Carta 3.

80 10 0
                                    

  «Soltaste mi mano...» 

Ayer fue tu cumpleaños y no sabes cuanto me hubiera gustado abrazarte y llenarte la cara de besos. 

Despertarte con tu desayuno favorito y darte mi pequeño regalo que por cierto es un collar con la mitad de una flor y un infinito. 

La otra mitad la tengo yo. 

Seguro te habría gustado muchísimo. 

Te hice tu pastel favorito, lleno de chocolate y crema de colores. 

Tarde mucho en terminarla pero valió la pena.

En un momento estaba sentada en la ventana de tu habitación mirando a la gente que pasaba. 

Esperando que vinieras a pesar tu cumpleaños conmigo. 

Como siempre lo hiciste. 

Pero los minutos pasaban y tú no aparecías.

La noche llegó y yo seguía ahí, esperándote. 

Estaba mirando cuando un grupo de chicas y chicos me llamó la atención. 

Se veían muy contentos y por un momento los envidié. 

Los envidié porque estaban felices. 

Mirando bien a cada uno, una cabellera se me hizo muy conocida. 

Mi corazón se aceleró porque sabía quién era. 

No lo pude contener y me puse a saltar como una tonta pensando que si ibas a venir. 

Pero esos segundos de felicidad se desvanecieron cuando te vi doblando la esquina y sin mirar atrás.

Te vi sonreír como si no hubiese mañana y eso me destrozó peor porque yo no estaba ahí, con vos. 

Y me di cuenta que ya no formo parte de tu felicidad y de tu vida.

Faltaba minutos para que tu cumpleaños se acabara y sin dudar tomé una vela, la coloqué sobre la torta y la prendí. 

Te canté hasta que la vela se terminó.

Levanté la vista y me imaginé que estabas ahí, sonriéndome.

Feliz cumpleaños.

M.

Olvido.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora