capítulo 5:

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No tenía mucho que hacer, me sentía mejor pero todavía la cabeza me dolía. Me había quedado dormida

Subí a bañarme y luego me puse algo cómodo. Decidí que haría algo para el señor Ross.

No podía dejar de pensar en su beso, fue tan suave mejor de lo que había imaginado.

Preparé un poco de pasta y papas horneadas. Terminé justo a tiempo, porque cuando estaba sirviendo la comida en la mesa el señor Ross entró.

-Huele de maravilla -Dijo al ver lo que preparé-. ¿Lo haz hecho todo tu sola?

-Sí -Murmuré nerviosa.

El señor Ross se sienta y empieza a comer, yo imito su acción y me siento frente a él.

Musica clásica era lo único que sonaba mientras comíamos.

-Ven... -Susurró de repente. Yo lo veo con los ojos bien abiertos-. No me hagas repetirlo.

Me puse de pie y camino lentamente hacia a el. Estaba algo avergonzada por lo que pasó hoy en la mañana ¿Que es lo que dirá?

-¿Si?

Me atrae a su cuerpo y me hace sentarme sobre él en posición a horcadas.

Siento su duro miembro palpitar debajo de mi.

-No puedes dejar de pensar en el beso de esta mañana ¿O me equivoco?

-Es todo lo que puedo pensar -Le dije.

-¿Quisieras repetirlo?

-Sí -Afirmé Muriéndome por dentro.

Vuelve a juntar sus labios contra los míos, de forma más fuerte.

Esta vez era más demandante mas duro. Me aprieta a su cuerpo y sus manos se introducen debajo de mi blusa acariciando mi piel.

Me encantó la sensación de ser acariciado por el, me froté contra sus piernas, sintiendo su miembro volverse más duro.

Me quita la blusa en un experto movimiento y deja mi torso descubierto con tan sólo mi sostén cubriéndome.

Acuna mis senos en sus manos y los aprieta, suelto un gemido de satisfacción.

-¿Te gusta eh? -Inquirió con una sonrisa.

-Si... No se detenga -Ruego.

Empieza a besar mi cuello, dejando pequeños mordiscos. Baja a mis clavículas y también las besa, pasando su lengua sensualmente.

Baja más y más hasta llegar al valle de mis senos, deja un chuletón y luego muerde mi oreja.

Me estremeci y gemi de nuevo.

El celular del señor Ross empieza a sonar, interrumpiendo este momento tan íntimo.

Me obliga a ponerme de pie, tomé mi blusa y me la vuelvo a poner.

-¿Que sudece? -Preguntó, se calla unos segundos y asiente con la cabeza-. Voy para allá.

-¿Te vas?

-Si. Me necesitan en urgencias -Murmuró acomodando su traje, se acerca a mi oído y lo muerde después se susurrar:-. Esto lo acabamos en la noche.
Después de eso sale de la casa.

Desde que el señor Ross había salido de casa no podía parar de pensar en lo que había pasado. Aún sentía sus manos encima mío y sus besos también pero no estaban,ya no estaba él en casa pero lo que más me impresionó fue que lo terminaría esta noche ¿a que se refería? ¿me iba a violar? ¿seria capaz de aprovecharse de mi? ¿de lo débil que soy?
Tenía tantas preguntas por mí cabeza que aún no tenían respuestas pero ya quería saber si se aprovecharía de mi o no.

Paso unas horas desde que se fue dejándome en casa más que confundida entonces para despejar mi mente de todo lo que pasó decidí ver mi película favorita Spiderman.
Cuando terminó ya eran las 11 de la noche y aún no aparecía el señor Ross. Hasta que cuando menos me lo espero lo veo en el otro sofá mirándome bueno más bien comiéndome con la penetrante mirada que tenía.
Después de un buen rato muy incómodo decidí hablar.

- señor Ross.

- dime dulzura - dijo el sonriendo.

- me siento mal.

Después de a ver dicho eso mi vista sólo se veía borrosa y de un momento al otro me desmayé en los brazos del señor Ross.
Lo último que oí es a ross gritar como si le aterrará que me pasara algo.



Sweet Temptation. ||Ross LynchDonde viven las historias. Descúbrelo ahora