-Fragaria-

Capítulo 1

Melody

Esto no puede ser posible, confiaba en él confiaba en ella, pensé que les importaba un poco pero que idiota he sido todo este tiempo.

-Por favor Mel, no hagas esto, hablemos- escucho que dice a mis espaldas, bastardo- creo que estas haciendo demasiado alboroto por un malentendido.

-Si por malentendido te refieres al hecho de que te haya descubierto con tu lengua en la garganta de Louisa entonces si, es un estúpido malentendido- digo intentando controlarme, no quiero gritarle, solo quiero empacar mis cosas e irme a casa de mamá.

-Deberías entender, hace mucho que tu y yo no tenemos ese tipo de acercamiento- no lo puedo creer ¿en serio?¿ Me quiere culpar a mi? Idiota.

-Deja de ser tan ¡idiota!- bien lo dije vamos Melody acaba con esto - No puedes usar una excusa tan... Tan pobre- respira Melody respira- No quiero escuchar mas de tus idioteces, en lo que a mi respecta ya todo esta demasiado claro, les deseo lo mejor en serio y espero no volver a cruzarme con ustedes.

- Eres verdaderamente dramática, ni pienses que te voy a rogar, cuando vuelvas llorando a mi tendrás que hacerlo de rodillas- Maldito engreído, Melody Mel Mel...¿cómo pudiste fijarte en alguien como él? no lo sé.

Después de haberme dicho lo mucho que me arrepentiría luego y miles de cosas más por fin me deja terminar de empacar tranquila mis pertenencias, debí escuchar a mamá y no vivir con él tan rápido, tan solo eran unos meses de relación y ¿que puedo decir? Me deje llevar supongo; si bien David no era el mejor partido para mi según mi madre, mis sentimientos por él no me dejaron escuchar porque ¡vamos! El chico era cariñoso y me trataba de manera especial, o eso creía, ¡ay Dios! Y Louisa una amistad que nació desde la universidad y que haya acabado así... No lo creo.

~*~*~

-¡Hija! Por fin llegas que felicidad - dice mi madre nada mas al abrir la puerta - te extrañe tanto- dice antes de darme un gran abrazo.

-También te extrañe mamá - digo cuando deshacemos el abrazo y la miro, vivíamos a una hora de distancia y desde que me fui no me tome el tiempo para ir a visitarla unos cuantos meses fuera de casa y las cosas han cambiado demasiado.

-Cambiaste los sillones- digo cuando entramos a la sala- y el color de las paredes, todo esta muy lindo mamá- digo mirándola nuevamente y veo que esta sonriendo.

- Si, creí que era bueno cambiar un poco y cuando te fuiste pues... Tuve mucho tiempo libre, así que Robert me ayudó un poco con la pequeña remodelación - dice con tono jovial y se dirige a la cocina yo por mi parte la sigo.

-¿Robert? Creo que me he perdido de mas cosas a parte de las remodelaciones - digo sentándome en una silla cerca a la encimera, mi madre mientras tanto me sirve jugo de naranja.

- ay, hija nada con importancia no te preocupes- dice queriéndose salir por la tangente - mejor dime ¿Cómo estás?

Después de unas horas de contarle a mi madre y ponerla al día con lo sucedido en mi vida estos meses llegamos a la conclusión de que siempre vamos a encontrar decepciones en nuestro proceso de crecimiento personal... ya estoy sonando como libro de superación, que horror.

Ese mismo día en la noche mi madre hizo una cena a la que invito a Robert y me enteré que ambos estaban saliendo algo extraño ya que mi madre no había intentado nada con nadie después de la muerte de papá, no pude evitar emocionarme demasiado y derramar algunas lágrimas de felicidad por ellos mi madre se merece una persona como Robert a su lado, esa noche también recibí un mensaje de Louisa pidiéndome que habláramos sobre lo ocurrido con David a lo que le respondí que no tenia nada de que hablar con ella y le pedí que no me volviera a hablar; podrá ser algo inmaduro para algunos pero he decidido que las peronas que no sumen en mi vida tampoco deben restarme, así ahorro energías.