Prólogo

153 4 0
                                        

10 años antes

—¡Está bien mamá! Me portaré bien. Lo prometo. —dice la pequeña Aria con ganas de salir del auto y entrar a clases

—Eso espero hijita, mira que ya son muchas quejas las de tu maestra— dice un poco frustrada la Señora Márquez

—Sí, mami— dice alargando las vocales, cansada de la misma conversación todas las mañanas antes de entrar a la escuela.

— Además, recuerda que Kashlin viene hoy para casa y si quieres que se quede a dormir debes mantener un buen comportamiento en la escuela— habla autoritaria su madre.

—Sí, mami.

—Bueno, ahora entra que se está haciendo tarde.

—Sí, mami.

Ya de camino para la entrada de la escuela visualizó a Kashlin, su mejor amiga. Una chica alta y flaca, de tez blanca y cabello marrón, que tenía unos ojos color oscuro, pero que hacía que los chicos de su escuela gustaran de ella. Aunque apenas estaban en el último año de elemental y a Aria no le interesaban los chicos para ese entonces, a veces le molestaba que su mejor amiga se fuera con los chicos y le dejara sola.

Una vez dentro de la escuela fue directo dónde Kashlin. Esta parecía estar hablando con otro de los chicos que babeaban por ella. Un chico de su estatura, pelo castaño y tez blanca. Aria no lo quiso visualizar bien, pues no le interesaba en lo absoluto eso de los chicos a esta edad, o sea apenas tenían once años. Aria se acercó Kashlin, la saludó y luego se fue ignorando por completo como el chico, que hablaba con su mejor amiga, la miraba con toda admiración.

Llegada la hora del almuerzo, Aria se encontraba en la fila del comedor. En eso llega Kashlin...

— ¿Por qué tardaste tanto? —le cuestiona a su amiga

— ¿Acaso no recuerdas que estamos en los exámenes finales? —respondió Kashlin algo molesta

— ¡Hey! Baja los humos que yo solo preguntaba.

—Es cierto, perdona. Es que estos exámenes están muy difíciles, Aria — dice frustrada y cansada Kashlin.

—No te preocupes—La trató de tranquilizar Aria, poniendo la mano en el hombro de su amiga. —Además, recuerda que hoy vas para casa. —dijo sonriendo

— ¡Siii! —respondió esta dando saltitos de alegría y haciendo que Aria se riera de su actitud tan infantil.

—Oye keish... — dice alguien a espaldas de Kashlin. Su amiga se viró para ver quién era y ahí supo Aria que era el fin de la conversación.

— ¿Qué quieres enano? — jajaja le dijeron enano, le pasó por la mente a Aria ¡ESPERA!, ¿le dijo enano? — Dejamos en claro hace mucho que no nos hablaríamos durante la escuela.

—Sí, lo sé Kashlin —le contestó este con tono de aburrimiento— Es solo que quería saber si me dabas espacio en la fila. Ya sabes, está muy larga y no quiero esperar. ¿Me dejas? — la miró suplicante y luego desvió su mirada a la chica por la cual sus ojos brillaron esta mañana, Aria. Pero esta lo ignoró, como si se tratara de algo a lo que sus ojos se aburrirían de ver, aunque él seguía mirándola con admiración.

—¡Hey! —trono sus dedos Keish delante de la cara del chico— ¿enano? ¡Hey! Reacciona —el chico sacudió su cabeza prestando atención a Keish.

— ¿Qué?

—Que te adelantes. Pero ni se te ocurra sentarte conmigo. ¿Quedó claro?

—Sí, hermanita de mi alma —Dijo el chico emocionado. ¡Espera! ¡Espera! ¡Espera! ¿Acaso él dijo... hermanita? pensó alterada Aria.

—No me llames así o alguien te escuchará, Mike —dijo ya molesta Keish

Aria estuvo escuchando toda su conversación aún sin poder creer que su mejor amiga tuviera un hermano menor. Por lo que, se hizo una nota mental de preguntarle en la tarde el por qué nunca le había dicho que tenía un hermano.

***

Las chicas estaban esperando a la Señora Márquez frente a la escuela. Aún Aria no podía creer que su mejor amiga tuviera un hermano, muy bonito, del que nunca le habló. Aunque a Aria eso no le interesaba, pues ella todavía no quería llenar su mente con el tema de los chicos, aún.

— ¿Oye, por qué no me habías contado que tenías un hermano? —preguntó desesperada por saber la respuesta

—Por la misma razón que no te diré, Bestie. —respondió un poco molesta y a decir verdad llevaba molesta desde el almuerzo. Aria se quedó pasmada por la respuesta que le dio Keish, así que decidió contestarle de la misma manera.

—Primero, recuerda con quien estás hablando. Segundo, era solo una pregunta. No tenías que contestarme así, Kashlin. —contraatacó Aria algo molesta por la actitud de su mejor amiga.

Después de eso, todo fue silencio y ambas pensaron que ya la conversación se había acabado. La llegada de la Señora Márquez fue una afirmativa de que la conversación si se había acabado. Ambas se montaron en el auto en silencio.

— ¿Cómo les fue el día chicas?

—Bien, mamá.

— ¿Y a ti, Keish?

—Bien, Señora Márquez

—Me alegro chicas —dijo algo confusa, la madre de Aria, por la actitud de las niñas—. Bueno, ¿qué quieren comer? Hoy no tengo ganas de cocinar y teniendo en cuenta que hoy es viernes, comeremos fuera.

—No sé, mamá. Lo que quieras.

Ya habiendo cenado la pizza que compró su madre, las chicas decidieron hacer una noche películas. Sin embargo, Aria no estaba prestando mucha atención. Tenía curiosidad de saber sobre el hermano de su mejor amiga y no es que tuviera miedo de preguntarle a Keish, si no que no quería hacerla enojar otra vez. Estuvieron en un largo silencio hasta que Keish habló.

—No quería que lo conocieras. —dijo algo irritada su mejor amiga, como si le hubiera leído la mente a Aria.

— ¿Por qué? O sea, soy tu mejor amiga.

—No quería, porque se cómo es él y una vez entró a mi cuarto y vio la foto que nos tiramos el primer día de cuarto grado. Desde ese día me pregunta quién eres —Aria estaba aguantándose la risa— Él es un mujeriego y no quiero que te lasti...— Aria empezó a reírse a carcajadas y Keish la miró algo molesta, pero en su interior quería reírse, porque sabía que Aria no estaba pendiente de chicos ahora.

— ¡PORFAVOR! ¿Cómo estás tan segura de que terminaría enamorándome de tu hermano? Tenemos once años ¡Por Dios! —decía Aria tratando de parar de reírse, ya le dolía su barriga de tanto reír. Keish se contagió de su risa.

—Tienes razón, eso sería absurdo e imposible. —dijo ella también riéndose

Pero lo que ninguna sabía era que cuando el destino ya tiene algo escrito es porque va a pasar. Así pasaron los años, en los que Mike le escribía a Aria para ver cómo estaba. Estuvieron hablando todos esos años hasta que su mejor amiga y su familia se fueron a vivir a los Estados Unidos. Aria nunca perdió el contacto con Keish, pues de vez en cuando hacían videollamadas y se escribían, pero si perdió el contacto con Mike. Él dejo de escribirle. Así fueron los años hasta que Aria y Kashlin hicieron los planes y como ambas estaban graduadas de la universidad, decidieron reencontrarse y no volver a separar la amistad que tenían. Haciendo que Aria y Mike se volvieran a ver por cosas de El Destino.

EL DESTINO (Disponible en Amazon)1ra parteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora