Frío, temor, frustración, sufrimiento, perdida, son varias de las emociones que nuestro joven Jhon tendrá que enfrentar. Nada será igual. El peligro lo acechará en cada esquina.
¿Acaso logrará sobrevivir?
¿O fallecerá en las condiciones más hostil...
Frío, cansancio, frustración. Fueron varios de las sensaciones que me atravesaron esa maldita mañana.
Estaba acostado, rígido, sin aliento por el infierno helado en el que me encontraba. Exhale y un humo blanco salió disparado de mi boca mientras tiritaba. Mire hacia el techo un bonito adorno de astas de ciervo adornaba la habitación. Tenía colgadas unas tenues luces que ayudaban a alumbrar el lugar. Estaba tapado hasta el mentón lleno de sabanas, las cuales todas estaban hechas de pieles de diversos animales.
Trate de ladear un poco mi cabeza para descubrir algo sombre mi paradero, pero al hacerlo un fuerte dolor atravesó la parte izquierda de mi nuca. Temerosamente me lleve una mano al lugar del cual provenía el mismo. Me sorprendí mucho al encontrar unos puntos, como si me hubieran cocido por alguna lesión. Volví a mi posición inicial y me quedé allí unos segundos.
Con mucho esfuerzo logre incorporarme, no del todo si no lo suficiente para sentarme en el borde de la cama. Trate de recordar algo que me dijera donde me encontraba. Pero lo único que logré vislumbrar fueron hechos confusos y sin sentido, los cuales luego de un rato de analizarlos decidí ignorar. Claramente era todo muy confuso y no lograba decidir si esos fragmentos de recuerdos eran provenientes de un sueño o de la realidad. Lo único que parecía tener sentido era haber recibido un fuerte golpe en la cabeza lo que explicaría los puntos y el porqué de mi confusión.
Lentamente espese a examinar la extraña habitación en la que me encontraba. Era pequeña hecha completamente de madera muy gastada, que sin duda tiempo atrás habría lucido un excelente color barnizado que sin embargo ahora se veía demacrada y agrietada. Tenía una forma circular y un inconfundible olor a roble. Era como el aroma que se sentía en el bosque "Piertiner". Me encantaba ese lugar. Todos los meses al menos una vez íbamos a pasar la noche allí con mi padre a la intemperie. Era simplemente hermoso. Cada detalle era natura sin la intervención del hombre destruyendo o modificando todo a su paso.
A pesar del constante dolor que sentía decidí ponerme de pie. Al pararme divise dos puertas que no había visto antes, por el hecho de que era de madera y se camuflaba con el resto de la habitación. Me acerqué a la primera y la abrí. Me sorprendí mucho que al pasar ese umbral descubriese un baño completamente de madera. El piso el lavabo, el recuadro del espejo incluso el inodoro. Todo estaba echo completa y absolutamente de madera tallada, probablemente por un carpintero de gran habilidad. Algo era seguro donde quiera que estuviese el sujeto al que le pertenecía esta casa le obsesionaba la madera. Luego de hacer mis necesidades, cerré la puerta y me dirigí al lugar donde antes yacía sobre la cama. Me dirigí a la segunda puerta quejándome para mis adentros del mareo que sentía. Sin embargo, me obligaba a averiguar dónde me encontraba. Cuando giré la perilla, para mi sorpresa estaba cerrada.
Seguí inspeccionando la extravagante habitación buscando algo que me sirviera para saber dónde estaba. Claramente no me encontraba en mi casa ya que mi padre días antes había instalado una gran caldera que calentaba toda la casa, a diferencia de donde me encontraba que estaba congelado a tal punto que ya no sentía los dedos.
A un costado de la cama había una pequeña mesita de luz, echa de madera, como todo. Abrí el cajón y encontré un libro sobre la evolución escrito por Charles Darwin. Era evidente que este ya tenía sus años por lo gastada y descolorida que estaba su cubierta. Leí la famosa frase "Solo los más aptos sobreviven" y cerré el libro. Guardé el revolucionario texto y continué.
Encontré un símbolo que jamás había visto en mi vida, hecho de piedra para mi sorpresa. Lleno de detalles e inscripciones desconocidas para mí. Con un sujeto extraño sujetando un objeto peculiar sobre su espalda. Me quede pensando varios momentos de donde podría ser y que podría llegar a representar. Se me ocurrió que podría estar relacionado a los mayas, una civilización que se encontraba en Centro América antes de la llegada de Colon, ya que había visto algo similar en mi clase de historia.
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Se me ocurrió que podría estar relacionado a los mayas, una civilización que se encontraba en Centro América antes de la llegada de Colon, ya que había visto algo similar en mi clase de historia
Examiné todo el resto de la habitación, pero no encontré nada más que un armario. Lo abrí y en el encontré toda ropa idéntica. Parecía una especie de uniforme, zapatos parecidos a los del ejército, unos pantalones grises, y una chaqueta del mismo color con el mismo símbolo de la pared en una banda ubicada en el brazo. Miré el estante de arriba y vi algo que me heló la sangre me puso los pelos de punta y la piel de gallina.
El objeto en cuestión era una capucha negra. Al verlo todo quedo claro....
