Corazón Roto [A Editar]

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Simón Pov's

Ámbar parecía realmente dispuesta a cambiar, y yo por el tiempo que me quede acá la ayudaria.

Me pareció muy extraño cómo ella hablo con las chicas y cuando yo hablé con ella era cómo si fuese otra persona. Esa chica es muy bipolar.

- ¿En que tanto pensas, Simón? - me pregunto Nico, cuándo yo me senté en la barra.

- Ámbar.

- ¿Cómo? ¡Pero, no te gustaba Luna! - me reí de su comentario.

- No, es que esa chica se porta de una manera y después de otra ¿no la crees bipolar? - pregunté, él me miro extraño, cómo sí yo hubiese dicho una cosa de otro mundo.

- No crees que estás hablando mucho con ella?

- Ni empezamos a hablar derecho - lo regañe. Ámbar no era tan mala cómo creen - debía de agradecer a ella.

- ¿Porqué lo dices? - su cara era de confusión.

- Creo que no voy volver más a Cancún, ella intento me convencer de lo contrario - él sonrió, pero al momento quedó serio.

- Si ella a hecho eso es porque así Luna y Matteo no están tan cerca, ni todo que ella hace es para lo bien de las personas ¡sí no que para tu propio bien!

Me quedé pensando en lo que él me dijo, en partes tenía razón pero, no me importaba en lo más mínimo, yo sé que ella podría cambiar y yo la voy a ayudar.

No sé porque pero sentía que Ámbar era diferente, que no era tan superficial y mala cómo todos decían.

Sé que voy lograr qué ella cambié.

———

Una semana después.

Estaba ensayando con la banda para el Open que íbamos tener en algunos días, y vi de lejos Luna viniendo hacía nosotros.

La tenía evitado todos esos días y aún no quería hablar con ella, aún me sentía fatal con todo lo que paso, y aún me volvería a México.

- Simón, no me evite más - en su voz podía sentir que no estaba bien con esto - sí vas a volver a Cancún ¡quiero que estemos bien!

- Luna ¡basta! Ya me tiene harto de qué me busques por todo lado, ya te dije que me olvides... - no quería estar tratándola así pero, sí voy volver a México tengo que me acostumbrar estar sin su presencia.

- ¿Pero que te pasa? Ahora eres amiguito de Ámbar y me quieres lejos de vos - era impresión mía, o Luna estaba ¿celosa? - ¿sé te olvidó lo que ella te hiciste?

- No, pero ella se a arrepentido - respiré - y también no somos tan amigos, la estoy ayudando a ser buena persona - ella dio una risa muy fuerte.

Cómo no podía creer que Ámbar podría cambiar, y yo estaba logrando eso.

La semana que se pasó hicimos gran cambios, ahora ella sabe cómo debe tratar una persona y cómo no alejar las persona que a ella le gustan.

Pasar el tiempo con la rubia me hacía bien, ella lograba qué yo me olvidase de que me iría lejos de todo eso, y me hacía sonreír cuándo no tenía ganas de hacerlo.

- Simón ¿me estás escuchando? - Luna estalló sus dedos en mi cara, y cuando vi, mi mirada estaba enfocada en Ámbar que hablaba con el imbécil de Matteo.

- No, no estaba - bufo, quizás ella a dicho algo importante.

Pero no conseguía parar de mirar a ellos dos y intentar escuchar lo que hablaban. Por sus caras estaban discutiendo, no me gustaba ver cómo él la trataba, era un imbécil.

Me paré de mi lugar y fui hacía ellos, cuándo me vieron quedaran callados.

- ¿Qué pasaba acá? -pregunté, y Matteo soltó una risa irónica.

- Ahí viene su "amiguito" para salvarte - dijo haciendo énfasis en amiguito. Chico imbécil.

- Por lo menos tengo a alguien que me defiendes ¿no? - levanto una ceja. ¿Era el único que no entendía lo que estaba sucediendo?

Si, sólo yo, Simón. ¡El diferente!

- ¿Me podés decir que está pasando?

- Nada que te incube, guitarrista - me aproximé de él pero, sentí unas manos suaves en mi pecho. Ámbar.

- ¡Basta, Matteo! - grito Luna. ¿Porqué siempre tenía que estar los cuatro juntos, siempre?

- Ahora viene la chica deliviery, para salvar a tu amiguito.

- Yo me voy ¿tu venís, Simón? - me pregunto, Ámbar.

Pude ver en sus ojos azules qué aún le dolía ver ellos juntos, y creo que era mejor para mí no me quedar en este ambiente. Ellos eran hecho el uno para el otro, pero aún me dolía saber la verdad.

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