Zombieville

2# Cucharas

Narra Antonia

Todos estuvimos muy felices de vernos, hablamos de todo lo que sucedía y de lo que podemos hacer.

-¿Qué tal si vamos a una tienda de armas?- para variar Martín, siempre piensa en armas, armas, y más armas.

-Puede ser peligroso, en el camino hasta el lugar puede haber zombies, y no vamos a poder defendernos.-añadió Mati serio mientras hacía gestitos con su cuchillo que llevaba en la mano

-Mejor busquemos en el camino a la Gunshop- Nos dijo Rebeca casual

[Camino a la Gunshop]

Narra Nico

Esto de la Apocalipsis me vuelve loco, cuesta decirlo, pero tengo miedo. No quiero que el grupo lo sepa, será mejor esconderlo por ahora.

Además no tengo fuerza suficiente para todo. Hasta la Rebe tiene más fuerza que yo, y eso me da vergüenza. Necesito volverme fuerte, por dentro y por fuera. Ser ágil no servirá, y ellos no saben o/y se dan cuenta que lo soy.

Todos tenían cuchillos y cosas filosas gracias a que comieron carne o cosas así antes que todo ocurriera , mas a mi, para el almuerzo me mandaron lentejas, y eso es igual a... Una estúpida y maldita cuchara.

¿Acaso servirá eso para matar a muertos que caminan?Lo que puede pasar si lo intento es que me muerdan o que quede en ridículo frente al grupo. No quiero que pase ninguna de las dos. Por ahora estaré apartado del peligro.

Nos encontramos en un lugar escalofriante, caminábamos en medio de una avenida muy conocida en mi ciudad, la calle era ancha y larga. Pero tenía algo diferente, autos en llamas, tanques, ciudadanos y militares muertos, pero uno de ellos (bueno, varios de ellos) traía un arma. Martín de cómo actúa frente a todo esto, se acerca a el militar para sacarle el arma de las manos ya que estaba muerto, ¿o no?

Se escuchó un gruñido, y cuando tomó el arma, el cadáver se volvió en un zombie, que movió ligeramente su cuello hasta alcanzar el brazo izquierdo de Martín antes que él pudiera reaccionar. Vi cómo le arrancaba una tira de carne y se la tragaba, mi amigo gritaba más que nunca, tenía que hacer algo.

Algo en mi despertó, sentí como adrenalina, mi cuerpo se mando solo, logré correr más rápido que nunca lo había hecho en mi vida. Le pegué una patada en la cara, así dejaría el brazo de Martín en paz. Tenía sed de venganza, sólo reaccioné y saqué la cuchara que estaba en mi bolsillo. Me agaché para llegar a la a la altura del zombie (suelo), y junto a mi adrenalina me comenzé a desquitr en él.

La cuchara funcionaba, la metía y la sacaba de su cráneo mientras salpicada sangre. Algunas manchas cubrían mi cara y mi camisa, fue raro pero disfrutaba eso, Su sensación me encantaba, estaba "matando" a alguien, Y CON UNA CUCHARA.

Luego de parar de "acucharar" a un zombie, me preocupé por Martín, sangraba mucho, podía morir, así que me saque mi suéter y lo bendé alrededor de la zona mordida. Pero si no dejábamos ahí se iba a morir.

Oh-oh, sentí la adrenalina denuevo, mi cuerpo tomó el control, limpié la ensangrentada cuchara en mi polera e iba a empezar a cortar su brazo, pero no quería que sufriera.

-¡Mati!- grité -Busca anestesia para que no sufra- señalé el brazo con sangre de Martín.

-Esta bien- él inspeccionaba cosas en el suelo, pero no entendía lo qué buscaba -¡Encontré algo!- levantó su brazo mostrando un ladrillo. Cómo iba a ayudar eso...

Mati llegó corriendo con su anestesia en su mano -¡Anestesia!- y tiró el ladrillo en su cabeza dejando a Martín noqueado. No creí que funcionaría, pero así fue, estaba inconsiente con un moretón gigante en su cabeza.

Aproveché el momento, saqué mi cuchara y comencé a cortarle entre el codo y el hombro. Ya no diré más detalles...

Aunque le haya cortado la zona mordida, Martín aún tenía riesgo de muerte; se le podía infectar antes que cicartizara, o morir desangrado. Hay que buscarle suministros médicos antes que despierte, o morirá.

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