Me arrojé agotada sobre un sillón de la sala de Gryffindor. La semana había sido agotadora, siempre corriendo de aquí para allá, perdiéndome por los largos y geniales pasillos de Hogwarts, y tomando jugo de calabaza (toda mi vida quise probar el juego de calabaza, pero mi madre decía "Lisa no fastidies, ese jugo no existe, esta dentro de un libro. Ja! En tu cara mamá!). De todas formas... fue una semana difícil. Muy difícil. Toda mi vida anterior se había esfumado, no tenía a mis amigas, ni mi música, ni mis libros ni a mi familia... incluso extrañaba al idiota de mi hermano. Ya no era Lisa Marie Trinks, como lo había sido hasta una semana atrás, sino que ahora, de la nada, sin previo aviso, soy una bruja. Y eso ha sido muy desgastador. En una semana lloré más que en toda mi vida. A veces abrazada a Eve, otras a Miles... incluso a Albus en una ocasión. El hecho de que toda tu vida se tire a la basura y sea reemplazada con algo que solo creías posible en los libros, es difícil. Muy difícil. Mas de lo que se imaginan. Pero ¡vamos! No todo es malo, después de todo estoy en el colegio mas increíble que ha existido, tengo una varita, puedo hacer hechizos, podré volar con escoba, tengo un amigo que se apellida Potter y un no-amigo-casi-enemigo que se apellida Malfoy y TU NO * inserta risa malvada *
Sin previo aviso, Miles y Evelyn aparecieron y se sentaron casi encima de mi. Estaban discutiendo ¡que raro!
--Solo digo que me gustaría que me escucharas cuando te cuento algo que es importante - venía diciendo Evelyn. Suspiré resignada, ya sabía de que hablaban.
--¡Te escuché las primeras cincuenta veces! - respondió su hermano con los ojos muy abiertos. Estaba harto de su hermana.
--¡No te lo he contado tantas veces! - dijo Eve indignada.
--Si lo hiciste - reí yo. Miles sonrió, triunfante. Evelyn se cruzó de brazos.
--No sé por qué les hablo de esto, es algo importante para mí y ni siquiera fijen poner atención.- dijo ofendida
--¡Yo siempre finjo que presto atención! - dije levantando y agudizando la voz. Miles rió y recién ahí me dí cuenta de lo que había dicho - Lo que queremos decir, es que no necesitas hablar de eso TODO EL SANTO DÍA.
--Es verdad Eve - me apoyó Miles - ya sabemos que estas enamoradísima de Santino, puedes dejar de hablar de eso.
Cerré los ojos y los apreté. Miles había dicho justo lo que no tenía que decir. Aún con los ojos cerrados, noté como el rostro de Evelyn se transformaba.
--No estoy enamorada de él! - Dijo furiosa, pero de todas maneras se sonrojó.
--Y entonces, por qué te sonrojas? - Preguntó Miles divertido.
--¡Lisa! - Eve buscó mi apoyo.
--Miles, ya está bien - Dije en un suspiro - No deberías molestarla con estas cosas. Son temas complicados. Ya te vas a enamorar como ella y vas a estar todo el día - sonreí tontamente y le hice ojitos imitanto a la cara de una chica enamorada.
--¡Que no me gusta Santino! - repitió ella. Nadie le creyó - solo... es que es tan lindo y tan bueno conmigo... me olvido del mundo cuando estoy en él... es que...
--Te gusta - terminó la frase Miles. Le pegué en el hombro y los dos hermanos rieron.
--¿Ves? Contigo no se puede hablar - Evelyn parecía mas tranquila.
--Me paso el día con dos chicas adolescentes que tienen las hormonas danzando. Debería buscarme amigos.
--Sabes? El otro día Santino dijo algo sobre eso... - empezó Evelyn. Solté una carcajada. Miles se tapó la cara y los oídos con una almohada y gritó.
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¡Caracoles Hervidos! ¡Estoy en Hogwarts!
FanfictionNo puedo creerlo. Yo, Lisa Marie Trinks, potterhead de corazón... estoy en Hogwarts!