-Hola, te advertí que durmieras. -dijo.
No había sido un sueño, ya esto parecía muy real.
-No es posible!!- dije un poco desconcertada.-Hablaremos de eso mañana. Por ahora debes dormir.
Tenía razón. La verdad estaba muy cansada y aunque el fuera un sueño o fuera real no podía dejarlo robar mi mente y no dejarme dormir.
-Hice un gesto de desagrado, el cual el noto-
-Se que no te sientes cómoda con mi interferencia en tu mente. Así que me iré -
Desapareció.
Tenía la mente en blanco.
Ni un recuerdo sobre el me venía a la mente, era como si lo hubiesen sacado de ahí y hacerme pensar que no existió.
Dormí como nunca antes lo había hecho.