Ewah 《ChanBaek/BaekYeol》

Espiral uno

— ¡Mghnhhh~! ¡Ah, ah, AH! ¡¡Channie!!

El instituto quedó atrás. Un año y tanto más había transcurrido desde que Chanyeol se dejó guiar por Baekhyun aquella tarde al concluir el día de clases. Entre tantas cosas que podían ocurrir al seguirlo, tantas tan normales, en su mente se trató de convencer que eso no iba a suceder; tal vez estaba malinterpretando a Baekhyun, tal vez sólo quería hacer un nuevo amigo... pero el bajo no pudo ser más claro al momento que llegaron a su habitación y lo lanzó de espaldas a la cama.

Pero Chanyeol no lo quitó.

— M-más, h-hyung... ¡Aghm! ¡Más fuerte!

De camino, sentados en los asientos traseros del coche, con su mirar fijo en aquellos llamativos muslos, en esas finas caderas, y en esa pálida piel que se asomaba por encima de su uniforme, ya había imaginado unas cien veces que no lo quitaría, y lo afirmaría con nula delicadeza.

Y desde entonces, durante un año, todo ha sido así.

Baekhyun lo estaba montando como le desquiciaba que lo hiciera, brincaba tan frenéticamente de arriba a abajo recorriéndolo por completo, sin ningún miedo al dolor, a gemir en gritos y sollozar del insoportable placer. Se veía tan perfecto, joder, tan perverso y perfecto. Chanyeol tomó la orden del chico y empujó vigorosamente sus caderas cuando estuvo totalmente dentro de él, y Baekhyun tembló, enterrando sus uñas en el abdomen del alto. Chanyeol tensó su frente y un gruñido emergió desde lo profundo de su pecho, porque Baekhyun no se dio cuenta que apretó su ya de por sí estrecho interior y se sintió putamente asombroso.

El teléfono yaciente en su mesa de noche empezó a timbrar. «Deben estar jodiendo...», trató de ignorarlo, pero el sonido se volvía segundo a segundo irritante, estaba opacando los calientes sollozos del bajo, que de forma dificultada no dejaban de repetir "lo exquisita que era su polla". Una de sus manos soltó una de las caderas del joven y fue directo a tomar el estúpido teléfono.

— Joven Park, su padre viene en ca...

— ¡Saben que tienen prohibido molestarme cuando estoy con Baek! —y entonces lanzó con fuerza el teléfono hacia cualquiera de las paredes de su habitación para que se callase de una vez por todas. Baekhyun no pudo evitar una risilla y Chanyeol se vio contagiado de ésta, olvidando su irritación y sonriéndole con complicidad.

Baekhyun se agachó hasta alcanzar los labios adversos y empezaron a devorarse el uno al otro, donde la saliva se perdía y confundía entre el sudor de sus cuerpos. Chanyeol lo tomó con firmeza de su trasero y ahora fue él quien comenzó a marcar el ritmo. Era casi tan ligero como todas las chicas con las que se había liado, pero había una abismal diferencia, y era que Chanyeol podía ser tan brusco, tan tremendamente brusco como quisiera y Baekhyun lo recibía con escandalosos gemidos de agradecimiento, propinándole golpes en su pecho, arañazos en su espalda, ardorosas mordidas en zonas sensibles... A Chanyeol no podía fascinarle más.

Las penetraciones fueron a algo mucho más frenético, el pequeño joven parecía vibrar encima suyo y sus gemidos se volvieron inentendibles, sin un comienzo y sin un fin. Baekhyun ni siquiera dio asomo de querer recuperar el mando, porque cada que Chanyeol lo tomaba era para ser deliciosamente embriagado por él. Aquello era así desde ese lejano día en el armario de limpieza.

Cuando Chanyeol sintió cerca su clímax, llevó su diestra a la hombría de Baekhyun y recreó el mismo frenetismo con el que lo estaba penetrando. Entonces sintió su abdomen tensarse y se corrió dentro de él, justo como le gustaba hacerlo y Baekhyun sólo le permitía en "ocasiones especiales", aunque por su parte amase sentir lo caliente y espeso del chico; lo que fue suficiente junto con aquella mano haciendo lo que quería con su miembro para hundir su rostro en el cuello adverso y volverse incapaz de gemir, soltando aire vacío por su boca en una perfecta 'o' de sus labios. El gemido más ruidoso y agudo de la sesión finalmente hizo aparición y entre estremecimientos, se corrió sobre la mano de Chanyeol.