Capítulo 5: Carece de sentido

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Nick chocó conmigo al salir de la habitación. El hecho de que no llevase camiseta no ayudaba. Mis amigas nos miraban atónitas mientras se les desencajaba la mandíbula. Seguro que estaban pensando que me había acostado con mi empleado, con mi guardaespaldas, con mi protector... ¡Maldita sea!

- Chicas, ¿qué hacéis aquí?- Nick no se movió de su sitio mientras yo intentaba aparentar normalidad.

- Veníamos a recogerte...- Kylie miró a Hope. En ese momento me di cuenta de que iban con vestimentas que indicaban una cosa: FIESTA.

- Lo siento, pero... ¿Hoy habíamos quedado para salir?- Me rasqué la cabeza.

- Lo acordamos el otro día. Ally, lo apuntaste en tu agenda.- Hope se cruzó de brazos. Odiaba que se me olvidasen las cosas constantemente, pero entre la resaca y la clase de equitación iba algo espesa, era normal que no me acordase de varias posibles citas o tareas.

- Si no os importa, subid a mi habitación, ahora me organizo.- Nunca cancelaba mis planes, por nada del mundo. Una vez que me comprometía con algo nadie podía convencerme para no asistir o no cumplir con lo acordado. Mi padre siempre me dice como le recuerdo a mi madre en este apartado.

Nick y yo observamos en silencio como Hope y Kylie subían las escaleras para dirigirse a mi habitación. Una vez solos me giré hacia él:

- Actúa con completa y absoluta normalidad, por favor.- Nick asintió.

- Pero con una condición.- Alcé ambas cejas.

- ¿Qué pasa si no acepto tu condición?-

- Pues que no actuaré con normalidad.- Se veía venir... Se cruzó de brazos y se apoyó en el marco de la puerta.- ¿Cómo estás tan segura de que no vas a aceptar mi condición? Aun no te la he expuesto, Allyson.- Pronunció mi nombre con un tono de voz que me erizó el vello de la piel.

- Está bien, ¿cuál es tu condición?- Una sonrisa victoriosa apareció en su rostro mientras se despegaba del marco de la puerta para dar un paso hacia mi.

- Entra.- Solté una sonora carcajada. ¿Enserio pensaba que iba a volver a entrar en su habitación? Maldito iluso.- Lo digo enserio.- Negué con la cabeza mientras seguía riéndome, esta vez de forma menos sonora.-De acuerdo.- Nick se acercó a mí y me agarró las manos mientras me metía a empujones en su habitación.

- ¡¿Pero qué demonios haces?! ¿Es que eres un animal?- Le empujé molesta ante su comportamiento de hombre de las cavernas. Tenía que haber respetado mi decisión de no volver a poner un pie en esta habitación.

- Siempre me salgo con la mía.- Lo fulminé con la mirada. Maldito egoísta... Espera un momento... Yo soy su jefa y puedo permitirme ser todo lo egoísta, caprichosa y mandona que me dé la gana.

- Eso ya lo veremos.- Me dirigí a la puerta y agarraré el pomo cuando él me agarró alejándome de la puerta.- Déjame salir.-

- Aún no he expuesto mi condición, princesita.- Me daba igual que actuase con normalidad. Fue él el que me besó y el que intentó hacer algo más conmigo, no yo. Si esto llegase a oídos de mi padre Nick estaría de patitas en la calle en cuestión de segundos, era su elección aparentar o no normalidad. Por mi parte no volvería a suceder, aunque no me importaría, besa realmente bien.

A OTRO NIVELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora