Capítulo 6: "EL KARMA"

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Miré el reloj antes de ponerme a hacer cosas, las doce. Aún tenía una hora antes de ver a Nick. Me salí a mi terraza y me senté en la tumbona que mi padre mandó colgar cuando era una niña. Desde siempre me ha encantado ver las estrellas en noches de verano. En invierno solía tumbarme aquí pero apenas aguantaba cinco minutos a causa del frío.

Estaba meciéndome en mi terraza cuando los golpes sobre mi puerta llamaron mi atención. Me levanté y caminé en dirección a la puerta preguntándome quién podría ser. Al abrir la puerta me sorprendí, no me esperaba encontrar a Clayton ahí parado.

- Clayton...-

- ¿Puedo pasar?- Me hice a un lado para cederle el paso.

- ¿Ha ocurrido algo que quieras mencionarme en privado?- Clayton se cruzó de brazos.

- Quería hablar contigo, me preocupa Nick.- Lo miré con el ceño fruncido mientras el suspiraba.- A ver cómo te lo explico...- Hizo una pausa.- Nick es un mujeriego y no me gustaría que cedieses ante sus "encantos" por qué podría costarnos el empleo a los dos, y la verdad que estoy muy a gusto aquí trabajando para tu padre.- Estaba tan concentrada en lo que me estaba diciendo que me sorprendió no haber sido arrogante con él, pero se había acabado.

- Verás, Clayton, yo no soy quién para controlar lo que haga tu camarada, y tú no eres quién para decirme lo que debo o no debo hacer. No recibo ordenes de nadie, además de que no tengo por qué hacerte ningún tipo de favor, no te trago.- Clayton me miró sorprendido.-Te pasaste de la raya con April, y eso no se lo paso a nadie y es cuestión de tiempo de que convenza a mi padre para que Nick y tú acabéis en la calle.- Abrí la puerta nuevamente.- Ya puedes marcharte.- Clayton no dijo nada, tan solo salió de mi cuarto con la mirada clavada en el suelo. Cerré la puerta y volví a sentarme en la tumbona mientras me perdía entre las constelaciones. Mi móvil comenzó a emitir pitidos indicándome que tenía nuevos mensajes. Cogí mi iPhone y observé que Nick me había escrito: "Estoy esperándote, baja con cuidado, no hagas ruido. Date prisa antes de que nos pillen, princesita."

Puse los ojos en blanco y salí de mi habitación con cuidado, bajé las escaleras todo lo rápido que pude. Cuando llegué al garaje me encontré a Nick apoyado en la pared de enfrente con las luces apagas. Ahogué un grito:

- Mierda Nick me has asustado.- Dije susurrando.

- Mil perdones, señorita Hamilton.- Lo miré extrañada.

- Bueno, ¿qué quieres?- Nick se acercó a mí y me cogió de la mano para llevarme al exterior a través de la puerta del garaje. No entiendo por qué tanto paripé para sacarme a la maldita calle. Lo miré esperando una explicación dado que no entendía la finalidad de que estábamos haciendo.

- No me mires así.-Me zafé de su agarre.

- No pienso moverme hasta que me digas a qué viene todo esto.- Me crucé de brazos. Nick me miró seriamente. Obviamente no confiaba en él a pesar de que fuese mi guardaespaldas.

- No puedo decírtelo, pero te va a gustar.- Volvió a agarrarme de la mano y me arrastró al coche. Una vez que me metió dentro se dispuso a sonreír victorioso hasta que se montó en el coche.

- Venga date prisa. Mañana tengo cosas que hacer bien temprano.-

A medida que transcurría el tiempo notaba como el sueño me invadía. Me recosté sobre el asiento del copiloto para poder mirar por la ventanilla del coche con la esperanza de ver algo en la oscura noche que me mantuviese despierta, pero fue un intento fallido dado que acabé cediendo ante el profundo cansancio que me acechaba.

A OTRO NIVELDonde viven las historias. Descúbrelo ahora