Después de hablar con Jenny, me dirigí a mi habitación para darme una ducha rápida ya que se hacía tarde y el tiempo no daba espera. Allí, empecé a sacar vestidos de mi armario para ver que me pondría. Después de tanto buscar decidí ponerme este.
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No era exactamente el vestido más lindo que tenía, pero si era el vestido más elegante, por eso lo escogí.
Realmente quería demostrar madures y responsabilidad ante los inversionistas. Además era la primera vez que estaría a cargo de una reunión de negocios, así que era muy importante para mí.
Una vez elegido el vestido me dirigí a la ducha y tomé un baño refrescante que calmó un poco los nervios que tenía por la junta. Luego de eso me vestí, arregle mi cabello en forma de coleta de caballo y me maquillé un poco.
Me dirigí a la habitación de Leigh para corroborar que ya estuviese lista. Cuando entré en esta, observé que tenía puesto un vestido un poco casual pero muy hermoso, también se había arreglado el cabello en forma de coleta lo cual me causó gracia; la verdad se veía muy bonita vestida así. Lástima que no lo hacía muy seguido.
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Luna: ¡Wooow! Te vez hermosa.
Leigh: Gracias. Oye, pero tú no te quedas atrás eh.
Luna: Gracias. No creo lo que veo. Leigh Hernández usando tacones. —Dije burlona.
Leigh: Búrlate todo lo que quieras, igual sabes que en el momento que acabe esa junta me los quitaré. Aunque... me veo realmente sexy. —Contestó entre risas.
Luna: Reí a carcajadas con lo que dijo. Así que decidí tirarle una almohada en la cara, a lo que ella me dedicó una mirada fulminante y me tiro otra almohada. —¡Hey! Marmota, ya déjate de tonterías y vamos a desayunar que se nos hará tarde.
Leigh: ¡Ok elfo narniano!—Dijo mientras reía en voz baja.
Mientras Leigh y yo nos dirigíamos a la cocina, hablábamos sobre la junta. Sí, sé que soy muy insistente sobre el tema, pero realmente quiero que todo salga bien hoy.
Leigh: Oye y... ¿estás nerviosa por la junta?
Luna: Pues... En realidad sí. —Admití en un tono bajo.
Leigh: Oye hermana, no deberías estar nerviosa. Créeme, eres muy buena en esto y seguro que todo saldrá genial.
Luna: Bueno tal vez si, solo que no puedo evitar pensar que todo saldrá mal.
Leigh: ¡Ash! vaya mujer tan pesimista. Acaso no puedes decir, hoy todo saldrá bien y ya.
Luna: Si, lo sé, soy muy pesimista pero es que no puedo evitarlo.
Leigh: Solo intenta pensar que todo saldrá bien y punto. ¡Ok! —Dijo algo molesta.
Luna: De acuerdo, lo intentaré.
Leigh: Oye cambiando de tema, ¿Dónde están nuestros padres?—Preguntó—
Luna: Según lo que me dijeron ayer, se irían a las 5:30 am a Madrid.
Leigh: Ah...¿A la conferencia verdad?
Luna: Sí.—Contesté—
Leigh: ¿Pero regresarán hoy verdad?
Luna: Si. ¿Dime, qué quieres desayunar?
Leigh: Solo quiero cereales.
Luna: De acuerdo.
Mientras Leigh y yo desayunábamos, no dejaba de pensar en la junta, realmente estaba muy preocupada de que algo saliera mal, y más por el hecho de tener que hablar en portugués, aunque noté que Leigh estaba muy despreocupada con el tema. La verdad es que ella no teme a este tipo de cosas.
Después de terminar nuestro desayuno, Leigh decidió llamar al chófer de la empresa para que pasara por nosotras. Luego de 10 minutos tocaron al timbre. Como siempre tuve que ir yo porque Leigh es un marmota y no hay poder humano que la haga levantar. Iba convencida de que era el chófer pero en el momento que abrí la puerta observe que era una chica de estatura promedio, ojos negros, tés morena y un bonito cabello ondulado. Esa chica era Paula, la mejor amiga de mi hermana.
Paula: ¡Hola luna!— Dijo emocionada. ¿Está Leigh?
Luna: Hola Paula. Si claro, pasa.
Leigh: ¿ES EL CHÓFER?—Preguntó gritando desde el salón.
Paula: ¡Holis estúpida!—Saludó a Leigh con bastante euforia.
Leigh: ¡Hola Imbécil!—Respondió de la misma manera.
Paula: Oye Leigh... Me preguntaba si... ¿Te gustaría ir a una fiesta esta noche?
Leigh: ¡Oh! Claro. ¿Y en dónde es?
Paula: Es en la casa de un amigo. ¿Recuerdas a Sebastián?
Leigh: Claro cómo olvidarlo, ese idiota siempre hace las mejores fiestas.
Paula: Si, Sus fiestas son realmente increíbles. Además, el tema será genial, es una fiesta de neón.
Leigh: ¡Wow! no me la perderé por nada, esto será grandioso. ¿A qué hora pasas por mí?
Paula: Paso por ti a eso de las 9:30, vale.
Leigh: Por supuesto.
Luna: ¿Y a mí no me invitan?—Dije haciéndome la ofendida.
Paula: Claro que vendrás con nosotras Luna.—Dijo sonriente—
Luna: De acuerdo. Oye Paula me preguntaba si mi mejor amiga podría venir con nosotras.
Paula: Claro eso estaría genial, entre más mejor.
Luego de 10 minutos de estar hablando con las chicas tocaron el timbre. De nuevo tuve que ir yo a atender la puerta, esta vez sí era el chófer, así que le avise a Leigh. Ella se levantó del sofá junto con Paula y se despidió de ella. Luego de que Paula se marchara, Leigh y yo tomamos nuestras cosas y salimos de casa. Por suerte la empresa no quedaba lejos, así que llegamos faltando 10 minutos para la junta.
Leigh: Bueno, llegó la hora. —Dijo entusiasmada.
Luna: No puede ser, no quiero.
Leigh: ¡Ash! Luna por favor no empieces. —Contestó un poco borde.
Luna: De acuerdo. —Tomé aire—Todo saldrá muy bien.—Traté de convencerme.
Leigh: Esa es la actitud que quiero ver. —Dijo en un tono muy alegre. —Bien, a escena.
Luna: Ok...
Leigh y yo nos dirigimos a la sala de juntas, donde los inversionistas ya nos esperaban. Ahora si todo dependía de mi buena actuación ante ellos.
...
Luego de transcurridas dos horas terminó la junta. Afortunadamente Todo salió mejor de lo que esperaba y logramos firmar el contrato de negocios con los inversionistas.
Leigh: Te lo dije, todo salió genial.
Luna: si, tenías toda la razón.
Luego de charlar durante un buen rato sobre él éxito de la junta, decidimos ir a casa a descansar un rato antes de la fiesta.