Hotel del Deseo|Smut|Muke/Cashton.

►Cinco.

MUKE.

Todas mis vacaciones las paso encerrado en mi habitación jugando videojuegos, de fiesta o viendo alguna película de romance con mi novio. Esta vez mamá cambió mis planes sin previo aviso y ahora voy en camino a un campamento. Tengo 17 años y voy a un campamento para niños y tampoco me dio tiempo para despedirme de Luke.

—Mamá ¿puedes dar la vuelta? Quiero ir a casa.

—Michael, necesitas mantener contacto con la naturaleza, tu piel necesita los rayos del sol, tus manos el contacto con la tierra y darte un baño con el agua natural de un lago ¿no te suena lindo?

—Me suena a que tendré quemaduras, picaduras de mosquitos y me congelare las bolas en el lago.

—¡Michael Gordon! —gritó frunciendo el ceño—. No hables así.

—Pero es cierto, mamá, no soy bueno en la naturaleza como tu.

Mi mamá es algo así como "hippie", no sé como describirla así que uso esa palabra porque le queda.

Nuestra casa está llena de flores, colgando de las paredes, muchos ventanales y las paredes de colores claros que me dejan ciego. El jardín parece un bosque, lo bueno es que me puedo esconder ahí con Luke por un largo tiempo, hasta que mamá enciende los rociadores y tenemos que entrar a la casa.

—Son solo unas semanas, Mike —me dijo sonriendo—. La pasaras bien.

—Sin Luke ahí y lleno de niños no seré feliz.

—Lo serás, créeme.

Rodé los ojos y me puse a escuchar música el resto del camino. No tenia ánimos de seguir rogando por volver a casa, sé que mamá no me va a dejar y es porque la naturaleza es importante para ella y quiere que yo me vuelva un hippie y ande sin zapatos por la vida fumando inciensos.

—Llegamos —dice emocionada.

Tomé mis bolsos y después de despedirme de ella me fui a la entrada donde estaban registrando todo, no podía llevar alcohol o drogas y mi mamá se encargó de eso muy bien ya que ella arregló mis cosas.

Habían muchos niños en la entrada y yo quería empujarlos a todos para ir yo primero, pero claro, tengo que esperar mi turno.

Sentí unas manos cubrir mis ojos, cuando me iba a dar la vuelta para golpear a esa persona escuché su risa.

—¿Lukey?

—Mikey.Me di la vuelta y vi a Luke en unos shorts verdes y una camiseta blanca con su nombre, ademas llevaba un silbato colgando de su cuello.

—¿Qué haces aquí, bebé? —pregunté pasando mis manos por su cintura—. ¿y por qué vistes tan ridículo?

—Pensé que me veía lindo —hizo un puchero.

—Lo eres —besé su frente—. Ahora dime, amor ¿mi mamá te obligó a venir?

—No, tonto —pasó sus manos por mis hombros y comenzó a jugar con mi cabello—. Soy un monitor de este campamento, ya te diste cuenta de que solamente hay niños así que tu también eres uno. Compartimos la misma cabaña y tu uniforme está allá.

—No —reí—. No usaré esa cosa.

—Lo harás, ven.

Se separó de mi y luego tomó mi mano. Comenzamos a caminar por un sendero de piedras, lo que nos llevó a las cabañas.

—Hay trece en total —habló Luke—. Dos de nosotros y las demás para los niños. Según lo que me dijeron, hay mas niños este año y tal vez tendremos que compartir con algunos niños.