Four, Two, Six

Break my heart and wins

Lo observa, mira atentamente cada característica que lo representa, desde el arduo trabajo de mantener su cabello a la perfección hasta la forma en la que sus labios se mueven para expresar algo, su piel blanca libre de imperfecciones, sus manos robustas acomodándose en aquel instrumento de madera, la suave voz que se desliza e invade la habitación incluso si se invitan solos a sus oídos para deleitarlo en silencio, su postura es tranquila, trata de encontrar comodidad mientras crea una melodía que en pocos segundos tratará de arruinar.

Es perfecto, tan perfecto que quiere acabarlo, no soporta perderse tanto en lo que ese ente era o trataba de ser pero un nuevo cuerpo rompe el cuadro que se había creado para atentar con todo lo que deseaba en el fondo; su cabeza se recuesta en su brazo, el sonido se esfuma para que una risa remplace todo lo que se había creado, una sola expresión que derrumba todo su mundo.

Lo estaba haciendo, estaba escuchando su corazón romperse.

―Karamatsu-niisan ¿Podemos ir de compras?

Aquel ajeno a lo que siente llena el escenario con propuestas, con algo que nunca se atrevería hacer en alto ni siquiera en un susurro cercano a su persona. Su rostro es acariciado por aquel chico doloroso que lo estaba hiriendo sin saberlo.

¿Por qué solo lo está haciendo con él?

―Of course my dear Todomatsu ―canturrea―. Ichimatsu ¿Vienes con nosotros?

― ¿Eh?

No sabe cuando esos puntos brillosos lo miraban en espera de una respuesta.

¿De verdad sabía que estaba ahí? ¿Existía incluso cuando alguien abrazaba su brazo como si tratara de alejarlo?

― ¿Acaso estás loco? ¿Por qué quisiera ir contigo a cualquier sitio Kusomatsu? ―es un reflejo, un comentario en automático que no podría ser modificado.

Lo sigue perdiendo, está cediendo su oportunidad.

―Ichimatsu-niisan eres tan amargado ―comentaba con esa sonrisa entretenida antes de jalar la ropa ajena para que lo vieran―. Vamos Karamatsu-niisan, se acabaran las buenas ofertas.

Dos personas se levantan, dos corazones se entrelazan y caminan al mismo compas, compartiendo sensaciones incluso si sus manos no se rozan, puede verlos caminar, puede sentir aquel dolor que calla al saber lo que estaba perdiendo. Estira su mano, trata de alcanzarlo, de frenarlo, cuando quedan solo unos centímetros para que sus dedos puedan tocarse se detiene, deja su mano en el aire mientras los mira marcharse; no puede, no puede batallar con alguien con el que perdió hace tiempo, lo reconoce, lo sabe desde que se enteró que amaban a la misma persona.

« ¿Qué es lo que te hace especial para que te quiera? Si solo estás molestando»

Frías palabras que eran ciertas.

«Vamos Ichimatsu-niisan ¿En serio creías que él te vería?»

¿Por qué no se pueden callar esos pensamientos?

Otra vez hay ruido, mira como el mayor vuelve, parece que ha olvidado algo importante.

―My little Ichimatsu ― ¿Por qué sigue hablando?―. Sé que no quieres acompañarnos but ¿Quisieras que te comprara algo a ti o a tus gatos?

Sus labios se acomodan, debe afrontarlo, necesita romper la cadena que lo aprisionan.

―Kara-

― ¿Encontraste lo que habías olvidado?

El de ropa rosa lo interrumpe sin mucha delicadeza provocando de tal manera que no dijera nada y los ignorara como si ese hubiese sido el plan original. Debe felicitarlo, es un buen contrincante, el oponente imposible de superar.

Voz dulce, un sentimiento falso sale―. Karamatsu-niisan ¿Podrías adelantarte? Quiero hacer una cosa antes de irnos.

No, no deberían dejarlos solos pero lo hacen.

Como era todo buen doble cara puede sentir al otro presumiéndose frente suyo.

― ¿No es lindo ser amado por quien quieres?

Finalmente, lo han quebrado.

―Pero debo agradecerte, hiciste las cosas mucho más fáciles.

― ¿Qué es lo que quieres Totty?

― ¿No es obvio? Que te alejes de Karamatsu, el no puede tener ojos para ti.

Lo sabe, pero lo sigue intentando.

Quizás ya era hora de hacerle caso.