Capitulo 3

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Al día siguiente antes de ir al colegio pase por su casa pero no parecía estar allí, pensé toda la noche en él no se qué me pasaba quería volver a verlo, sus labios color rosa invadieron mis sueños en la noche, me sentía atraída, tenía que arreglar lo qué pasó para poder seguir viéndolo. Entre a clases fue muy aburrido como siempre Tom me regalo otro chocolate por el día del amigo, al menos alguien me tiene en cuenta aunque yo no lo considero amigo porque apenas nos conocemos. En clase de matemática me era imposible prestar atención solo escribía en mi libreta las iniciales de August no podía sacarlo de mi mente, pensé mil veces una escena de que decirle cuando salga de clases y de métodos para conquistarlo, estaba loca pero quería arriesgarme total el siguió el beso pero como que fui bastante rápido. Termino la clase corrí al baño a arreglarme, desabroche los principales botones de mi camisa y acorte un poco mi pollera, retoque el maquillaje y me arregle el pelo. Al salir corrí literal corrí hacia su casa. Respiré hondo y toque el timbre, el abrió la puerta con sorpresa y me encontré con ese rostro que plagaba mis pensamientos, me miró de pies a cabeza y me saludo. -Hola- dijo casi sin palabras. -Podemos hablar sobre ayer- insistí, el me dejo pasar. -Estaba confundida y dolida fue una forma de agradecerte, lo siento si te hice pensar otra cosa, así lo hacemos los adolescentes de hoy en día- August río y me miró con mirada seductora. "No pasa nada fue un momento de debilidad" soltó sin dar una explicación sobre lo que dijo. Lo miré de pies a cabeza y asentí. -¿Entonces todo sigue igual? Solo quería asegurarme de eso usted es como el mejor amigo que pude tener- August sonrió y asintió -Todo olvidado mi niña- reí
El resto del día escuche sus canciones me gustaron bastantes eran muy profundas y no muy fáciles de comprender era como que cada palabra la interpretabas como te sentías si estas triste puede significar algo si estás feliz tal vez le escuches otro significado. Una canción me hizo acordar a la historia de mis padres lo que me puso algo sentimental.
Volví  a mi casa minutos más tarde mi madre llego y cenamos, ella me contó que mi padre ya se había juntado con otra mujer y que si la estaba engañando, me puse mal otra vez estaba tan enojada que casi no pude dormir. Quería destripar a esa mujer arruina familias pero también fue culpa de mi padre "por qué los hombres son tan infieles" estaba tan frustrada y triste otra vez.
El día siguiente ya era sábado recibí un mensaje de Tom sobre una fiesta, no quise contestarle pero luego pensé "Es hora de socializar no heches a perder esta oportunidad de relacionarte con chicos de tu edad" así que acepte la invitación tal me ayudaría a despejarme de los problemas. Mi madre se despidió de mí y me dejo comida, hoy se iba de viaje con una amiga y no volvía hasta el domingo me pregunto si iba a estar bien sola y le dije que no había problema, quería que disfrute y se olvide del idiota de mi padre. No le dije que iba a salir de fiesta ni nada así que cuando se fue agarre dinero para comprarme algo, no sabía qué hacer, tal vez un vestido sea mucho, no me deciadia con la ropa era algo totalmente nuevo para mí. Termine comprándome una falda negra de cuerina y un top armado color blanco con detalles de encaje, me gustó mucho esa combinación. Llego la noche y me probé la ropa me sentía algo mostrona así que me puse una campera de jean abierta. Me gustó mucho el resultado planche mi pelo y me maquille, me sentía linda esto de arreglarme no lo hacía muy seguido. Tom llego a recogerme y subí a su auto allí también estaban algunos compañeros de clase que se impactaron por mi apariencia.
Llegamos, era una casa de un tal Nicolas, y al parecer tenía mucho dinero su casa tenía un parque inmenso y una piscina a la que todos se tiraban mutuamente. Me ofrecieron algo de beber y acepte era bastante fuerte pero me gustó y seguí tomando de eso Tom me invitó a bailar y me diverti bastante. Luego unos chicos lo llamaron y quede sola sin saber qué hacer, me senté en un sillón al lado de una pareja que se estaba besando y saque mi celular como para disimular mi soledad.
-Hey Andrea que guapa estás.
-Ramiro, ¿cómo estás?- dije sonriente
-Bien, ¿como la estás pasando?- preguntó mientras extendía su mano para convidarme de su bebida.
-Genial- agregué mientras aceptaba su invitación. -está bueno- Ramiro río. Admito que él me gustaba, esos rizos marrones me volvían loca, su sonrisa era contagiosa y sus ojos marrones claros le daban el toque de perfección a su rostro.
-Ven te presentaré a unas amigos- Me levante y camine a su lado. -El es Lucas- Señaló a un chico de pelo negro y piel pálida que saludó con simpatía. - El es Felipe- Aquel chico si lo conocía pero seguro que el no me tenía ni registrada así que lo salude con gentileza. -Ella es Sarah-
-Si yo la conozco Andrea estamos juntas en economía- dijo aquella rubia de piernas largas y rostro perfecto.
-Si es un placer conocerte fuera del ámbito exigente de la profesora Quincle.- Sarah río con simpatía.
-Oye ven vamos por unos tragos- Dijo mientras agarraba mi mano.
La pase muy bien con ellos charlaban de cosas graciosas y me incluyeron muy bien en su grupo, Sarah es muy buena persona ahora que la conozco tal vez la juzgue mal en clases, creo que me hice nuevos amigos y estaba tan feliz por eso hasta que empezamos a hablar de nuestros padres.
-Es una mierda a veces no creo que el amor sea para siempre, creo que es mejor disfrutar que quedarse con alguien para que luego esa persona te cague con alguien más- Agregó Sarah al parecer también pasó por esa etapa.
-Los míos se separaron hace unos días, y hoy me entere que mi padre se junto con una mujer- Dije tristemente, Sarah palmeo mi espalda como consuelo.
-Ya lo superarás.
-Mejor no hablemos de eso vamos a bailar- Dijo Ramiro agarrando mi mano yo acepté alegremente. Luego de un par de bebidas empece a sentirme mareada, y sin control sobre mí, Ramiro me besó y yo le seguí el beso obviamente pero por un momento perdí la razón y sentí que besaba a August.
-Esperá, no quiero- Dije ya que intentaba tocarme debajo de la falda.
-No te preocupes- Saco su mano y atacó mi cuello con sus labios- No voy a hacer nada que vos no quieras.- Cerré mis ojos y me deje llevar en ese momento, estábamos en la parte de atrás de la casa, Ramiro me acariciaba por encima de la ropa y luego empecé a sentir que succionaba mi cuello. Hice un gemido de dolor y el paro - Ahora tienes mi marca- dijo en mi oído. Yo lo bese y seguimos así un rato. Luego sentí que Tom me llamaba y tuve que irme.
-¿Donde estabas? Pensé que te habías ido.
-No estaba con unos chicos.- dije algo mareada
-Ya estás borracha.- Río.
-No, estoy bien.- Dije tal vez mintiendo. Luego de hablar un rato, voy en busca de Ramiro, pero lo veo con otra chica, tenía su mano en su pierna me sentí decepcionada cómo podría creer que el se fijaría en mí absurdo Andrea, me serví otro trago y seguí hablando con Sarah ella también estaba algo borracha y me contaba sus peores experiencias sexuales a lo que me reía exageradamente tal vez por mi estado. Ramiro volvió pero yo no lo miré a los ojos hablaba con Sarah sobre a quién se había cogido Lucas luego vino a mi lado y apartó mi pelo para ver la marca. Yo saque su mano agresivamente.
-Tranquila, sabes que me gustas mucho- dijo en mi oído. -Pero no te puedo compartir-
-¿De que hablas?- Dije sin comprender
-De que me dejaste plantado por aquel.-
-"aquel" es mi amigo no tengo nada con el-
Intentó llevarme de nuevo hacia aquel lugar pero me rehusé y seguí bebido el estuvo al lado mío casi toda la noche mientras seguíamos hablando con Sarah de cosas sexuales sin sentido, obvio que habré mentido un par de veces yo era 100% virgen aunque si tenía conocimiento del tema. Tom vino a buscarme para irnos, yo no podía caminar prácticamente, sarah me dio una botella de alcohol me dijo que cuando le termine pensara en ella yo reí y nos saludamos, camine con Tom quien me guiaba para no caerme y me llevó hasta casa, no me acuerdo si también lo bese estoy segura de que si pero fue algo corto y sin sentido. Al llegar seguí tomando de la botella sentada en la vereda viendo el amanecer cuando la termine quise tirarlo en un cesto de basura y la rompí provocando un pequeño pero bullicioso estruendo. Escuche la persiana de la casa de August abrirse.
-¿Andrea?- Pregunto confuso
PDV'August
La vi ahí parada en la vereda sobre sus pies descalzos y los zapatos tirados en mi jardín, sonrió con un estado de ebriedad bastante serio o tal vez cansada, tenía una corta falda que resaltaban sus caderas y un corto top que dejaba ver su abdomen disimulándolo con una campera.
-Hola señor August.- Se acerco a mi.
-Te ayudó a abrir la puerta de tu casa- Pregunte ya que imaginé que no podría embocar las llaves en el picaporte.
-No quiero entrar allí, mi madre no está, mi padre tampoco y todo me recuerda a ellos, no quiero estar sola de nuevo- Dijo algo triste.
-Está bien entonces entra conmigo- la ayude a caminar y cuando entramos se sentó en el sofá y largo un respiro de alivio con los ojos cerrados. Deje sus zapatos en una esquina y cerré la puerta, me senté en el sofá junto a ella y la observe, tenía los pies sucios, el maquillaje algo corrido su pelo estaba despeinado pero seguía viéndose bella, ella me miro sonriendo y mordió sus labios.
- Sabe que señor August, usted a mi edad seguro era jodidamente sexy.- Yo reí
-No digo que ahora no lo sea pero sé que si.-
-¿Quieres acostarte? Te prepararé la cama- Sugerí levantándome.
-No- Agarro mi mano- Siéntate hablemos un rato-. Me senté a su lado y seguí mirándola.
-Duermo mucho porque no se qué hacer cuando estoy sola, pero cuando estoy con alguien no quiero desperdiciarlo. Hoy me hice amigos- Sonrió mirando a la nada- Espero que no me descarten los próximos días como suele pasarme. Primero mis padres ahora por favor que no me pase con ellos- Andrea se puso a llorar desconsoladamente imaginé que también fue consecuencia del alcohol la abrace y ella aceptó mi abrazo luego se apartó y quedamos cerca.
-Quisiera...- dijo y luego se levantó alarmada y corrió hacia el baño, vomito, yo me acerqué y aparte su pelo, sabía que esto iba a pasar, luego le sugerí que se lavara la cara para estar más consciente.
-Miré- dijo mientras yo tiraba la cadena del baño, cuando volteé la vi con el maquillaje corrido.
-Parezco un panda.- Río tiernamente y yo también lo hice, la ayude a quitar las manchas y la lleve a la cama.
-Quiero ropa, este top es bastante ajustada no podré bien dormir-Su ebriedad es bastante analizable en esa frase que acaba de soltar.
Le di una camisa que tenía guardada.
-Váyase yo puedo sola.- dijo ya que estaba desabrochando la camisa para facilitarle el trabajo. Salí de la habitación y fui hacia la cocina. Serví un baso de agua e hice tiempo para ir a la habitación. Calculé unos minutos y fui la puerta estaba entreabierta, y vi que lidiaba para abrocharse la camisa, toque la puerta y entre.
-Te ayudó- ella asintió y tomo el baso de agua mientras yo abrochaba la camisa. Me fue inevitable ver su ropa interior, era blanca de encaje y le iba bien con su piel bronceada y suave, pero se erizo con mi tacto.
-Gracias- dijo con tono débil, me devolvió el vaso vacío y se acostó en la cama, se tapó dejando sus piernas fuera de las sabanas, abrazo la almohada y cerró sus ojos.
Salí de la habitación y se me salió un suspiro del alma. Andrea creo que cada día te conviertes en una debilidad.

El Señor De Los Ojos Azules Donde viven las historias. Descúbrelo ahora