Encuentros Repentinos.

Capítulo 1

El ruido y cuchicheos de los alumnos resonaban por toda el aula, ninguno se inmutaba de la presencia del profesor que llevaba 5 minutos parado esperando a que callasen, un sutil golpe resonó en el salón y todos se callaron inmediatamente: había sido el sonido de la puerta. Por inercia todos voltearon a esta y se acomodaron en sus asientos esperando que, quien sea que este del otro lado de esta, la abriera.

Esta no tardo en abrirse dando paso a un atractivo joven de rasgos que, para las chicas de la clase, se les llamarían "perfectas y varoniles". El chico por su parte no se dignó a ver a nadie más que a la nada y entró sin que se lo hubiesen indicado, permaneció ahí parado frente a todos sintiendo las miradas clavarse en toda su existencia; unas cuantas de envidia, otras de desprecio, otras meramente descaradas, pero de la única de la cual realmente se dio cuenta fue de aquella que anteriormente se había encontrado en otra parte de aquella ciudad; mirada que le encantaba poder volver a encontrar.

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Jaden se encontraba trabajando de manera normal, el café en el que trabajaba siempre tenía gente y hoy al ser día nublado no era la excepción; esta vez por suerte le había tocado atender mesas, no porque le gustara ver gente, odiaba tener que tratarla, aunque claro para preparar los cafés y todo lo que sea cocinar necesitaba tiempo y no es como que hoy hubiera muy poca gente. El lugar estaba lleno y era muy pesado tener que cocinar en esas condiciones. Lo bueno es que su compañera Lauren podía cocinar muy rápido y todo le quedaba bien.

A pesar de que en el establecimiento trabajasen más hombres todos estaban dentro de cocina y él era el único chico atendiendo, eso era algo que le incomodaba porque muchas chicas solo iban para ver a los chicos que ahí trabajaban. No se interesaba en ninguna, sólo que odiaba que lo vieran tan descaradamente todo el tiempo, después de todo no se consideraba alguien atractivo o "bueno" como solía escuchar a las chicas susurrar.

– Disculpa podrías darnos la cuenta -Dijo una chica mientras le sonreía.

Él se dirigió hacia la caja registradora y saco la nota.

– Jaden, puedes llevarle esto a la mesa 7; Celeste es la que atiende pero está en el baño desde hace 5 minutos. -Le dijo Peter. <<Pff, realmente no tengo opción>> pensó y tomo la bandeja con 2 panques de chocolate, 1 late y 1 expreso.- En serio te lo agradezco.

Caminó directamente hacía la mesa de la cual provenía, dejo la pequeña bandeja con la cuenta y se dirigió a la mesa 7, al llegar se dio cuenta que era una pareja o eso parecía para él.

– Disculpen la tardanza. Aquí tienen. ¿Necesitan algo más? -Los chicos susurraron algo que no alcanzó a escuchar. El chico con cabellos castaño rojizo, lo miro ligeramente y le volvió a decir algo a su "novia".

– No gracias estamos bien, si necesitamos algo te decimos.

Le sonrió de manera amable, lo que le pareció a Jaden tierno, << ¿Qué rayos me pasa? Es sólo un chico. >> pensó, aunque no le era raro que se interesara en uno, antes alguno que otro se le hacía atractivo pero no pasaba de eso. Permaneció un rato mirando al chico, era guapo, buen semblante, ojos azul grisáceo, labios carnosos y se notaba que era un poco alto.

Dejo de mirarlo y se dispuso a voltearse para poder dirigirse a otras mesas << Lo malo es que tiene novia >>.

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– Bien joven, proceda a presentarse para continuar con la clase. -Indicó el profesor sentándose en su escritorio.

Jaden se colocó en frente a todos, se quitó los cabellos que le caían de la cara y abrió la boca.