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- Amigo, te ves terrible. Es la unica verdad que existe en este mundo. - dijo Dana, una amiga de la universidad. Por coincidencia me encontró y me llevó a un starbucks, a la fuerza.

Yo solo quería llegar al centro y saludar a Kate, la cual siempre me respondía con un "hola, Hirsch" y una sonrisa adorable. Y ver a su compañero, Nathan.

Pero él no importa. Solo Kate. Solo...

- Alex, te llevo hablando seis minutos y no me das ni una jodida respuesta. ¿Te sientes bien? ¡Responde! - dijo pasando su mano por mi rostro. Desperté algo turbado por sacarme de mis pensamientos bruscamente.

- si, estoy bien y debo irme. Pediré un frapuccino y me iré. Te veo luego...- me interrumpió.

Suspiró y hablo con franqueza. Quizas demasiado para el estado en el que estaba.

- No JODAS. - se puso toda roja de vergüenza.

Después de decirlo notó que no debía hacerlo. Parece que le gusto a la pobre, tanto que me grita tacos.

- vale. Adiós. -dije parandome, la chica otra vez me tomo del brazo y me hizo sentar.-joder, me debo ir.

- no. Tu me vas a hablar y me dirás todos los problemas. Eres importante para mi. Vamos, ¿ya?- pregunto con algo mas de amabilidad.

- Lo lamento pero tengo que ir a ver a alguien y no puedo quedarme aqui hablando con una chica que no veo desde hace semanas. Me agradas, Dana, si quieres podemos vernos otro día.

- aghr - bufó -, bien. ¿Sabado a las 6?

- ¿Aqui? - asintió - bien.

- recuerdalo. - dijo levantando una ceja, dudando de que lo recordaré. No la culpo.

-Claro que lo haré. Adiós

Ella movió la cabeza ligeramente mientras agitaba la mano derecha en forma de despedida.

Al estar afuera de aquel lugar me di cuenta de algo: estoy tarde y es posible que no logre ver a Kate.

Maldición.

Kate's Pov.

Una pregunta paso por mi cerebro de hormiga: ¿Qué mierda le pasa a Nate?

Parece chicle al pelo. Esta insoportable. No se porque.

- Me dirás el porque de tu enojo.

- No.

- ¿Soy yo?

- Si.

- ¿Hice algo malo contigo? - pregunte como si fuera una psicóloga atendiendo a un chichi niño.

- Si.

- ¿Me dirás el porqué?

- No.

Y así pasamos diez minutos, perdiendo tiempo en el que podríamos haber movido el cuerpo completo de Dipper cuando corre.

- ¿Qué quieres para que me digas?

Silencio. Silencio por dos segundos.

- Que vengas a mi casa.

- ¿A tu casa? Pensé que dormías en el sótano de tu mamá.

Achicó sus ojos azul mar y me dio la espalda.

- ¿Ley del hielo? - no volteó - Bien.

Y pasaron diez minutos - aquí llego mi amigo pelirrojo-castaño -, una hora, dos horas, cuatro horas. El no me habló.

Por eso siempre pierdo en ignorar a alguien. Soy demasiado dependiente. Y es Nate, es como mi segundo hermano, mi gemelo. Y lo quiero, es ahora una parte de mi. (Mueran Altherine shippers)

Me importa Nathan ojos bonitos.

- Ganaste. Voy hoy contigo.

- Asombroso.

Y me sonrió, haciéndome estremecer.

Y mi vista se fue para otro lado. Un chico de ojos marrones, de unos 25 años y medio. Con ojeras por falta de sueño.

Ese era mi Alex. (Y reviven las Altherine shippers)

Voy a hablarle por el portátil. Abro el chat de twitter y le mando un mensaje, este llegara a su teléfono móvil y le hará sonar al llegar mi mensaje.

Pasó lo que dije. El contestó unos segundos después.

"Alex, ¿Estas bien? Parece que has guardado las compras en los ojos."

"Muy graciosa, Mia. Y a tu pregunta, no. Dios, tengo sueño. Mucho sueño. Y si tomo un taxi me dormire ahí."

"¿Quieres que te lleve? No sería un problema. Hoy traje el auto de mi madre"

"Seria estupendo, Kate"

"Ya lo creo"

Esto suena a peli porno.










¿Asi qué tú eres Alex?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora