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El sopor que sintió al despertar no fue tanta como la primera vez, el frío era cómodo en su nuca, refrescante. En este momento se sentía caliente.

De imprevisto una mano aparta los cabellos sudados de su frente, dejándolo descubierto. Will estaba ahí, ambos se miraban detenidamente de manera que la incomodidad fue pasado por alto.

- Tienes fiebre pero ya está comenzando a bajar, ¿Tienes hambre? - Dijo Will acomodando la intravenosa - No. - Responde Nico admirando en silencio los movimientos de su compañero. El susodicho lo mira - No tienes opción, debes comer algo. Dame un minuto.- Dice caminando hacia la puerta, se asoma al pasillo para decir algo que Nico no llegó a escuchar con claridad, y luego cierra la puerta y se gira. - Espero que te guste la manzana y las galletas saladas. -

Nico se remueve un poco para dar espacio a Will cuando este se sienta en la orilla de la camilla. Se observan dudando en hablar, bueno, es Will el que duda en hablar.

- Ya es verano, ¿Regresarás al inframundo, cierto?.- Pregunta sorprendiendo a Nico.

- ¿ Como...? - Will lo deja con la pregunta en la boca - Quién coma los frutos del infierno están obligados a regresar al Hades. Tu debes regresar al comenzar el Otoño y quedarte hasta la primavera. - Relata bajando la mirada y tomando la mano derecha de Nico, acariciando las cicatrices viejas con su pulgar.

- No te veré por dos estaciones, me preocupa no poder tenerte a la vista.- Nico se sintió frustrado al escuchar eso, sentía esa lástima.- No tienes que tenerme a la vista, Solace. - Pronuncia lento y carente de sentimiento. Will alza la mirada confundido.

- Yo estaré bien aún si tu no me ves.- La rabia recorre las entrañas de Will.

- Si, claro. Primero mira el espejo y luego me dices eso, Imbécil - Sarcástico resopla, Nico le está enojando, y mucho.

- Tu ni siquiera eres capaz de cuidarte por ti mismo, seamos honesto. Eres un maldito desastre, siempre vas a necesitar que te miren...- Reclama enfurecido, las palabras no se detienen - ¡Por los dioses, Nico! ¡¿Acaso no te das cuenta de tu alrededor?! ¡Eres un mentiroso e hipócrita! ¡Por una vez en tu vida deja que haga mi trabajo...! -

- Basta, Will. - Ordena abrupto Quirón entrando despacio en la habitación.

- Dejanos solos, retirate por favor - Will duda una vez más mirando a Nico, cierra los ojos asintiendo, finalmente marchándose y cerrando la puerta tras de sí. Quirón dirige su ojos al campista acostado, sonríe acercándose a la cama. - ¿Como te sientes, Nico? - Pregunta de manera tranquila, Nico miraba la pared, no se atrevía a afrontar al centauro - He estado peor. -

- Ya veo...- Murmura Quirón examinando al chico, se aleja de la camilla para recorre la habitación. - Vaya, deberíamos remodelar la enfermería para que tenga más espacio. - Comenta divertido. Su presencia cambia y alerta al chico.

- Entonces, Seré directo, Nico. No soy de los que andan de rodeo por que sí. ¿Por que te quisiste ir del campamento? - Inquiere deteniendo su recorrido, con aporte firme delante de la camilla. Nico retuerce la sábana bajo su mano, respira nervioso y frunce su expresión.

- Lo hice por razones personales. -

- Eso ya lo sé. Lo que no comprendo es el por qué el intento de suicidio.-

- ¡Yo no me iba a suicidar! - Explota Nico alterado. - No puedo aunque qui...- Baja el tono de la frase y se muerde el labio. Quirón apoya su mano en el hombro de Nico - Suicidarse no es una solución, amigo. -

- Lo sé - suspira guardándose las lágrimas.

Tocame.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora