Cap. 4-Perra rabiosa

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Cuando llegue vi las motos de los chicos tiradas, lo que significa que nomás llegaron y corrieron a la casa, por lo cual hice lo mismo, entre al jardín y tire la moto y me eche a correr hacia la entrada, cuando llegue a la sala, la cual estaba destruida, literalmente, vi a todos los chicos sentados en los sillones con el ceño fruncido.

-¿Qué ocurrió? -si ya estaba enojada, ahora estaba que mataba a alguien-

-Marco -Estefan me contesto enojado-

-¿Qué? ¿Cómo entro? -mi rabia aumento-

-Tenías razón-dijo Erick -Trent (Martínez) fue quien lo dejo entrar, lo vimos por las cámaras-

-Quiero que con Erick cambien todas las contraseñas de todo y cuando digo de todo digo de todo, ¿Entendieron chicos? -estaba más que cabreada-

-Si señora -todos en fila se fueron hacia el cuarto de computo de Erick, el único que quedo fue Zedd-

-¿Qué haremos? -su ceño se frunció y mirando hacia la pared-

-Reforzaremos la seguridad -me senté aun lado de el -tendremos que faltar al menos tres semanas -no habíamos durado ni el día completo y ahora tendremos que faltar tres semanas-

-¿Por qué tanto? -me miro confundido-

-Tenemos que reforzar todo, después iré a Italia a conseguir algunas cosas -me estaba empezando a doler la cabeza-

-¿Quién ira contigo? -susurro-

-Nadie, no quiero que pierdan más clases -le respondí susurrando-

-No, alguno tiene que ir contigo -se paró de golpe, yo solo lo mire -sabes que ninguno dejaremos que vayas hasta allá sola -se cruzó de brazos-

-Iré sola quieras o no -lo mire con los labios apretados-

-¿Por qué? ¿Qué es lo que tienes que hacer? -empezó a dar vueltas como si estuviera enjaulado -no puedes hacerlo no puedes ir a ese lugar-

-Son cosas privadas, no me pasara nada -susurre -volveré tan pronto termine eso -lo abrace, me devolvió el abrazo-

-No quiero que vayas sola -me abrazo más fuerte -eres como mi hermanita pequeña, sabes que no quiero que te pase algo -susurro-

-Sabes que se me cuidar -le susurre -pero tengo que ir -me aleje un poco-

-¿Te iras? -oí la voz de Carlo, me gire a verlo y asentí-

-Sí, pero volveré -sus ojos se llenaron un poco de lagrimas -lo prometo-

-Solo cuídate ¿Vale? -camino hacia mí y me abraza-

-Vale -le sonreí un poco-

Nos sentamos en los sillones, en unos 15 minutos en silencio llegaron los chicos

-¿Qué ocurre? -Luis nos vio atentos-

-¿Por qué tan callados? -Antonio me vio en busca de una explicación y Estefan asintió concordando con ellos -

-Chicos ocupo decirles algo, se pueden sentar -hable mientras me paraba y les hice señales de que se sentaran-

-Claro -dijo Estefan, los chicos se sentaron en el sillón que estaba enfrente, mientras que yo me coloque en la punta de la sala-

-Empieza -hablo Daniel-

-Bueno la cosa está en que -me aclare un poco la garganta -faltaremos al menos tres semanas a la Universidad -los mire, de la nada se pararon y empezaron a hacer un baile raro -¿Por qué hacen eso? -empecé a reír-

Dulce TentaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora