Dulce Tentación

Capítulo 1. Merda del giorno ☑

Acelero por las calles desiertas, pero como no iban a estarlo a las 2:30 a.m., volviendo al tema, después de 5 cuadras no me dejaban de seguir, estoy segura de que mi moto en cualquier momento se quedara sin gasolina, pero no puedo parar cuando me está siguiendo unos estúpidos, aunque no muy de cerca para que me atrapen, pero tampoco muy lejos para poder parar. Me maldigo por tomar la decisión de hacerle caso a uno de mis trabajadores y sobre todo maldigo por no traer otra arma, ya que la que tenía se terminaron las estúpidas municiones, cuando estaba a punto de dar vuelta en una esquina freno en seco y veo las luces de otros autos acercándose por ese mismo lugar por el cual quería escapar.

—Carajo —miré detrás de mí y las luces se acercaban rápido.

Acelere, pase por un lado de los autos, los cuales frenaron en seco, reí para mis adentros, no podrían ser más estúpidos, seguí acelerando y pasando por las calles, poco a poco los edificios se quedaban atrás dando paso a pequeños baldíos, realmente no sabía dónde me encontraba, mi moto empezó a dar pequeños frenos, mierda la gasolina, mire a mi alrededor.

—¡Maldita sea Angel! —la voz de Daniel se hizo presente por el comunicador de los cascos —¡¿Dónde carajos estas?!

Mi nombre Elizabeth Hamilton, tengo 19 años.
Les resumiré mi vida, padres muertos, criada con un familiar, escape y ahora vivo junto a siete chicos.

Volviendo a la realidad...

—No lo sé —le conteste con simpleza —así que dile a Erick que mueva ese trasero y rastree mi dirección y me diga como escapar de estos idiotas que me siguen.

—¡¿Te están siguiendo?! —volvió a gritar.

—¡No me grites y has lo que te digo! —ahora le grite yo.

—Ya voy ya voy —me contesto.

Duro como 5 minutos en silencio la línea, llegue a pensar que se durmieron.

—Bien ya te encontramos —oí como maldecía —déjame decirte que estas muy lejos Angel.

—Lo sé —mire detrás de mí —date prisa, mi moto se queda sin gasolina y no traigo arma.

—Bueno, hay una desviación a un kilómetro de ti —acelere un poco y la vi —tómala —gire derrapando la llanta trasera y tomando la desviación y acelere —a unos tres metros hay dos desviaciones, una hacia la izquierda y otra a la derecha, toma la de la izquierda, pero a unos 5 metros cruza el camino que te llevara al de la derecha y de ahí todo derecho.

—Está bien —vi las dos desviaciones, hice lo que Daniel me dijo y hace fue, dejé de ver esas luces, solté un suspiro de alivio.

—¿Angel? —la voz de Carlo llego mis oídos.

—¿Si? —le pregunte.

—¿Ya los perdiste? —pregunto.

—Eso creo Carlo —miro hacia atrás y las luces no se veían ni el sonido de algún auto se escuchaba, solo el de mi moto.

—Bueno —oí como ponía el comunicador en la mesa —ahora todos podemos escucharte.

—Chicos —oí a todos contestar un "si" en coro —¿Donde esta Zedd?

Silencio, ninguno me contestaba, ¿Dónde se habrá metido ese idiota?

—¿Y bien? —volví a preguntar.

—Pues... Zedd... esta dormido desde hace horas —hablo rápido Estefan, la línea se quedó en silencio, yo por mi parte apreté con fuerza los manubrios de la moto.

—¿Angel? —Luis hablo, solté un suspiro.

—Solo díganme como regresar —oí como Erick grito un "si".

—Sigue derecho... —me fue dando las instrucciones, hasta que ocurrió lo inevitable.

—Chicos —los llame.

—¿Que paso Angel? —preguntaron al unísono.

—Me quede sin gasolina —un silencio se hizo presente.

—¡¿Como que no tienes gasolina?! —gritaron, bien ya me quedé sorda.

—En primera, no me griten que los puedo oír fácilmente —quedaron callados —en segunda, me vienen siguiendo desde hace rato y no sé si me encuentren así que vengan por mí.

Tardaron al menos 5 minutos en hacer algún ruido, para después escuchar como cosas eran tiradas y después oír el motor de un auto.

—Vamos por ti —hablo Antonio, después de eso quedo en silencio todo.

Solté un bufido, me baje de la moto y empecé a caminar hacia la orilla del camino, recargue mi moto en un árbol y yo mire que podía hacer, mire un árbol con manzanas creo, me acerque a este, daba brincos para alcanzar algo y nada, era muy baja.

—La puta —saque una daga de mi bota y la lance, dio justo en la fruta y se quedó incrustada en el árbol —bien ahora tendré que subir al árbol.

Camine hacia atrás para tomar impulso y corrí, brinque y subí a la rama y quite la daga para coger la fruta, me senté en la rama del árbol y me recargue en el tronco, vaya que adivine si era una manzana, comencé a comerla, mire al cielo.

—Algo que nunca se verá en la ciudad —le di una mordida a la manzana —¿Cómo sería todo si ustedes aun siguieran aquí? —una sonrisa nostálgica se posó en mis labios —como los necesito a mi lado —mis ojos se llenaron de lágrimas —los extraño mucho —llore —Dios como odio llorar —solté una risa amarga —¿Seré justo lo que querían? —mire la luna —¿Estarían orgullosos de mi al saber en lo que me convertí?

Sentí mis ojos pesados, no quiero dormirme los chicos aun no llegan y también porque estoy en la rama de un árbol.

—Ojalá se dieran prisa cabrones —susurré y paso lo inevitable me quede dormida.

—♌