Capitulo 11

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Estaba en mi nueva habitación instalándome; tomé un abrigo y lo coloqué dentro del armario, que por cierto, tenía mucho espacio; un pequeño papel cayó del abrigo, lo tomé entre mis manos y lo abrí

"Hay que tener un gran coraje para oponerse a nuestros enemigos, pero hace falta el mismo valor para ha kmcerlo con los amigos"

Me quedé mirando el papel en silencio, creo que hubiera estado más de cinco minutos así sí él timbre no hubiera sonado. Estos departamentos son algo raros, cuando el timbre suena tengo que levantar un teléfono fijo para hablar con la persona que va a entrar, pero que me parece más raro es que él otro teléfono está en el ascensor y si yo no presiono un botón la otra persona no podra pasar al pasillo, sé que es por cuestión de seguridad, pero me parece ridículo.

Salí de la habitación y caminé por el corto pasillo, llegué a la cocina y tomé él teléfono que sé encontraba en la pared.

-¿Si?-Dije casi en un susurro.

-Milena, soy yo.

Solté una risita

-¿Quién es yo?- Volví a reir.

-No seas tonta, soy yo-Dijo en una carcajada Jack.

-¿Quien es yo?-Volví a repetir divertida.

-Milena- Soltó una carcajada- Déjate de juegos, soy Jack.

-Oh ¿En serio?- Dije sarcástica- No tenía idea.

Soltó un suspiro de frustración.

-Presiona el estúpido botón ¿Quieres?- Dijo algo molesto o bueno eso quería aparentar, pero a mi no me engañaba- Olvidé el imán en mi departamento, abreme por favor.

-Esta bien, calmate- Dije sonriendo.

Presioné él botón y en unos minutos el timbre de la puerta sonó, caminé hasta la entrada para abirle a Jack. Cuando vi su rostro me sorprendí, había estado llorando, pero también me sorprendió al ver la bolsa de Macys que llevaba en su mano izquierda.

-¿Estas bien?-Le pregunté

-Si- Se frotó la cara con sus manos- Estoy muy bien.

-Jack...Cuéntame ¿Si?

-No creo que sea importante-Dijo fingiendo una sonrisa- ¿Puedo pasar?

-Si eso te tiene así debe ser importante- Dije cruzandome de brazos- Puedes pasar, pero solo si me cuentas que tienes.

-Milena...-Me miró enojado- No quiero hablar de eso, ya déjalo- Se dio la vuelta para irse pero lo detuve

-Esta bien, pasa-Dije rodando los ojos- No me cuentes, igual no somos amigos para que me cuentes lo que te pasa.

-Milena, no es eso, es solo que no quiero hablar del tema-Dijo volteandose para mirarme.

-¿Vas a pasar?-Pregunté ignorando por completo lo que acababa de decir.

-Si-Paso y se sentó en el sillón que estaba en el centro de la sala.

Me quedé en silencio observándolo, me miraba con una sonrisa ladeada no sabia si acercarme a él o simplemente volver a mi habitación

-Toma- Me tendió la bolsa- Paso por ti a las ocho y quince.

-¿Disculpa?-Pregunté mirando la bolsa con mis ojos super abiertos.

-Lo que has escuchado- Me dijo sonriendo.

Mordí mi labio inferior.

-¿Quieres provocarme?- Cuando dijo eso me sobresalte- Deja de hacer eso- Señaló mi labio

AlexanderDonde viven las historias. Descúbrelo ahora