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Ámbar Pov's

Hoy es la competencia, confieso, estoy un poco nerviosa. Por primera vez en mí vida no había ensayado tanto la coreografía, y eso me dejaba loca. Cómo yo, la reina de la pista no ensayo tanto, y estas nerviosa cómo si fuese mi primera vez patinando. Rodé los ojos en cuanto me maquillaba, realmente había cambiado, ni en un millón de años dejaría de ensayar sólo para estar con el chico que a mí me gusta. Siempre puse el patinaje frente a todo, pero ahora el patinaje era cómo segundo plano cuando estaba cerca de Simón, él me llevaba a un otro mundo, un lugar donde todo era perfecto. Ahora que lo veo he cambiado mucho, pero obviamente sin dejar mi esencia, creo que sería muy cliché cambiar del todo, siempre va haber un poco de la Ámbar mala dentro mío. Eso es lo que me hace especial, y a Simón también le gusta, y si no le gustase le daría patadas para que saliera de mi vida, alguien que no me acepta cómo soy no me ama de verdad.

Terminé de maquillarme y fui en busca de las chicas para que me ayudaran con el pelo.

Salí del camerino y me encontré con Nico hablando algo con Simón. Pare para escucharlos.

— Ámbar te tenés loco, amigo — dijo Nico riendo y apoyando su mano en su hombro. Simón soltó una leve risa, hermoso.

— Sí, pero la amo así, ella es un poco exigente y creo que esta loca — rieron. Enmarqué una ceja — pero la amo mucho, no imagino una vida sin aquella rubia un poco loca — sonreí. Yo también no podía imaginar mi vida sin Simón.

— ¿Y cuál es el plan? — preguntó Nico. Frunci el ceño.

— Después te cuento, ahora voy tras de mi rubia — sonrió Simón.

— Ahora sólo tenés tiempo para la rubia — rodó los ojos Nico, ello rieron.

Simón empezó a venir en ni dirección, pero él aún no había visto. Salí corriendo en busca de las chicas, y encontré a Delfi sentada en la cafetería sola.

Me senté a su lado.

— Hola, ¿me ayudas con mi pelo? — le pregunté con una sonrisa.

— Hola, ¿cómo estás, amiga? — reí — cambiaste desde Simón, eh — dijo divertida.

— Ay dale! — hice un puchero — falta poco para que empiece la competencia, porfa!

— Okay, pero me vas a decir en los mínimos detalles de cómo fue tu noche con Simón — dijo un poco alto, le tapé la boca.

— Shii! Vamos a fuera que te cuento, en cuanto vos arregla mi pelo — ella asintió con una sonrisa y nos fuimos afuera para que ella hiciera todo con calma, y que también hablásemos con calma.

Le conté lo que pasó entre Simón y yo y ella estaba re loca tanto que temí por mi cabello, ya que ella prestaba más atención en lo que contaba en vez de arreglar mi cabello.

Estábamos hablando tranquilamente cuando visualice el coche de Sharon parar frente al Roller. Me paralice, ¿qué hacía ella acá?

— ¿No es tú mamá, Ámbar? — me preguntó Delfi con cierto miedo en su voz, se que ella teme a mi madrina.

— Es Sharon, no mi mamá — le corregí — y sí, la propia — dije con un gusto amargo en mi boca.

Miré cómo ella bajaba del auto con ayuda de Rey, ella tenía una sonrisa maliciosa en sus labios. Algo tramaba.

Se acercó a mí y a Delfi que tenía una sonrisa nerviosa.

— Hija, te vine a ver patinar — dijo sonriendo.

— Inventas otra, Sharon — dije fría.

— Respeto, soy tú mamá, no Sharon — dijo obvia. Reí irónicamente.

Corazón Roto  [A Editar]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora