Capítulo 1

1.2K 97 11
                                    

Capitulo 1



Uno.Dos.Tres. Giro sobre mis talones y una sonrisa crece en mis labios. Uno.Dos.Tres. Giro nuevamente y me dejo caer sobre mi pequeña pero cómoda cama. Me encanta la música. Me gusta mover mi cuerpo de aquí para allá por toda mi habitación e imaginar que estoy en una pista de baile. Me gustaba imaginarlo porque mis padres nunca en la vida me permitirían ir a una fiesta o algún lugar donde se pueda bailar o escuchar un poco de música. Eso no está permitido en esta familia.

"¿Podrías bajarle un poco a tu música, Amara?"

Pongo los ojos en blanco mientras me acerco al pequeño toca discos sobre mi mesita de noche y la música desaparece. Mi habitación es apoderada por el aburrido silencio muy común, como en toda la casa. Mi cuerpo cae sobre el colchón a mis espaldas nuevamente y levanto mi cabeza para encontrar los ojos azules de mi hermana.

"Lo siento, me deje llevar." Hablo entre risas y ella sonríe.

"Siempre te dejas llevar, Amara." Suspira y permanece cruzada de brazos viéndome fijamente desde la puerta. "Te gusta mucho, ¿verdad?" Cuestiona y mis mejillas arden. Siento vergüenza y no entiendo porque. Rosie es mi hermana y no debo avergonzarme. Ella me conoce mejor que nadie.

"¿Que?" Pretendo no entender absolutamente nada y ella ríe porque sabe perfectamente lo que estoy haciendo. "Adiós Rosie."

Reímos juntas y ella se me acerca para arroparme en un abrazo. No dudo en responderlo. "Eres la peor mentirosa que conozco." Habla mientras deshace el abrazo y camina hasta la puerta. "Algún día quizás te sorprenda y te invito con mis amigas a lo de Steve."

Claro, primero sobre el cadáver de papá  y mamá. Suspiro y finjo una sonrisa. Entiendo que ellos quieren lo mejor para mí. Entiendo que tengan miedo de que termine lastimada pero aislándome de todo el mundo no es algo que sea de ayuda, no cambia absolutamente nada. Desde que tengo memoria mi vida es una rutina. Escuela, Casa y de vez en cuando visitar a mi mejor amiga Jo. Quiero un cambio pero tengo mucho miedo lo que causaría enfrentar a mis padres y luego enfrentar ese mundo allá afuera.

"Tengo una idea."

Giro mi cabeza y me sorprende ver a Rosie sentada a mi lado. Una sonrisa cuelga en sus labios y sus ojos brillan. Su cuerpo me transmite emoción y un choque de electricidad se desliza de mi cabeza hasta la punta de mis pies cuando las palabras se escapan de su boca.

"Cámbiate y me esperas en la puerta principal."

"¿Porque? ¿Dónde vamos?"

Me envía una guiñada y desaparece de mi habitación. Una sonrisa crece en mis labios y un permito un chillido escaparse de mis labios. Mi corazón golpea fuerte contra mi pecho en el momento que detecto al final de mi armario mi vestido favorito y enseguida no dudo en deshacerme de mi pijama para colocar el traje amarillo canario. Mi cabello riso en minutos se encuentra en un moño y los aretes plateados que me ha regalado papa la semana pasada ahora adornan mis orejas.

Luego de una que otra mirada al espejo, sonrío satisfecha y abandono mi habitación para esperar a mi hermana donde ella me ordeno. Ella no demora en bajar minutos después y entrelaza nuestras manos para encaminarnos fuera de la casa.

"Tenemos suerte que papá y mamá  no están en casa." Rosie rompe el silencio y entramos a su auto.

"¿Me dirás a dónde vamos?" Cuestiono ansiosa cuando ella pone en marcha el auto. Es llamativa la ida de salir, es increíble pero me aterra salir a estas horas, la noche nos rodea y la ciudad es peligrosa.


"Te encantara, te lo aseguro."

*

Una vez estamos fuera del auto, la música inunda mis sentidos y no puedo evitar sonreír. Rosie se acerca y entrelaza nuestras manos mientras caminamos. Ella parece mi escudo y lo agradezco, conozco estas calles pero no tanto como ella. Al final detecto de donde proviene la música. Un edificio enorme y arriba en enormes letras cursivas parpadean Steve's place. Mi corazón golpea fuerte mis costillas y mis labios duelen por sonreír demasiado. Este es el famoso lugar de Steve del que tanto hablan todos.

Mis pies tocan fondo cuando un hombre alto de ojos esmeralda interviene en nuestro camino. Ni siquiera hemos entrado. Rosie sostiene fuerte mi mano y le dedica una mala mirada al hombre de traje.


"¿Piensan negarle la entrada a una de las clientes-" Rosie es interrumpida por otro hombre con la misma fachada que el primero.

"Está bien, tienen reservaciones."

Me sorprendo cuando Rosie me empuja con ella hacia adentro del local y la observo esperando alguna explicación pero ella solo se dedica a sonreír como siempre. Algo normal y muy común en la familia Price.

"En estos lugares tienes que darte tu lugar, Amara. Obviamente siempre siguiendo las reglas al pie de la letra y todo lo demás que no importe." Ella me habla al oído mientras nos acercamos a una mesa vacía no tan lejos de la pista de baile y el escenario que en estos momentos es apoderado de una banda que cautiva los corazones de cada uno de los presentes en el lugar. "Me gusta mucho este lugar."

"Me he dado cuenta." Bromeo y ella ríe.

"Steve no discrimina, hermana." Me lanza una guiñada y levanta la mano llamando la atención de un mesero. Mi rostro debe ser un poema cuando el hombre se acerca, Rosie ordena dos malteadas y él se retira pero no sin antes anunciar que regresa en unos minutos. "¿Sorprendida?, te dije que no discrimina."


El hombre moreno como yo, se acerca a nosotras con nuestras malteadas y me sorprende la rapidez. Rosie bebe de su malteada mientras observa nuestro alrededor y la imito. Parejas y amigos bailan en la pista, otros simplemente se sientan en sus mesas y hablan disfrutando de su compañía y la música de buena calidad.

Mi boca se abre ligeramente cuando un chico se acerca a nuestra mesa e invita a mi hermana a bailar, ella duda unos segundos pero acepta ante mi mirada severa. Estamos aquí para divertirnos y si un chico la invita a bailar, ¿porque negar la oferta?

Deslizo mi mirada por todo el local y mi cuerpo se congela ante una imagen perfecta. Juego con la pajilla en mi malteada y mis mejillas arden cuando él me toma observándolo. Sus ojos verdes escanean mi rostro y me siento expuesta, finalmente su mirada y la mía se encuentran. Quiero que la tierra me trague. Él me dedica una media sonrisa y se levanta de su taburete en la barra no tam distanciada de mi mesa. Mi cuerpo enseguida entra en alerta cuando arregla su costoso traje blanco. Él viene hacia mí, quiero morir debido a la vergüenza. ¿Qué tengo que decir?

Es demasiado tarde para pensar. El deja caer su cuerpo con cierta elegancia en la silla a mi lado y las mariposas revolotean en mi estómago.

"¿Te gustaría bailar esta pieza conmigo?"

AMARA (Harry Styles) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora