Tocame.

Sueño al tártaro.

Quirón le ofreció un consuelo mudo, el consuelo que puede dar un confidente. Nico lloró en silencio bajo la mirada del centauro, este no pudo simplemente verle sin decirle nada. Le murmuró un par de cosas interesantes sobre él y el campamento, del por qué seguía aquí enseñando a cada nuevo semidiós que toque las tierras de media sangre. Aunque Nico no habló, escucho atento mientras se secaba las lágrimas con la sábana. Quirón se mantuvo a su lado diciendo secretos en un lenguaje que el semidiós estaba seguro de no haber estudiado y aun así lo entendía, fue extraño.

- Tú no estás mal, Nico. - Dijo en una Quirón mientras acaricia su cabeza de manera paterna - Mas bien, creo que eres el menos indicado para momentos exactos, ¿Sabías eso? - Quirón carraspea cuando Nico lo mira mal, se aleja un poco y continua. -No siempre hay que ser perfecto ni muchos menos ser más que los otros por la sangre, a veces ser la persona equivocada en un momento determinado puede hacer un cambio. - La mano acaricia con especial atención en la nuca del chico, moviendo el cabello sedoso y rebelde de Nico. Las lágrimas se habían reducido a sólo pequeños espasmos en el cuerpo, Quirón sonreía bastante tranquilo, con gracia.

- Soy innecesario...- El Centauro lo interrumpe cortando el royo depresivo del chico .- Nadie es innecesario, aunque lo aparezca. Cada quien es parte de un ecosistema o comúnmente dicho, un grupo de amigos y familia. -

Nico ríe con amargura - Quirón, yo tengo todo menos eso. -

- Entonces, crea uno. Nada debe detenerte, ¿No? Eres fuerte. - Nico alza la cabeza sorprendido pero la baja otra vez negando.

- Tengo miedo. Siempre tengo miedo, no soy tan fuerte como piensas. He perdido tanto sin siquiera de haber intentado protegerlo, además. Para él mundo, hasta para los dioses soy lo más normal y típico de las situaciones..-

- ¿Como así? - Cuestiona Quirón moviendo las pezuñas un poco, acercándose más hacia Nico.

- Ya sabes...Nunca he crecido lo suficiente, nunca he crecido. Sigo siendo un niño. - Bufa negando con la cabeza - Es patético, soy un viejo entre un montón de niños. Solo mirame - levanta la cabeza y mira a Quirón con súplica - Ni siquiera pertenezco a este tiempo, yo no debí seguir viviendo. Estoy ocupando un puesto de alguien que puede necesitarlo más que yo, no es que me desprecie, sólo...- El nudo en su estómago se retuerce, cierra los ojos guardandose las lágrimas, intentando ocultarlos.

-Simplemente mi tiempo acabó hace mucho tiempo, ahora soy un extraño. No soy capaz de ser como los demás...- El silencio vuelve una vez más, pero es breve para Quirón - La experiencia...- Nico abre los ojos expectante.

- No, Nico. Ser diferente es ser tu mismo.- Niega Quirón mirándolo con especial atención hacia sus ojos.- Las experiencias rebosan en ti y lo sabes. Tú tienes más conocimientos propios que los demás, Tu no eres él resto. Eres lo que eres ahora con más de mil recuerdos vividos, conoces más del mundo, tanto del tuyo como el de los demás. Nico, no estás viendo lo que eres...- Apunta contrariado pero con deje divertido.

- ¡Eres una diferencia de dos patas!-

- ¡¿Qué?! Espera, no te entiendo ¿Que rayos quiere decir con eso? - Pregunta confundido, Quirón ríe - ¡Por los dioses, Nico. Estás tan ciego como un viejo! -

- Tengo más de 50 años, si es que no recuerdas. - Presume con burla volteando los ojos.

- ¡Y aún así todavía para mi eres un niño! - Aclara riéndose a carcajadas. Se aferra al hombro de Nico sin dejar ese tinte carismático.

- Es normal que te sientas así por que en realidad, eres un viejo entre un montón de niños. - Ahí Nico de verdad no pudo evitar sonreír. El ambiente se apaciguó con las risas alegres de Quirón, el entorno se volvió cómodo y acogedor.

- Ahh...- suspira Quirón. - Aunque haya dicho que nadie es perfecto, para mi visión yo te veo más que perfecto, Nico. De verdad me gustaría tenerte en el campamento...-

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Nota: No se ustedes pero este capítulo me afectó. Ya estoy empezando a shippear QuirónxNico.

<3