El roce entre sus piernas y las mías,
Las marcas de garras en mi espalda,
Surcando océanos día a día,
Y llegando a apretar la almohada,
Más fuerte,
Pero con más calma.
Perdido en tus imperfecciones perfectas para mi,
Besando cada uno de los poros de tu piel,
No me hacen falta cosquillas para hacerte reír,
Ni tampoco para saborear tus "Te amo" dulces como la miel.
Mi mundo es el tuyo,
Mi vida eres tú,
Mi futuro es contigo,
Esa es mi virtud.
Lunares que son estrellas,
Formando una constelación en tu vientre,
Tu ombligo es el centro de mi mundo,
Y dice que somos para siempre.