(Un avisito: esta conversación me la transcribió una amable señorita que por pura casualidad estaba en el baño en aquel momento; ni Nerea ni Maitane quisieron contarme lo que sucedió, así que es lo más fiable que tengo)
Las dos chicas entraron en los aseos como un huracán. Bueno, más bien, el huracán era Nerea y arrastraba a Maitane tras de sí. El temporal (ya sabéis a que me refiero) paró de repente y la chica pelirroja empezó a hablar.
- ¿A qué ha venido todo eso? Ya iba de camino- Maitane se notaba confundida.
- Tenía que hablar contigo. A solas- afirmó ella (yo otra vez; seguro que la que me contó esto se sintió como una intrusa espiando desde encima de la cabina)-. Es sobre Leire. Le gustas- (¡menuda manera de soltarlo! Ok, ya me callo)-. Y sé que ella también te gusta a ti; lo veo en tu mirada, por mucho que intentes disimulándolo con los nombrecitos de pareja que te inventas para nosotras- un suspirito escapó de los labios de la azabache-. Como si Neire existiera...
Maitane parpadeó varias veces (la chica juró que se podía oír como batía sus pestañas, incrédula por el bombazo). Tardó un rato en recuperarse, pero cuando salió del estupor dijo las siguientes palabras:
- ¿Quieres decir que no salís juntas?
- Oh, ¿no te lo había dicho?- respondió Nerea entre movimientos exagerados (no es difícil imaginarla haciendo algo así; después de todo, es la Nerea que creé)-. Según tu cara, parece que no. Ella y yo cortamos hace tiempo; funcionamos mejor como amigas. La verdad, no duramos ni un día. Lo del beso fue para que quedara clara su sexualidad; creo que fui muy directa, pero me da igual. Ahora lo importante es Leitane- (soltó el nombre de pareja como si dijera "lo importante es tu salud")-. Leire se va a un internado el próximo curso; bachillerato en las montañas para despejar sus extrañas ideas, según sus padres. Es vuestra última oportunidad; aprovechadla.
Dicho esto, la azabache empujó a su compañera, muda por la sobrecarga de información, y abandonaron el baño.
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Imaginaria (#JustWriteIt #LGBTQ)
DragosteLeire se encuentra tumbada encima del edredón, sollozando. ¿Por qué la vida es tan malditamente difícil? ¿Por qué razón decir quien era resultaba tan complicado? Una palabra: lesbiana. La única que comprende su dolor, la que puede mitigarlo aunque s...