el que me proteja!- le grite de igual manera.

- ¡Yo seré el único que te proteja, aunque tenga que amarrarte a mí, para tenerte cerca o esposada no importa, te tendré lo más cerca posible, aunque eso te disguste, ya no está en discusión...!- dijo como si ya se hubiera aclarado su punto.

- ¡Pues no le acepto y no me entrara en mi cabeza, esto lo decido yo, no tú, no eres nadie aquí, nada para mí y nunca serás nada en MI VIDA!- le dije por ultimo mientras su pecho subía y bajaba y sus ojos se dilataban. Pero ya no hablaría con el...me di la vuelta para tener que ir con Sara, ya le deje bien en claro lo que quería...

Sentí un jalón en mi brazo y un golpe seco en mi espalda, solo me dio un segundo darme cuenta que Connor me tenía atrapada entre él y el concreto, pero no me movía, él estaba literalmente cerrándome el paso, a tal grado que sentía el calor de su cuerpo, con su aliento a menta y cigarro golpeando mi rostro, gracias a dios soy mujer, sino ya hubiera recibido un golpe.

- ¡Tú eres la que no entiende un maldito carajo de lo que está pasando, no solo está en juego tu seguridad, sino la de tus amigos y familia y solo por ser tan egoísta quieres hacerte la terca como si todo lo tuvieras al alce de tus manos, pero recuerda que esto ni siquiera lo podrás controlar tú, ni terminar, no eres un maldito dios para defenderte, no tienes la fuerza ni la capacidad para hacerlo...así que tendrá que tragarte tu maldito orgullo y cooperar por una maldita vez...!- ya no podía separarlo de mí, mis manos estaban enterradas en su pecho, pero no lo alejaba ni un poco, las sentía temblorosas.

- No puedes hacerme esto...- le dije con voz baja, me sentía incomoda con su cercanía, no podía hablar bien, su rostro estaba tan cerca del mío, que solo podía mirarlo a los ojos, sería un error si bajara la mirada.

- No te lo hagas tu...es lo único que estás haciendo...negándote.- su mirada se suavizo pero aún no se apartaba.- Si no dejas que te cuide, no sé qué podría pasar, no podría mantenerte a salvo...

Ya no supe que contestar, sabía que no solo yo estaba en peligro. Pero como podía ser tan maldito y a la vez tan...protector.

- Entonces...si yo hago lo que tú me digas, dejaras de perseguirme.

- No.- ¿Quién carajos lo entendía él?

- Entonces como quieres que haga lo que tú me digas si vas a estar detrás de mí.

- Por qué es la única forma de tenerte cerca y protegerte. Tenerte aquí...así, cerca de mi.- no lo mires más. Aléjate ahora.

- ¿Por qué solo tú?- le pregunte temblorosamente, tenía frió y lo único que sentía era su calor corporal, pero me tenía que alejar.

- Porque soy la persona, que te conoce lo suficientemente para cuidarte en cada momento. No es por obligación, es porque quiero...- dijo más cerca de mí, sentía su nariz en la mía y...

***********************************

¡CHAN, CHAN, CHAN, CHAN...! HOLA MIS NIÑAS HERMOSAS ¿Cómo ESTÁN HE? ME ENCANTA TENERLAS ASI CON LA INTRIGA A FLOR DE PIEL, PERO BUENO COMO QUIEN DICEN; "EN LA VIDA SE NECESITA UN POCO DE DRAMA E INTRIGA"

ESPERO Y LES GUSTE ESTE NUEVO CAPITULO MIS NIÑAS, GRACIAS POR LEER, VOTAR Y COMENTAR. CHAO, BESOS...

Solo miaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora