7 (3/3 Especial :D)

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Alex's Pov.


No. No. No. no no no no no.

NO.

Ella lo dijo porque fui amable.

Ella lo dijo porque le gusto.

Ella lo dijo porque estaba mal.

Estas 3 de arriba son mis alternativas de lo que significó lo que dijo ella. La primera y la tercera son lógicas. Pero la segunda...

Quiero que sea la segunda alternativa. Deseo. Anhelo. Pago.

Que Bill me bendiga y haga que Kate lo dijo porque le encanté desde que me vio.

Porfis.

- Alexander Robert Hirsch. No lo malinterpretes. ¿Si?

Mis sueños. Rotos.

Mi corazón. Muerto.

Mi Katherine. Fría.

Mi vida. Estupida.

Mi Show de televisión. Sin dar a conocer.

Mi hermana. Con pelo largo.

Me estoy desviando del tema. Se supone que debo responder a su pregunta de un monosílabo.

- Si. No te preocupes.

Estábamos pasando por Dan's Pizza y la int. Drive. Faltaban alrededor de unos tres minutos para llegar a la casa de mis Padres y hermanas.

Esos tres minutos se hicieron interminables e incómodos.

Kate miraba la ventana como si quisiera salir con el auto en pleno movimiento en rumbo al pavimento de la calle.

Yo conducía mirándola cada catorce segundos (los he contado porque estoy aburrido).

Hasta que llegamos a la casa de dos pisos en donde crecí. Mi preciosa Piedmont.

- Aquí es. Katherine, puedes bajar. - dije cuando me estacioné en frente a la casa.

Ella asintió. Se desabrocho el cinturón de seguridad y salió del auto.

No se por que se sintió extraño que la llamara Katherine cuando siempre le he dicho Kate. Creo que ella tambien lo notó y se puso rara.

- Bonita casa. - dijo refiriéndose a bueno, mi antiguo hogar.

- Lo sé.

Caminamos hacia la puerta y esperamos. Kate veía el jardín principal con tal apreciación que parecía que viese una obra de arte.

En unos segundos después de haber oído pasos ir hacia la puerta abrieron.

- Mamá, hola - dije mientras que mi madre escaneaba con la mirada a Kate.

Ella la vio desde la cabeza a los pies y le sonrió amablemente. Se limpio las manos y se hizo a un lado.

- Hola, Alex - dijo posándose en el marco de la puerta y preguntó - ¿Cómo te llamas, linda?

Kate abrió los ojos algo avergonzada. La razón no la sé.

- Katherine Mia Martin. Puede decirme Kate...

- Pues hola Kate. Soy Hollis, madre de este chico. Pasad.

Nos dio espacio y entramos. Mi madre cerro la puerta.

Vimos que todo estaba ordenado y sin suciedad. Lo que me pareció muy extraño ya que mis hermanas lo dejan todo sucio y ahora esta limpio. Seguro que por aquí hay alguna cámara escondida.

Mi madre habló dirigiéndose a ningún lugar y mirando al horizonte, o mas conocido como borde de la pared del frente.

- He estado arreglando las cosas. El sentido Hirsch me había avisado que habrían visitas y no quería estar impresentable. - dijo caminando hacia un sofá de la sala.

- Es muy bonita su casa, señora Hirsch.

Mamá volteó a verla con una sonrisa.

- Kate, linda. Puedes llamarme Hollis. No me queda muy bien eso de señora, me hace sentir como una anciana a punto de morir.

Kate asintió y siguió con su perfecta actuación de quinceañera callada y tímida. Luego se sentó en otro sillón.

Un olor a quemado se sintió. Quizá solo yo lo sentí. Al parecer no fue así.

Mi madre abrió los ojos y chilló.

- ¡Demonios! ¡La tarta! - dijo parándose de un golpe y tapándose la boca. - Quédense aquí. Ya vuelvo.

- Yo la ayudo, Hollis. - dijo Kate y mamá no se lo impidió.

Y como yo no me quería quedar solo en la sala y quería ver lo que harían fui con ellas.

Mama se puso los guantes de cocina como un doctor en cirugía y abrió el horno.

- ¡Dios! Se ha convertido en un desastre.

Kate miro a la tarta quemada como si fuese un soldado caído en guerra.

- Le ayudo a limpiar, Hollis.

Mamá asintió. No se porque pero vi una perfecta imagen de suegra-nuera.

Y quizá apesar de que no es el momento indicado, me encanto la idea de estar y compartir mi vida con Kate.

Quería ser mas que un amigo.





¿Asi qué tú eres Alex?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora