capítulo 2

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POV Laura

Al siguiente día...

Me desperté sola en mi cabaña puesto que Thalía ya se había ido a comer. Si la conocí ayer cuando llegue solo que no platique tanto, estaba cansada.

En fin me levante, busque mi ropa interior. Si, lo sé no me da vergüenza decirlo. Busque un short y otra camisa del campamento, deje mis Vans blancas al pie de mi cama y por ultimo agarre la toalla, me metí al baño, me di una ducha, y me cambie con la ropa que escogí. Al terminar me peine una trenza y salí en busca de mi hermana Sofía para desayunar.

Iba caminando hacia allá y sentí muchas miradas. Odio que me vean, me hacen sentir diminuta. Las del orfanato me hacían a mí y a Sofía la vida imposible, por eso les hacíamos bromas, aunque siempre terminábamos castigadas, pero sabíamos que valían la pena. Por el camino me encontré a Will y me acompaño a la cabaña de Hades, ya me sabia el camino, pero al menos así las miradas iban dirigidas hacia él.

-Laura. –me hablo Will. –ya hemos llegado. Bueno te dejo, tengo que ir a la enfermería ver a los nuevos pacientes.

-llegaron más o son los del campamento. –pregunte confundida.

-llegaron 3 niños más, pero ellos tienen 13 años, desconocemos a sus padres divinos. –dijo Will encaminándose.

-Okay. Está bien. Nos vemos luego. –agite mi mano a modo de despedida y me encamine a tocar la puerta. –Sofía abre, o llegaremos tarde. –no me contesto, pero en su lugar Nico me abrió la puerta.

–hola. Sofía aún está dormida. –dijo serio.

-gracias puedo pasar. –pregunte seria, pero eso no quita el hecho de que sienta un poco de miedo. Nico se hizo a un lado y me dejo pasar.

Entre, Nico salió y se fue. Y que mejor oportunidad de hacer una broma. Como ella siempre duerme boca arriba y sus manos estaban perfectas para poner espuma, le puse un poco de chantillí en ellas. (Este estaba dentro de mi mochila que saque cuando venía, uno nunca sabe lo que pueda pasar) y luego agarre la pluma de un ave que encontré por ahí. Le puse está en la nariz provocando cosquillas y siendo sincera pensé que se daría la vuelta o algo así, pero no. Sofía se llevó las manos a la cara. Vaya creo que debería preparar mi funeral. Antes de que se quitara la espuma de la cara, sentí la necesidad de salir de la cabaña y todo fue tan rápido, cuando me di cuenta ya estaba afuera de la cabaña e hice como si estuviera tocando. Luego grite su nombre.

-Sofía. Vamos a llegar tarde a desayunar. –le grite desde afuera, escuche pisadas y luego ella me abrió la puerta malhumorada. – ¿Qué tienes?, ¿estás bien? –le pregunte "preocupada" ya sabía que lo había hecho yo, pero quería disimular. -¿Quién te haría semejante broma de mal gusto, abran sido los Stoll? –dije pensativa.

-Laura. –dijo cerrando los ojos. –A. MI. NO. ME. EN. GA. ÑAS. –grito Sofía muy enojada. Ups.

-lo siento. –dije inocente. Ella me vio de una forma reprobatoria, pero luego estallo en carcajadas. ¿Qué? –pregunte desorientada.

-Nada. Es solo que siempre es lo mismo. Mejor espérame, iré a cambiarme y vamos a desayunar. ¿Está bien? –me pregunto sonriendo mientras iba adentro. Me quede afuera como 15 minutos y ella salió lista para irnos.

-se siente raro, ¿cierto? –le pregunte y nos detuvimos a pensar.

-sí. Un poco. Ya verás que nos acostumbraremos. –dijo retomando el camino y yo alcanzándola.

8 años más tarde...

-vamos Sofía. Despierta o llegaremos tarde. –le grite desde afuera de su cabaña. Estábamos tarde para desayunar.

Las Herederas SemidiosasWhere stories live. Discover now