Capítulo VIII

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*Orion*
Esther y yo llevamos 3 meses siendo pareja; es una locura, ella es lo único que me importa ahorita, ella y el arte.

Ya ha llegado las vacaciones pensaba en ir a la casa de verano que era de mi abuelo antes de morir, y quiero ir con Esther, no se si le parecerá bien.

Me levanté por el sonido de mi celular, era Esther.

-Dime.
-Buenos días para ti también, Orion-Respondió con sarcasmo.
-Buenos días, fea.-La escuché reír y eso hizo que sonriera.
-Te llamé para invitarte a un lugar, digamos que es una cita.
-¿Cita? ¿A dónde iremos, Esther?
-Sólo alístate, y estaré en tu casa a las 2pm.-La escuche decir y colgó.

Escuche la puerta, y supe que era ella.

Se veía hermosa, su sonrisa, sus ojos, ella simplemente me transmitía una felicidad muy grande.

-Hola.-Dijo con una sonrisa y me abrazo muy fuerte.-Te extrañe.

-Yo también te extrañe, tonta.-Le hice un lado para que pasara adentro y entramos, nos sentamos y solo hubo silencio, pero no era incomodo, ella solo miraba al piso, no se que estará pensando.

-Y bien..¿Donde me quieres llevar?

-No te dire, solo vamos y ya veras.-La vi levantarse, y vio que no me levantaba, y accesedi a levantarme. Me puse al frente de ella y le robe un beso.

Ella sonrió y me empujó.-Eres un estúpido. ¿Lo sabías?
-Pues, quizás lo sea.. Tu me vuelves estúpido.

Ella rió.-¿Te vuelvo estúpido?
-Si, digamos que sí.. Pero me gusta esto, me gusta estar contigo Esther.

Ella me abrazó, cada vez que lo hacía me hacía sentir seguro, no quiero que perderla.

-Tenemos que irnos, muero por mostrarte esto.-Salimos y subimos a un taxi; ella no hablaba, se mostraba muy pensativa, como siempre es ella. Ella me da tanta curiosidad, de a poco nos estamos conociendo, ella es diferente y eso me gusta.

Entrelace nuestras manos, y sonrió.-Ya llegaremos.-Sólo asentí.

Nos bajamos al frente de un local abandonado, y entramos.

-Mi madre compró este local, será un nuevo bar.-Dijo ella.
-Nunca he conocido a tu madre.-Ella asintió.
-Lo se, pronto lo harás, le agradaras de seguro o quizás le des miedo.-Ella río.
-¡Ja! Muy graciosa.- Se acercó a mi y me beso.
-Tengo que mostrarte lo mejor de éste lugar.-Me agarró de la mano y subimos a una azotea, era muy linda, la vista era muy genial.

-¡Wow!
-Lo se, esto es hermoso.-Veía su cara de emoción.
-Tú eres hermosa.
-No exageres, no lo soy.
-Para mi, lo eres, tonta.-Ella sonrió y la bese, luego nos separamos por el sonido de su celular.

-¿Que ocurre mama?-Veía que hablaba con su madre, eso me pareció gracioso, luego tranco y suspiró.

-Mi madre te quiere conocer, así que vamos antes de que se vuelva más loca.
-¿Qué? Esther,no lo se, no quiero molestar.
-¿Tienes miedo?-Ella rió.
-¡No! Sólo...-Ella siguió riéndose.
-Esto es gracioso, estás nervioso.
-Eres una tonta.-Ella moría de risa, eso hizo que riera también.
-Lo se, cariño.-La abracé y la besé.
-¿Vamos?-Dijo ella.
-Vamos.

Orion.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora