Capítulo Uno (EDITADO)

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-Si papá. -Repitió por quinta vez el omega, con una sonrisa radiante que desbordaba esperanza.

Su padre, Mark, se podría decir que era un gran Alfa, fuerte e imponente. Su carácter fuerte y demandante lo definía, se comportaba de tal manera con todos, a excepción de su familia.
Porque aunque no lo pareciera era muy sensible cuando se trataba de la mujer que amaba, y de su pequeño y adorable hijo.

Ahora se encontraba hablando con Louis, su primer día en la Universidad era algo que como padre no aceptaba completamente. Era un Omega y debía ser cuidado y complacido, pero se vio acorralado al ver los ojos azules desbordando en lágrimas, y dejando de lado todo le dijo que si.
Claramente no se encontraba seguro del todo, pero sólo aceptó, era la decisión que Louis había tomado y el no se negaría a apoyarlo como padre.

El problema de toda la situación vendría a ser el que Louis jamás haya ido a la escuela, más bien a algo llamado 'escuela en casa', y su propia madre se encargaba de enseñarle, siendo maestra y directora en una institución pudo hacerlo sin ningún problema, pero claramente de sus estudios secundarios se encargaron profesores particulares, todos ellos eran particularmente betas, menos quien había sido el único profesor de literatura que entraba en los estándares que Jay imponía, ya que eran seleccionados por ella.

Aiden, el único Alfa que dejaron pisar su casa sólo por su alto rendimiento académico. A primera vista Mark lo hubiese echado de su propiedad en un instante, pero al escucharlo hablar con tanta cortesía y humildad hasta lo había echo dudar de que fuera un Alfa y no un beta como los demás. Si, porque a pesar de ser de brazos grande, ancha espalda y altura sobresaliente, tenía un rostro lleno de pureza y rasgos finos y bonitos, ojos avellana y cabello castaño ligeramente más claro que el de Louis, lo que convenció del todo al Alfa fue su sonrisa, sincera y cargada de sentimientos tranquilos y pacíficos. De esa manera lo aceptaron y no se arrepintieron.

Aiden se había convertido en un gran amigo para Louis, haciendo que no se sintiera tan sólo o excluido de la sociedad, y eso fue un punto clave para que el Omega comenzará a planear el ir a la Universidad.

Aiden le había dicho algo como 'tienes un potencial enorme para hacer tantas cosas, no dejes que el simple echo de ser omega te impida hacer lo que deseas' eso acompañado de una sonrisa de dientes brillantes.

Ahora que Louis había terminado sus estudios, admitía que extrañaba al Alfa castaño, al ver a su pequeño sólo y desanimado. Quizás, sólo quizás lo llamaría para que viniera a hacerle compañía a Louis, y sabía perfectamente que este no se negaría, podía notar en sus ojos lo enamorado que se encontraba de su hijo, y aunque no dejaría que la situación y su relación llegara a mayores no le vendría mal a Louis reencontrarse con ese muchacho que lo había ayudado tanto.

Recordando eso el Alfa observó a su pequeño frente a el. Nunca creyó que ese momento llegaría o que pasara por la mente de Louisie a la Universidad, su familia tenía recursos suficientes para cuidarlo, tenía un trabajo estable en una gran empresa.

-De acuerdo. Tu madre te llevará, espera aquí, yo me tengo que ir a la empresa ¿De acuerdo? -Pregunto con voz preocupada.

-Si papi. -Su voz delicada y dulce hizo sonreír al Alfa. Su hijo era tan sensible y tierno.

-¿Estás seguro de esto? -Si, aún tenía algo de miedo. No podía evitarlo, su instinto protector desbordaba por sus poros, pero nadie podía culparlo, su, ya no tan pequeño, cachorro estaba a punto de entrar en un mundo lleno de gente arrogante y cruel. Pero sobre todo, en un mundo lleno de Alfas.

-Si papá, lo estoy. -Su sonrisa era radiante. Estaba demasiado feliz, iría por fin a estudiar lo que el quería, música.

-Muy bien. -Dijo aún no muy convencido. -Nos vemos en la noche Louis. -Beso su frente y salió por la puerta principal.

❝ Dulce Omega ❞ [Larry]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora